Numerosas informaciones fechadas en Washington arrojan como saldo que prevalece allí un ambiente de extrema inquietud a pocas horas de asumir la presidencia Joe Biden.
Se trata de un país que ha movilizado 25 mil soldados de la Guardia Nacional para tratar de evitar violentos ataques antes o durante del acontecimiento.
Y es que en lugar de existir optimismo a la espera de un suceso de tal magnitud, se observa una crispación generalizada.
La periodista de la Associated Press, (AP) Lolita C. Baldor afirmó, este domingo, que el FBI investiga a los integrantes de la Guardia Nacional que participarán en ese gigantesco operativo.
Comentó además ello emana luego del asalto ultraderechista al Capitolio el pasado 6 de enero.
Deja entrever multiplicados temores de amenazas hacia Biden y demás personalidades que asistan a ese trascendental empañado acontecimiento.
El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, dijo a la AP que las autoridades están conscientes de la posible amenaza y advirtió estar alertas ante cualquier problema interno, a medida que se aproxime el cambio de poder.
A pesar de todo, altos funcionarios aseguran no han visto asomo de amenaza y tampoco ha aflorado alguna situación irregular.
Sin embargo, predomina cada vez más una idea en calles de los Estados Unidos que reza: estamos obligados a dormir con los ojos abiertos.