Tokio 2020: El Alba salió de bronce y Cuba abre medallero

Tokio 2020: El Alba salió de bronce y Cuba abre medallero
Fecha de publicación: 
27 Julio 2021
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Alba abrió el medallero de Cuba y consiguió su ansiado metal en su segunda incursión bajo los cinco aros. Foto: EFE

Cuba finalmente abrió el medallero en los Juegos Olímpicos de Tokio. Lo hizo en una apusta por las patadas sobre el dojang del taekwondoca Rafael Alba Castillo. Con jornada fragmentada, el desaliento tras verlo ceder en su pleito inicial 8-11 frente al macedonio del norte Dejan Georgievski, y un montón de dudas sobre los hombros seguí de cerca su rendimiento.

Invoqué hasta a los orishas para que el joven europeo de 22 años avanzara en el organigrama hasta la discusión del cetro, para ver si el santiaguero de 2.02 metros de altura y doble campeón mundial se mantenía con vida. Georgievski estuvo en una tarde noche iluminada, cual castillos de naipes fueron cayendo sus rivales en su trampa de patadas y puños, y con una precisión táctica quirúrgica llegó hasta la definición, donde el ruso y número uno del ranking Vladislav Larin (15-9), detuvo su sueño.

De cualquier manera, el macedonio tuvo una justa de ensueño, al derrotar igualmente de forma convincente al marfileño Seydou Gbane (9-4), y luego 12-6 en semifinales al sudcoreano Don Kyo In.

Alba, no tan iluminado, pero el podio siempre sabe a gloria

Desde mi modesta opinión Alba padeció una especie de pre arranque en su pleito inicial. En ese primer asalto frente a Georgievski apenas marcó un punto, recibió cinco, se le vio demasiado cauteloso al iniciar acciones y tácticamente el plan de buscar patadas a la cabeza, de mayor puntuación, no funcionó.

Pese a su menor estatura su rival fue más preciso en el golpeo y en dos ocasiones logró conectar con el puño, cuando Alba atacó y quedó un tanto desprotegido.

La reacción del indómito llegó en el tercer parcial, pero con una desventaja de ocho tantos era muy difícil de revertir el duelo. De hecho, los marcadores de los tres asaltos (1-5, 2-5, 5-1), reflejan la intención y el esfuerzo de nuestro taekwondoca, quien luego en zona mixta le confesó a la colega Eyleen Ríos:

“Fue un combate difícil, no me esperaba que fuera así, ni que ese fuera el marcador final. Es un peleador que ha evolucionado mucho, ha venido con muy buena trayectoria y lo demostró ahora.

En el último asalto uno emplea todas las armas porque ya da lo mismo perder por uno que por 10 puntos, intenté buscar mayor cantidad de técnicas para revertir el marcador y eso es algo que no puedes intentar desde el principio para evitar un fallo y que el contrario tome eso a su favor”, aclaró sobre el evidente cambio de táctica mostrado en el cierre del combate.

Profundizando en su rendimiento, solo dos patadas efectivas tuvo Alba en ese combate, una al cuerpo, y otra a la cabeza, además de un golpe de puño efectivo y las restantes unidades por Gam-jeon o amonestaciones de su rival.

En lo adelante, sus otros dos pleitos, fue como si hubiesen clonado al doble campeón mundial. Con el marfileño Gbane a quien en definitiva doblegó 8-2, siempre tuvo la iniciativa (4-1, 2-0, 2-1), dominando los tres tiempos de combate, y desterrando las dudas sobre si iniciar acciones ofensivas o no. Confiando más en su sobrada calidad me atrevería a decir. Aquí igualmente dos patadas al cuerpo y dos golpes de puño fueron las claves ganadoras para Alba.

Su oponente, sin recursos prácticamente y ante la desventaja, fue amonestado en dos oportunidades en ese último round.

Llegaría el pleito decisivo por bronce, frente al chino Hongyi Sun, un pleito que significaba la redención o el regreso a casa nuevamente con la espina de no acceder al podio clavada. Podía aparecer el fantasma de Río cuando el uzbeko Dimitry Shokin se le atravesó en el camino, pero Alba no estaba decidido a chocar dos veces con la misma piedra.

En un primer asalto de notoria cautela, sin golpes efectivos culminó 1-0 delante por una amonestación. Sacó mejor provecho en el intermedio con una patada al cuerpo certera y llegó a estar igualado a cuatro el tanteador en el decisivo, cuando Sun le conectó una patada al cuerpo. Alba forzó, puso la doble tracción en sus piernas y buscando ese anhelado punto forzó la monestación de su adversario.

Las dudas y las interrogantes están, máxime hablando de un doble rey del orbe y quien además, antes del 2-1 como saldo en Tokio, había vencido en 59 de sus 73 peleas en la arena internacional, para un sólido 80.8 por ciento de efectividad, dividendos a los que sumaba 703 puntos propinados y su condición de tercer hombre en el ranking de preclasificación entre los inscritos. En definitiva puesto al que le hizo honor con su bronce.

La redención existe, Cuba abre el medallero en Tokio, no de la forma anhelada, pero en definitiva la presea y la felicidad de Alba es la de todos. Cabe reconocer que a este nivel, y con la calidad sobrada de Alba, se cumplieron los criterios de efectividad, pues la disciplina, con un solo representante, devolvió a Cuba al medallero, tras precisamente el bronce de Robelis Despaigne en Londres 2012.

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