Sectores gremiales y transportistas bolivianos decidieron el miércoles no acatar el llamado a paro convocado para este 21 de octubre por sectores de oposición al presidente Luis Arce.

A juicio de dirigentes gremiales, la medida de fuerza tiene fines políticos y desestabilizadores.

Reunidos en la ciudad de Santa Cruz,  los representantes gremiales aseguraron que la ley 1386 no afecta sus intereses ya que la normatica esta destinada a combatir negocios ilícitos vinculados al narcotráfico y a la trata de personas.

“La Ley 1386 no afecta a los gremiales, la Ley 1386 no afecta a los transportistas”, indicó el dirigente gremial de Santa Cruz, Édgar Álvarez, que representa a siete organizaciones gremiales y unas 500 asociaciones de comerciantes.

En la misma línea, Juan Carlos García, ejecutivo de la Confederación de Gremiales de Bolivia descartó sumarse al paro y anunció que mantendrán sus actividades dentro de la normalidad en los nueve departamentos del país.

'Nosotros queremos comunicar al pueblo boliviano que como gremiales no vamos a cerrar ningún puesto de venta, no vamos a marchar, no vamos a bloquear, más al contrario, vamos a abrir los mercados con normalidad', declaró García.

La Ley 1386 denominada Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento del Terrorismo ha sido atacada por los sectores de derecha  y legisladores para derogar esta normativa.