Turismo, entre prioridades de Cuba para encausar su economía tras COVID-19
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Siempre pasar balance de trabajo a un año resulta difícil, pues la necesaria síntesis puede llevarnos a olvidos involuntarios, más si nos ocupan 12 meses como los del 2020 cuando hubo una comunión de sucesos nefastos: irrumpió la COVID-19, el bloqueo se intensificó a niveles nunca vistos y fenómenos climáticos también hicieron daño.
Tal fue el entorno en que se desenvolvió la vida social, política y económica del país, cuya locomotora- el turismo- se multiplicó por cero, perdiendo su condición de caja registradora, sonando cada día para aportar a las urgencias financieras internas.
La industria del ocio local seguirá entre las prioridades para el 2021, su capacidad de empuje como sector la mantienen entre los giros llamados a reactivar la economía nacional, en la época pos pandemia y ya adentrados en una nueva normalidad, con estrictos protocolos de bioseguridad para impedir más casos positivos, más contactos y los siempre sentidos decesos.
Para este rubro, como para todos los restantes en la Isla y el planeta, el calendario a punto de despedirse significó un duro impacto por su paralización por casi largos ocho meses hasta que recién ha comenzado su renacer con el arribo de nuevo de vuelos internacionales. La etapa de receso forzoso- como una tregua fecunda- permitió la realización de mantenimientos y mejoras, la capacitación del personal y la creación de las condiciones para el respeto irrestricto de los protocolos higiénico-sanitarios de bioseguridad.
Esa última tarea conllevaría a la certificación de los inmuebles hoteleros y extrahoteleros- también los aeropuertos, puertos y marinas- como parte del programa Turismo Higiénico y Seguro, en aras de preservar por igual a trabajadores y clientes nacionales y extranjeros, quienes consultados por la ACN han reconocido la validez de esas medidas para frenar el paso del nuevo coronavirus, con el cual nos hemos visto obligados a convivir.
Ante la necesidad de reanimar la deprimida economía doméstica, la nación caribeña abrió sus fronteras, pero consciente del riesgo de nuevos rebrotes como ha sucedido en todas las provincias, como secuela de la llegada de viajeros internacionales y de connacionales, unos que retornaron a la patria tras quedarse varados por medio mundo, y otros de visita a sus familiares.
El no respeto a las exigencias del nuevo estilo de vida y de las relaciones.
intrapersonales impuesto por el letal virus ha traído otra vez que las cifras de contagios asciendan y así se espera que lo continúe siendo en lo que resta del mes en curso, debido a los flujos de arribantes esperados para estas jornadas (antes festivas) y ahora ya no tanto, por no pecar de exagerados y afirmar que nada festivas. Estos tiempos retadores son más de recogimiento y de garantizar frente a otras motivaciones e intereses, la protección de la vida.
Durante la reciente sesión del Parlamento, Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, anunció que para el venidero año se planifica un crecimiento del 19 % de los ingresos en divisas por las exportaciones de bienes y servicios. En ello influye- agregó- el incremento en los servicios de telecomunicaciones y la recuperación gradual del turismo, que aspira a la atención de 2 200 000 vacacionistas, cifra que duplica los resultados de 2020.
Por un turismo más sano y de más calidad se pronunció en una presentación televisiva, el ministro de la cartera, Juan Carlos García Granda, quien a su vez ratificó que se trata de continuar trabajando por un turismo de paz, de salud, de recreación sana, de cultura y descanso.
Cuenta la mayor de las Antillas con un conjunto de atributos naturales, más un fondo habitacional que supera los 73 mil aposentos y emplea a más de 100 mil trabajadores. El país tiene 114 polos turísticos y su potencial en un futuro asciende a 400 mil cuartos, de los que ahora solo está disponible el 17 por ciento.
Destino seguro, con la implementación de protocolos para el Control Sanitario en todas las terminales aéreas y en las propias instalaciones hoteleras, el territorio buscará remontar las vicisitudes del año más difícil de las últimas décadas.
Justamente, entre las prioridades de Cuba para encausar su economía en la era pos COVID-19 se encuentra la industria sin chimeneas, que deberá superar los avatares precedentes y retomar la senda de la recuperación en el periodo 2021-2022.
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