Los Boy Scouts de Estados Unidos, una de las organizaciones juveniles más grandes del país, reafirmó su política de excluir a jóvenes y monitores que se declaren homosexuales, tras una investigación secreta que duró dos años.
El grupo explicó que un panel de 11 ejecutivos y voluntarios había alcanzado la decisión de forma unánime y tenía el respaldo de una vasta mayoría de padres.
Se decidió hacer el estudio por las crecientes críticas a la política de los scouts en esta materia.
La campaña contra el veto ganó notoriedad en los últimos meses después de que una monitora scout fuera despedida por ser gay.