Nueva York, Illinois y California los refugios de migrantes están saturados. Los albergues están sobre poblados a tal grado que muchos de ellos ya viven en vía pública y en condiciones infrahumanas.
Padres madres y niños pequeños se confunden con los miles de indigentes que acampan en las calles. El gobierno federal está cerrando los ojos ante esta realidad, así lo denuncian las organizaciones que defienden los derechos humanos de los más vulnerables.
En Nueva York, Los Ángeles y Chicago no hay espacio en los refugios y en semanas subió a más del 60 por ciento. Esta crisis se dio a raíz de que el gobernador de Texas Greg Abbot envió migrantes en autobuses a ciudades santuario. Los gobiernos estatales no estaban preparados para recibir esta gran cantidad de personas en busca de asilo. Actualmente la ayuda que llega es insuficiente.
Las organizaciones pro inmigrantes coinciden que debe haber más ayuda por parte del gobierno porque los menores que viven en las calles están expuestos a enfermedades por la falta de higiene.
Los refugios de migrantes son temporales, al cumplir 90 días tienen que buscar donde vivir, de lo contrario quedan expuestos a todo tiempo de peligro en la vía pública.