Serie Mundial de Boxeo: regreso excelente para Cuba
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Con lo difícil que se hace conseguir topes para nuestros boxeadores, el anunciado regreso de la Serie Mundial de Boxeo (WSB) se antoja agua de mayo para dar fogueo a una nueva generación que necesita quemar etapas para alcanzar metas superiores.
La WSB se lanzó inicialmente en 2010, con 12 equipos en representación de igual cantidad de franquicias y países de todo el mundo, pero dejó de existir en 2018, lastrada por problemas económicos que pretenden solventar ahora con un cambio de marca.
Con el objetivo de reunir a los mejores boxeadores amateurs y algunos profesionales, el nuevo programa apunta a llegar más alto que nunca, y aunque todavía no se sabe si mantendrá la fase de grupos regional, sí se conservarán los premios en metálico y puestos de clasificación olímpica en juego, esto último si en definitiva la Federación Internacional de Boxeo (IBA) y el Comité Olímpico Internacional (COI) llegan a un entendimiento.
Los Domadores de Cuba y los Lobos de Astana dominaron sus versiones precedentes con tres títulos cada uno, en eventos que vieron, además de los cubanos estelares como Julio César la Cruz, Arlen López y Lázaro Álvarez, a otras figuras que luego ganaron renombre en el profesionalismo como los ucranianos Oleksandr Usyk y Sergiy Derevyanchenko, el francés Tony Yoka, el británico Michael Conlan y el estadounidense Rau'shee Warren, por solo mencionar algunos, además del uzbeko Hasanboy Dusmatov y el francés Sofiane Oumiha, recientes concursantes en los Juegos de parís 2024.
El retorno de la WSB está pensado para 2025 y todavía no se ha definido formato y concursantes, pero desde ya es una excelente noticia para el boxeo cubano, cuyas pobres actuaciones recientes en certámenes internacionales le deben mucho a la inexperiencia de sus representantes.
Aunque sea en combates semiprofesionales, enfrentar a rivales europeos fundamentalmente será de mucha valía para nuestros púgiles, que como hemos dicho en otras ocasiones tuvieron que dar el paso al frente y convertirse en primeras figuras antes de tiempo.
No obstante, en el caso cubano la lid pudiera servir también para extender las carreras deportivas de esas leyendas que mencionamos más arriba, que ya quizás no pueden sostener el ritmo de peleas diarias de un certamen amateur, pero sí brillar en noches aisladas y seguir dando alegrías a sus seguidores, sin frenar el ascenso de sus relevos.
Según se adelantó, las nuevas franquicias pudieran tener también representación femenina, así que en ese caso el saldo sería doblemente importante para el boxeo antillano, urgido de potenciar a las féminas dentro de las 12 cuerdas luego de su estreno tardío en el contexto internacional.
Cualquiera que sea el destino de la competición, será un espaldarazo para Cuba, de eso estamos seguros.
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