Tokio 2020: Leuris Pupo y su brazo derecho bendito en el Olimpo (+ Fotos)

Tokio 2020: Leuris Pupo y su brazo derecho bendito en el Olimpo (+ Fotos)
Fecha de publicación: 
2 Agosto 2021
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Pupo se convierte en el mejor tirador cubano de todos los tiempos y único con doble podio bajo los cinco aros.

Pupo es un ser pausado, tranquilo, que profesa un inmenso amor por su familia, sus dos hijos, su esposa… Cuando encara el puesto de tiro con su pistola parece como si se dispusiera a disparar solo en el asteroide B-612.

Pero por dentro encierra una competitividad extrema; unos deseos de superación constantes; de colocar al tiro deportivo cubano, contra viento y marea y dísimiles avatares de infraestructura, fogueo internacional, y municiones que pesan como un contenedor de 40 pies, en la gloria del Olimpo.

Por eso lo vimos fruncir el ceño y disentir en esa penúltima serie de la final en la que, ya sabiéndose subcampeón quería lograr las cinco dianas para mantenerse al acecho del monarca francés Jean Quiquampoix y salir a disputarlo todo en la serie de vida o muerte. No pudo ser, en esa séptima ronda Pupo deshizo tres blancos, y en definitiva culminó plateado con 29; por 34 del galo, que igualó su plusmarca olímpica para segmentos decisivos y sumó el cetro a su bronce de río de Janeiro 2016.

Pero de que se convirtió en el mejor tirador cubano de todos los tiempos eso es innegable. Nueve años después de haber alcanzado la gloria suprema en Londres 2012 y a sus 44 años, el holguinero trasciende como el único cubano de la especialidad en repetir en un podio de premiaciones bajo los cinco aros. Honor incluso que pocos de otros deportes con mucha mayor tradición en nuestro país no han podido conseguir.

El camino no fue fácil, pocas competencias, varados al comienzo de la pandemia en Perú él, su coequipero Jorge Félix Álvarez Llanes y su avezado entrenador Meinardo Torres, la búsqueda de mecanismos alternativos para cumplimentar la preparación con bases de entrenamiento en El Salvador y España…

Todo eso sorteó Pupo para llegar al Asaka Shooting Camp donde con 583-21x (series de 290-293) accedió quinto al segmento decisivo. El resto, ustedes lo conocen, digo, aquellos que trasnocharon para verlo, pues sus series en esa instancia fueron de (3-5-4-4-3-5-3-2).

De Pupo destacar, además, que en seis ediciones de Juegos Olímpicos se ha comportado a un nivel supremo, el cual reseñamos a continuación:

  1. Sydney 2000: Noveno lugar con tirada de 584 a un puesto de los ocho clasificados, con el mismo puntaje que el octavo, pero por debajo en las series de desempate.
  2. Atenas 2004: Octavo escaño con tirada de 585. Ya el quorum de finalistas había sido reducido a seis.
  3. Beijing 2008: Séptimo en preliminares con 578.
  4. Londres 2012: Entró como tercero a la definición (586) y luego emergió monarca con 34 blancos “tumbados”.
  5. Río de Janeiro 2016: Con 583 pasó quinto a la definición. Esa misma plaza le deparó la final con 18 unidades.

Simplemente fenomenal. Gracias Leuris, por hacer que coronara mi desvelo con sonrisa de satisfacción plena, como si yo estuviese disparando balas a tu lado. Gracias por ese brazo derecho bendito, por tu personalidad, por encaminar junto a Meinardo a Jorge Félix, meritorio escaño 12 con 578-17x (287-291) entre 26 pistoleros clonados del “salvaje oeste”.

… “Estoy tranquilo, siempre se siente la lógica presión de esta serie. Estoy tranquilo y sé que podía tirar un poco mejor. Estoy muy agradecido con todos los que nos han ayudado para llegar aquí. Esta es la compensación por el sacrificio que hacemos a diario y es un sueño hecho realidad” … declaró al semanario deportivo Jit al término de su proeza.

Gracias, la gratuitud es mi disparo más certero ante tu grandeza y humildad.

 

Yaimé: De bronce y orgullo, pasados por agua.

Tenía la discóbola Yaimé Pérez cita con los dioses del Deporte Rey y los del Olimpo. La había pactado desde Doha 2019, desde su título del orbe y dos victorias en Ligas del Diamante sucesiva en sus alforjas. En par de años se convirtió en la mejor de su especialidad y como tal llegaba a Tokio a refrendar ese reinado.

Si bien es cierto que en la campaña 2021 Yaimé atesoraba el tercer mejor registro (68.99 metros), precedida de la holandesa Jorinde Van Klinken (70.22) y la estadounidense Valarie Allman (70.01), Yaimé estaba ahí, signada por todos los entendidos y los amantes del atletismo, como aspirante al podio de premiaciones y al título.

Salió en busca de refrendar tales vaticinios con todo. Envió el disco a una órbita de 65.72 metros en su primer intento, un mensaje claro de aspiraciones a sus rivales, un golpe inicial de autoridad.

Que en definitiva fue refutado por la estadounidense Allman (68.98) en ese mismo intento inicial, y por la alemana Kristin Pudenz, apostando al mejor disparo de su vida (66.86).

En lo adelante, con la caprichosa presencia de la lluvia, que hizo mella en el círculo de lanzamientos y en la técnica de las discóbolas, quienes en lo adelante cometieron más fouls y disminuyeron lógicamente sus rendimientos, la secuencia de la discípula de Hilda Elisa Ramos fue la siguiente: (62.16-63.20-65.20-x-x).

Yaimé lo intentó con todos sus recursos, ese también es un premio mayúsculo, el del esfuerzo. A su palmarés contundente, añade ahora el bronce bajo los cinco aros, mismo rendimiento que alcanzara Denia Caballero en Río 2016.

Uno siempre tuerce por los suyos, hasta la médula, y el simple hecho de ver la bandera desfilando una vez más por el Estadio Olímpico, merece la pena.

Por esa razón le concedo mi aplauso eterno a la pertiguista Yarisley Silva, una guerrera perenne, y quien nuevamente se cita en una final olímpica al acceder a los 4.55 metros exigidos para incluirse en dicho segmento. Yarita inició su secuencia a la altura de 4.40 metros, y la validó sin contratiempos. eso antes de pasar sobre la varilla a 4.55 en su segunda ejecución, válida para culminar cuarta en su llave B clasificatoria, entre las 12 agraciadas a la discusión de las preseas, privilegio reservado para 15 garrochistas.

Por eso también aplaudo a la Zurian Echevarría, pese a no haberse clasificado para la final y cruzar cuarta en su manga semifinalista. Zurian, quien ya había llevado su tope personal hasta 54.99 en preliminares también estuvo marcada por la lluvia. Sus piernas hicieron el máximo de esfuerzo, uno que con 55.21 le mereció el puesto 12 entre las 24 inscritas a semifinales.

El aplauso al mérito y el esfuerzo. Yaimé es una de las mejores discóbolas del planeta.
El sabor del podio olímpico, incomparable para Leuris, muy técnico y calmado en la definición.
El campo y pista ha rendido buenos performances en Tokio, con una plata y dos bronces.
Una vez más Yarisley Silva da muestras de su calidad a la hora cero.

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