Talento musical de niños enlaza en París a Francia y Cuba
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Niños y adolescentes franceses de la asociación Pequeñas Manos Sinfónicas ofrecieron hoy en la embajada de Cuba en esta capital un espectáculo musical vibrante y lleno de emociones, velada que borró la distancia geográfica entre ambos pueblos.
Durante dos horas el lenguaje de la cultura creó una sintonía perfecta entre las talentosas manos y voces de los bisoños artistas y un amplio público integrado por diplomáticos y amigos de la isla en suelo galo, quienes con cerradas ovaciones supieron recompensar la propuesta.
En la primera parte, una orquesta deleitó a los presentes con su repertorio de sinfonías, mientras que en la segunda una gran banda de jazz compartió con sello propio temas que han sonado por décadas y enamorado a generaciones de cualquier continente.
La Vie en rose, de la legendaria Edith Piaf, y los clásicos Autumn leaves, compuesta por Joseph Kosma e inmortalizada entre otros por Ray Charles y Nat King Cole; Summertime, de George Gershwin; Over the Rainbow, de Harold Arlen, y Frenesí, del mexicano Alberto Domínguez, calaron hondo.
En tiempos de inquietud por el redoble de los tambores de la guerra, se agradeció la interpretación de Le Déserteur, escrita en 1954 por Boris Vian, una verdadera oda a la paz y contra el militarismo.
Las sorpresas quedaron para el final, con una hermosa presentación por las bandas del himno nacional de Cuba, y un cierre por todo lo alto con el Mambo número 8 de Dámaso Pérez Prado.
Muchas gracias a Pequeñas Manos Sinfónicas por esta noche inolvidable y sus mensajes de paz y de amistad, señaló al culminar la velada el embajador de la nación antillana en Francia, Otto Vaillant.
El espectáculo fue promovido por Maïté Lemire de la asociación Cuba Linda, junto con el director y fundador del proyecto, Eric du Faÿ, a quien acompañó al frente de la gran banda de jazz Michael Steiman.
En diálogo con Prensa Latina, du Faÿ comentó que Pequeñas Manos Sinfónicas acumula casi 20 años de experiencia bajo la motivación de unir mediante la música a niños y adolescentes de diversas edades.
Ya son más de 10 mil los que han formado parte de esta aventura, que se traduce en unos 90 conciertos al año y la participación en festivales en Normandía, Bretaña y Córcega, abundó.
El director de orquesta expresó su admiración por Cuba y compartió la idea de organizar en un máximo de dos años un proyecto que lleve a Pequeñas Manos Sinfónicas a actuar en la isla y traiga a suelo galo a niños cubanos vinculados con la música.
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