José Antonio Echeverría Bianchi nació el 16 de julio de 1932 en Cárdenas, Matanzas. A 92 años de su natalicio, quien fuera uno de los principales líderes revolucionarios cubanos de la década de 1950 continúa siendo un referente nacional.
En su ciudad natal realizó los primeros estudios. Luego, en 1950, matriculó Arquitectura en la Universidad de La Habana. Se dice que eligió esa profesión por su inclinación a las matemáticas y el dibujo.
Su etapa estudiantil fue intensa. Coincidió con años definitorios de la historia de Cuba. José Antonio destacó como dirigente de la FEU. Criticó el gobierno de Carlos Prío y posteriormente participó en protestas, manifestaciones y enfrentamientos contra la policía de batistiana.
El golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 lo sorprendió —refieren las fuentes— en Cárdenas. Sin embargo, enseguida salvó los más de 140 kilómetros que lo separaban de la capital y regresó a La Habana. Aquí se sumó a las protestas de la FEU, una de las organizaciones que sostuvo una actitud coherente y verdaderamente revolucionaria al oponerse a la toma inconstitucional del poder por Fulgencio Batista. Cuatro días después, el 14 de marzo, Echeverría firmaría la “Declaración de Principios de la Federación Estudiantil Universitaria”.
A mediados de 1956, José Antonio salió hacia Chile para participar en un congreso de estudiantes latinoamericanos. Su recorrido incluyó el paso por otros países de la región, en los que encontró tribunas para denunciar a la tiranía batistiana.
Fue en ese contexto, en agosto de 1956, cuando se reunió en México con otro importante líder de la juventud: Fidel Castro. Fidel, junto a varios de sus compañeros, había sido amnistiado recientemente y se encontraba en ese país centroamericano preparando una expedición armada hacia la Mayor de las Antillas. Conocida como Carta o Pacto de México, una alianza se formalizó —ya existía en objetivos e ideales— entre el Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio (M-26-7). Representando al primero estaban, además de Echeverría, Faure Chomón y Fructuoso Rodríguez. Por el M-26-7, Frank País y otros dirigentes acompañaban a Fidel.