Un corazón lleno de amor

Un corazón lleno de amor
Fecha de publicación: 
18 Octubre 2020
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Tal parece que la hostilidad y las dificultades materiales causadas a Cuba por Estados Unidos con su bloqueo económico, comercial y financiero de las últimas seis décadas le son insuficientes para mitigar su retorcido placer por la asfixia de un pueblo.

Las Administraciones estadounidenses atentan también contra la estabilidad emocional de los cubanos mediante sus campañas mediáticas dirigidas a mancillar la identidad nacional de la isla.

Para ello recurren a figuras, casi siempre de gran connotación pública alrededor de las cuales entretejen historias mentirosas para despreatigiarlas por el solo hecho de vivir en Cuba o demostrar su postura revolucionaria.

Para hacerlo se valen, además, de su prensa hegemónica, de las redes sociales donde existen tecnócratas pagados para armar tendencias políticas, introducir debates y difundir sus ataques.

Recientemente, Alexander Abreu, uno de los cultores más destacados de la música popular bailable cubana fue objeto de agresiones verbales, generadas a partir de acciones propagandísticas preparadas en Washington.

El mecanismo gira 180 grados, otro clásico revés, cuando las informaciones manipuladas e insultos realizados reciben respuestas como la que publicó en su página de Facebook el afamado director de Havana D' Primera: 'por más que traten de ofenderme más se ablanda mi alma'.

Paradójicamente, el odio y las rencillas fortalecen a la cultura cubana dentro y fuera de la isla.

Miles de seguidores de Abreu se manifestaron en su defensa mediante las redes sociales, del mismo modo que lo hicieron muchos intelectuales, artistas y funcionarios. Asimismo, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, apoyó la causa alegando en su cuenta de Twitter la necesidad de entregar amor para combatir las maniobras de difamación contra los artistas.

Y no es este el primer ataque que recibe la cultura del país; varias han sido las estrategias de este tipo a lo largo de los años, apoyadas en su gran mayoría por un segmento de 'cubanos' desmemoriados, quienes poco honor hacen al gentilicio. Otros músicos también han sido objetos en distintos momentos del bullying online o ciberacoso, como El Micha y Haila María Mompié.

Estos linchamientos, orquestados bajo la batuta trumpista, pretenden socavar los lazos culturales entre ambas naciones, fortalecidos durante la anterior Administración de Washington.

Entre los años 2009 y 2017 se realizó un período de apertura, con varias acciones que marcaron un antes y un después en las relaciones bilaterales.

En marzo de 2016, el demócrata Barack Obama arribó a Cuba junto a su familia, para convertirse en el primer presidente estadounidense en pisar suelo de la isla desde 1928. A partir de ese momento, una serie de acontecimientos consecutivos matizaron el panorama con el proceso de normalización de las relaciones diplomáticas.

El llamado 'deshielo cubano', generó interés y encanto por la mayor de las Antillas, con especial atracción hacia La Habana.

Pocos días después de la visita del exmandatario, la banda británica de rock The Rolling Stones ofreció un concierto gratuito en la Ciudad Deportiva.

Durante los dos meses siguientes, algunas locaciones de Centro Habana, La Habana Vieja y El Vedado fueron escenarios de la octava parte de la saga de Rápido y furioso, mientras la casa de modas Chanel escogió el capitalino Paseo del Prado para realizar su primer desfile en Latinoamérica.

La oleada continuó in crescendo y alcanzó un momento cumbre con el intercambio cultural entre artistas cubanos y estadounidenses, que, aunque ocurrió en el Gobierno de Donald Trump, se gestó durante el mandato de su predecesor.

El Festival de las Artes de Cuba, realizado en el Centro John F. Kennedy de Washington, en mayo de 2018, fue la mayor expresión que en materia artística cimentó el puente entre las dos orillas.

Después de ese esplendor, comenzó una avalancha de fake news empleadas como herramientas para generar estados de opinión negativos. Pese a ello, las tradiciones cubanas continúan firmes y diariamente aumenta el número de jóvenes talentos que mantienen vivo el legado cultural.

Contrario a los intereses del despacho oval de la Casa Blanca, los vínculos entre ambas naciones continúan y fructifican acciones como el Concierto por Cuba desarrollado vía online hace apenas unos meses.

El Hot House de la ciudad de Chicago, de forma mancomunada con el Ministerio de Cultura de Cuba y el Instituto Cubano de la Música, ofreció un programa de conciertos durante los días 18 y 19 de julio de este año, en el que justamente participó Alexander Abreu y su orquesta Havana D' Primera.

Sucede que el pulso musical une a los corazones, porque la cubana y la estadounidense son culturas afines, marcadas por la cercanía geográfica y procesos históricos y migratorios. No se trata de políticas ni posturas de izquierda o derecha, se trata del arte, de la creación, de la identidad, cuestiones incomprensibles en el banco de los desalmados.

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