Durante una escala en su viaje hacia México y Venezuela, el canciller ruso depositó una ofrenda floral ante el monolito que guarda los restos de Fidel Castro, en un gesto que se hizo extensivo al Héroe Nacional José Martí y a los padres fundadores Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales.
Al firmar el libro de visitantes de la necrópolis, Lavrov expresó su recuerdo eterno al Apóstol que será siempre un símbolo imperecedero de resistencia y generosidad, ideales y principios, que fueron llevados a la práctica por el líder de la Revolución cubana, junto a Raúl Castro.
Acompañado por el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y el embajador ruso en Cuba, Andrei Guskov, Lavrov fue recibido por las máximas autoridades de esta provincia, Lázaro Expósito, primer secretario del Partido Comunista, y Beatriz Johnson, gobernadora.
Posteriormente, ambos cancilleres sostuvieron un encuentro fraternal, durante el cual Rodríguez agradeció el rol de la Federación de Rusia en el mantenimiento de la paz mundial y el tributo ofrecido a los adalides cubanos que reposan en ese sagrado lugar.
Por su parte, Lavrov manifestó el compromiso de su nación de continuar los empeños conjuntos con Cuba en los temas energéticos.