El cerebro es capaz de producir nuevas neuronas para reparar los circuitos cerebrales dañados por enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Huntington.
Lo demostró un estudio en ratones, publicado en el último número de la revista Cell Reports del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos.
Si bien por mucho tiempo se creyó que el cerebro adulto era incapaz de regenerarse, ahora se sabe que en realidad conserva nichos que contienen células progenitoras capaces de producir nuevas neuronas: generalmente lo hacen en etapas muy tempranas del desarrollo, mientras que inmediatamente después del nacimiento pasan a producir células de soporte, las llamadas células gliales.
Los nichos de células progenitoras se encuentran cerca de una región del cerebro, el cuerpo estriado, que está gravemente dañada por la enfermedad de Huntington, un trastorno neurodegenerativo genético que afecta la coordinación muscular.
Estudios previos en ratones y primates ya habían demostrado que dos proteínas, BDNF y Noggin, pueden despertar a estos progenitores en el cerebro para migrar al cuerpo estriado y diferenciarse en neuronas espinosas medianas, que son las más afectadas por la enfermedad de Huntington.
La nueva investigación, realizada sobre ratones, demuestra por primera vez que las nuevas neuronas se conectan con los complejos circuitos cerebrales que controlan los movimientos, reemplazando la función de las neuronas afectadas por neurodegeneración.
"En este trabajo hemos utilizado una combinación de electrofisiología, optogenética y estudio del comportamiento animal para demostrar que estas células no solo se producen en el cerebro adulto, pero restauran funcionalmente los circuitos motores, tanto en ratones sanos como en aquellos con enfermedad de Huntington", explicó el primer autor del estudio, Jose Cano, que trabaja en el laboratorio de Steve Goldman, entre los primeros en los años 80 en descubrir la neurogénesis en el cerebro adulto.
Los resultados del estudio sugieren una nueva estrategia contra la enfermedad de Huntington, que consiste en inducir el cerebro a reemplazar las neuronas enfermas con otras nuevas restaurando los circuitos del movimiento.
"Dada la persistencia de estas células progenitoras en el cerebro de los primates adultos -añadió el neurólogo Abdellatif Benraiss- estos resultados sugieren el potencial de este enfoque regenerativo como estrategia de tratamiento para el Huntington y otros trastornos caracterizados por la pérdida de neuronas en el estriado".