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Publicado en Cuba Si (http://cubasi.cu)


Complaciendo a Bibi

Se aproxima el fin del plazo dado por Trump para la aceptación de su plan para llevar presuntamente la paz a Gaza y, de no ser así, su querido Netanyahu o Bibi El Guerrero como lo llama, tendría luz verde para hacer lo que está haciendo impunemente, el exterminio de la población palestina.

El genocida no ha detenido en nada sus ataques contra una población inerme, hambrienta y enferma que aún sigue resistiendo para evitar la expulsión total o la muerte ante un mundo que ahora protesta contra el criminal hecho, pero sin hacer algo que Tel Aviv no pueda controlar.

Donald Trump, un presidente que dice que sería un insulto a Estados Unidos si no le conceden el Premio Nobel de la Paz, presentó un plan aceptado totalmente por Netanyahu, que contempla un alto el fuego inmediato en Gaza, la liberación de todos los rehenes en manos del grupo islamista palestino Hamás y el desarme de esa formación que será excluida de la gobernanza de la Franja, así como el ingreso de ayuda humanitaria a los gazatíes.

También estipula la creación de un gobierno de transición supervisado por una “junta de paz”, que presidirá el propio Trump y será encabezada por el ex primer ministro británico Tony Blair.

Si bien estipula una progresiva retirada del ejército israelí de la Franja, la propuesta no fija un calendario claro para ello ni para otros puntos fundamentales como la creación de un Estado palestino. 

A su vez, Hamás defiende su derecho a introducir enmiendas. La milicia palestina cree que puede moldear la propuesta de la Casa Blanca después de que se filtrara que Israel había logrado introducir cambios en su favor en el texto final que no figuraban en el borrador inicial.

Ha reclamado garantías de que la ofensiva de Israel acabará realmente, que los propios palestinos gobiernen el territorio y que en la cláusula del desarme se introduzca una cláusula que distinga entre las armas defensivas y ofensivas.
Pero además de las demandas, la milicia sigue negociando con otras facciones armadas palestinas como la Yihad Islámica, que rechazó inmediatamente la propuesta (y tiene aún en su poder algunos de los 48 rehenes que deberían ser liberados con el alto el fuego).

ENGAÑO

El líder de los rebeldes hutíes de Yemen, Abdelmalek al Huti, denunció este jueves que el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza busca despojar a los palestinos de su derecho en el devastado enclave, conminándolos a rendirse para evitar el exterminio, bajo el pretexto de que Hamás y otros movimientos palestinos rechazaron el plan de paz.

“Este es el engaño estadounidense, porque incluso si aceptaran el plan tal como está, el resultado sería el mismo”, denunció, al añadir que la iniciativa de paz “adoptó las demandas israelíes, y Trump incluso se jacta de ello”.
En esta línea, afirmó que “Trump claramente está trabajando para despojar a los palestinos de sus derechos, razón por la cual ni siquiera aceptó que Gaza estuviera bajo la administración de la Autoridad Palestina”, ya que propuso un gobierno de transición de tecnócratas palestinos y expertos internacionales.

IMPOSICIÓN

Con el plan del presidente Trump, el primer ministro Benjamín Netanyahu obtuvo al final casi todo lo que esperaba, a pesar del creciente aislamiento internacional de Israel: la exigencia de que Hamás liberara inmediatamente a los rehenes y depusiera las armas, sin lo cual Israel tendría carta blanca para seguir el genocidio en Gaza.

En cuanto a los soldados israelíes, podrían permanecer en el perímetro de Gaza en un futuro previsible. Se hizo una alusión tan tímida a la aspiración de un Estado para los palestinos que la propuesta casi sugería que siguieran soñando. Y la Autoridad Palestina no desempeñaría ningún papel en Gaza en un futuro próximo.

Fue un raro momento de triunfo que demostró que Netanyahu aún podía conseguir gran parte de lo que quería —si no es que todo— empero el creciente aislamiento internacional de Israel. Apenas la semana pasada, varios países europeos reconocieron un Estado palestino a pesar de las objeciones israelíes, mientras que Netanyahu pronunció un discurso en una sala casi vacía de las Naciones Unidas, tras un abandono diplomático.

Ahora los dirigentes de Hamás deben decidir si aceptan el plan de Trump, negocian sus condiciones o lo rechazan de plano. Todas las opciones implican graves riesgos para el grupo armado palestino, que ha logrado sobrevivir a dos años de embestida israelí mediante una tenaz insurgencia.