Este jueves fue noticia la firma del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para para la construcción de un parque tecnológico aeroespacial en ese país. El novedoso proyecto se desarrollará en el estado de Bahía. 

De acuerdo con información divulgada por el gobierno del Gigante Sudamericano, el parque tecnológico aeroespacial se emplazará en un área anexa a la base de la Fuerza Aérea en la ciudad de Salvador, capital del referido estado. Se estima que exigirá una inversión inicial de 650 millones de reales en la construcción y un valor equivalente en equipamientos y laboratorios. 

La intención del equipo de Lula da Silva no es solo levantar la instalación, sino hacer de ella un ambiente dedicado a promover la educación, la innovación en el campo aeroespacial, las investigaciones avanzadas, la ingeniería de aeronaves y la formación académica y de mano de obra. Con inversión pública y privada, el proyecto acogerá, incluso, prestigiosas empresas internacionales. 

Pero la firma del acuerdo para la construcción del parque aeroespacial no es lo único trascendental. También lo es el hecho de que se haya escogido a Bahía, un empobrecido estado del nordeste brasileño, como sitio donde se llevará a cabo el proyecto.  

Hoje foi um dia muito importante para o futuro da Bahia, do Nordeste e do Brasil. A ciência voltou. Construir um Parque Tecnológico Aeroespacial em Salvador significa descentralizar a pesquisa e o desenvolvimento de uma indústria de ponta. Significa fazer do Nordeste um centro… pic.twitter.com/LTpulu4sue

— Lula (@LulaOficial) January 18, 2024

Sucede que Bahía es uno de esos lugares del Gigante Sudamericano donde la precariedad contrasta con los enclaves más desarrollados de la nación. En general, en la región nordestina millones de personas viven en ambiente de pobreza. Allí se acumula casi la mitad de los pobres del país, de acuerdo con información recogida por El Observador, diario uruguayo, en 2018. 

Tal vez es por eso que Lula da Silva, con sus propósitos de paliar la pobreza y reducir las inequidades generadas por el capitalismo, seleccionó un territorio de la periferia del desarrollo brasileño. De hecho, durante la ceremonia afirmó:   

“El país tiene que darse una oportunidad porque es muy grande para ser tratado como un país pequeño. Este país tiene un potencial extraordinario y ya podía estar consagrado como la quinta mayor economía del mundo, pero hay gente que insiste en retroceder”.

En este contexto, el mandatario sudamericano ha vuelto a pronunciarse a favor de la inversión en nuevas universidades y centros tecnológicos y se refirió al parque aeroespacial como un emprendimiento que puede estimular el crecimiento. Así publicó en su cuenta en X: 

“Construir un Parque Tecnológico Aeroespacial en Salvador significa descentralizar la investigación y el desarrollo de una industria de vanguardia. Significa hacer del Nordeste un centro de difusión de tecnologías avanzadas para Brasil y el mundo, y de más y mejores empleos”. 

La idea del parque tecnológico aeroespacial constituye otro paso en la agenda de un gobierno progresista que persigue combinar esfuerzos públicos y privados para fomentar el desarrollo del país.