Saldremos de esta adversidad; y seremos más fuertes

Como si estuviese predestinada a saltar por sobre sí misma y a crecerse lo mismo ante un encarnizado cerco enemigo que ante golpetazos incesantes de la naturaleza, Cuba recompone sus fuerzas todos los días y sigue encontrando caminos y salidas. De tal capacidad para saltar e iluminarse mientras más difícil luce el panorama, habló en más de una ocasión, este jueves, el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa.

Los escenarios por él vistos no movían a otro tipo de pensamiento: Las provincias de Santiago de Cuba y de Granma formaron parte de una agenda que buscó pulsar de primera mano cuántas afectaciones dejó por esos territorios el paso de la tormenta tropical Eta.

Bien temprano en la mañana llegó Salvador Valdés a tierra santiaguera, donde el primer momento del recorrido allí fue la reunión con el Consejo de Defensa Provincial. El intercambio con las autoridades locales sirvió para saber cuánto ha habido que hacer desde que las lluvias cayeron con intensidad.

En voz de la gobernadora de Santiago de Cuba, Beatriz Johnson Urrutia, pudo saberse que en el momento más difícil fueron trasladadas para su protección más de 7 719 personas, las cuales ya retornaron a sus hogares. Hubo daños en los servicios eléctricos, caminos incomunicados, pérdidas en la agricultura. Y al respecto el Vicepresidente quiso saber sobre las estrategias trazadas en el territorio para retomar el paso lo antes posible.

Preguntó por los granos caídos de café, por la yuca que ha podido salvarse, por la disponibilidad se semillas, por diversos temas, casi todos muy relacionados con el asunto, medular para Cuba, de la producción de alimentos.

De todos modos, como en esta Isla amada sabemos sopesar cuánto hemos ganado o perdido en medio de la adversidad, Valdés Mesa dijo algo que vale la pena meditar: la caída de las aguas en una zona casi siempre azotada por la sequía, tiene su arista en positivo; a corto, mediano y largo plazo, esa humedad es un respiro para suelos a los que no se les da fácil el verdor que puede verse en estas horas.   

“De todo esto vamos a salir; y vamos a salir fortalecidos”, expresó Salvador Valdés en la reunión inicial, y después volvió sobre esa certeza. En Santiago el recorrido llegó hasta el municipio Guamá, donde el peligro fue real por la acción de las lluvias y el consiguiente riesgo de inundaciones. Y en ese municipio el Vicepresidente estuvo en la Unidad Empresarial de Base (UEB) La Granjita, para conocer detalles sobre un módulo pecuario.

Muy interesante resultó el diálogo que rato después sostuvo Salvador Valdés con un joven que cría cerdos en el asentamiento Chivirico del municipio Guamá. “El ser humano no puede ir para atrás”, dijo Raudeli Cusa al Vicepresidente que ya le había preguntado sobre cómo hace para alimentar a los animales.

Hay que usar la caña, las plantas proteicas, todo lo que se pueda para avanzar en el tema de la alimentación animal, “poco a poco para avanzar, porque esa es la salida, es el camino, es el tránsito más corto para poder elevar la producción de carne porcina”, dijo el Vicepresidente de la República, quien no pasó por alto que en un tema como este la caída ha sido grande si se toma como referencia al 2018 que fue una etapa de buenos indicadores.

Por otra parte, acotó, no es sostenible seguir importando el alimento animal. Entonces, reflexionaba Salvador Valdés, qué tenemos nosotros: la tierra; y hombres con voluntad de hacerla producir, para que ella ofrezca las proteínas con las cuales desarrollarel ganado.

Después llegó el momento de hacer camino hacia el municipio de Contramaestre, donde el intercambio del Vicepresidente con un joven que trabaja la tierra dada en usufructo fue la oportunidad para que Valdés Mesa expresara que tenemos salida ante el bloqueo y antes los golpes de la naturaleza. Porque lo más importante, destacó, es la fortaleza del pueblo, y esa no nos falta.

Ante el joven productor de 23 años, Joan Daniel García, y a los presentes que le acompañaban en un viaje que mostró a una Cuba diversa, hecha de muchos paisajes a los que la Revolución unió en un eje común de humanismo, Salvador expresó:aquí hay que sembrar, sembrar, sembrar, y hacerlo rápido, antes de que coja fuerza la hierba. Quizás con estas aguas se echó a perder un poco el surco, pero es necesario resurcar y sembrar, con la ventaja de que los vientos no tumbaron, como sí en otros lugares, el plátano o el maíz.

De las afectaciones en Santiago de Cuba, el Vicepresidente destacó que lo primero es no haber perdido vidas humanas, al tiempo de que los daños en la agricultura tampoco fueron de envergadura. “Aquí sí hay un beneficio a corto, mediano y largo plazo, las aguas que cayeron hay que aprovecharlas, todo está verde, uno lo puede apreciar desde el helicóptero, vino bien toda esta lluvia porque la zona oriental sufre mucho de sequía”.

En la provincia de Granma, a la cual llegó luego el Vicepresidente, las afectaciones en cultivos, en construcciones y caminos fueron notables. Por eso, en la reunión que tuvo lugar con el Consejo de Defensa Provincial, Salvador Valdés expresó que habrá que seguir trabajando con la misma agilidad, energía y sensibilidad con que siempre los hijos de esa tierra han sabido salir adelante.

“Lo más importante, valoró, es cómo se ha actuado para garantizar la alimentación, el agua, los servicios básicos;  que (estos) se hayan reestablecido con tanta rapidez. El curso escolar va bien. Hay una respuesta enorme (…), esas cosas nos estimulan a avanzar”.

Cuando, luego de haber vivido largas jornadas de travesía en helicóptero Salvador Valdés llegó al municipio granmense de Pilón, se produjo algo que, a pesar de ser un suceso frecuente entre cubanos, siempre conmueve: pobladores allí reunidos saludaron al Vicepresidente; dieron muestras de optimismo, dieron un viva fuerte a Fidel; y otra vez quedó claro que, como si la Isla estuviese predestinada a hacerlo, saldremos otra vez de los problemas grandes, o pequeños, que la vida intente formularnos.