Rubén Breña: “Dejé de hacer teatro y me dediqué al medio televisivo”

Rubén Breña Río es un actor al que la vida lo condujo por caminos difíciles y llenos de emoción. Al realizar el servicio militar, comenzó a participar en actividades culturales, que propiciaron su entrada en el Conjunto Artístico de las FAR, como trabajador civil.

Junto a intérpretes de otras manifestaciones artísticas, integró espectáculos que se presentarían ante las tropas internacionalistas en el Congo, Etiopia, Angola, y Nicaragua, visitando en varias ocasiones los frentes de guerra, al llevar un rato de alegría a los combatientes cubanos.

Los teatristas se trasladaban por carretera, sumados a las caravanas y otros, se desplazaban a campo traviesa, con uniforme y AK, burlando la muerte. Junto a otros actores, Breña integraría el Grupo de Teatro Zafarrancho, como parte del Conjunto Artístico de las FAR. En este colectivo tuvo la oportunidad de ser dirigido por Miguel Lucero y Tito Junco, hasta asumir la dirección general de la agrupación.

Continuó su vida teatral en el grupo Trotamundos, dirigido por Verónica Lynn y gana reputación en televisión, destacándose por la sobriedad de recursos expresivos y verdad escénica que fue logrando, en cada una de sus actuaciones.

Son muchos los personajes que hicieron de él, un actor querido y admirado por el público en diversos espacios televisivos, entre ellos, Capitán Rolando, Cuando el agua regresa a la tierra, Tierra Brava, Sí me pudieras querer, Al compás del son, Destino prohibido y muchas producciones más.

En el cine participó en Guantanamera, Amor Vertical, Mambí, Habanecer, Pon tu pensamiento en mí, La vida en rosa, Valeria descalza, Personal Belongings y otros filmes. Ha recibido premios de actuación masculina en televisión.

De igual modo recibió mención en el Caricato por la obra El 19, el Premio Mariposa por Tierra Brava, Premio Festival de Televisión por la novela Al compás del son (2005), además del Premio Festival de Televisión por la obra Emma Sunz y el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida en el 2019.

El actor junto a sus compañeros de escena Manolín Alvarez, Nieves Riovalles y Miriam Socarrás, ocupa la atención de todos, al interpretar personajes protagónicos en la telenovela al aire, Vuelve a mirar. Los cuatro artistas recibieron el Premio Pequeña Pantalla 2021, reconocimiento que entrega la dirección de la televisión para enaltecer la labor de trabajadores e instituciones de significativa trayectoria en el quehacer televisivo, atendiendo a los aportes realizados.

Acerca de Breña el actor Manolín Álvarez aseguró: “Es muy profesional y muy serio para el trabajo, al mismo tiempo es muy divertido porque algunas personas piensan que tiene un carácter ácido y realmente es todo lo contrario, es un sol”.

“Nos llevamos muy bien, somos más que amigos y hablamos frecuentemente por teléfono, aunque haya terminado la grabación de la novela. Sobre su método de trabajo te diré que, aunque se aprende el texto, busca la manera más diáfana y comunicativa de expresarlo. Me sentí muy cómodo trabajando con él”, significó.

Nieves Riovalles tuvo en Tierra Brava, una de sus primeras experiencias audiovisuales, compartiendo con Rubén la mayoría de sus intervenciones. La actriz rememora la telenovela dirigida por Xiomara Blanco, como muy gratificante para todo el elenco que intervino, gracias al nivel de aceptación alcanzado y lo importante que resultó para sus carreras.

Feliz con el resultado en pantalla de Vuelve a mirar, producción que ha recibido la aprobación del público y la crítica, Riovalles se refiere a Rubén Breña, de la siguiente manera: “Es un actor excelente, muy intuitivo y profesional. Nuestro trabajo fue arduo porque nuestros personajes tenían mucha participación lo que equivale a memorizar mucho texto, pero siempre nos entendimos, logrando una magnifica comunicación”.

El joven actor Joel Casanova, quien interpreta el personaje de Reinier en la novela comentó: “Trabajar con Breña fue un lujo, un honor. Lo admiraba desde antes, conocerlo me permitió ver que es una excelente persona, muy jaranero, pero con un gran nivel de concentración. Improvisa mucho, su técnica parte de saber escuchar y responder en consecuencia. La pasé muy bien con él, pues te hace ameno el trabajo, te ayuda a relajarte”.

Al entrevistar al propio Rubén Breña sobre el impacto de la televisión en su vida profesional, afirma: “En el año 1995, dejé de hacer teatro y me dediqué por entero al medio televisivo, el cual me resulta muy atractivo y me satisface muchísimo. No me fue difícil adaptarme a esta forma expresiva, pues en el teatro nunca fui un actor enfático, sino más bien natural”.

Sobre el gozo que le han dejado sus variados personajes, aclara: “Uno nunca queda satisfecho por la premura con que se trabaja, un ritmo que me parece apresurado, más allá de la lógica. A veces quieres repetir una escena y no es posible por las exigencias de cumplir el plan”.

Entre los momentos más significativos de su carrera, el actor los recuerda el teleplay con Rolando Chiong, dividido en dos partes titulado Blue Azul, junto al desaparecido actor Tito Junco, “que me complació mucho”, explica. Y añade: “Lo mismo me sucedió con Cuando el Agua regresa a la tierra, de Mirta González Perera y Al Compás del Son y Santa Maria del Porvenir, también dirigidos por Chiong”.

La reiteración del nombre de Rolando Chiong como máximo responsable de la mayoría de los trabajos preferidos de Breña, me hace interesarme en los motivos por lo que este actor y otros colegas, distinguen a ese director: “El Chino Chiong dirige actores, sabe lo que quiere y te lleva a conseguirlo. No subordina la calidad del trabajo a las exigencias de la producción, por lo que me gusta colaborar con él, siempre que me llama. Está preparando una serie sobre Frank País y ya ha pensado en un personaje para mí”.

Breña Río comparte su preferencia por los personajes negativos, pues les encuentra más aristas, mayor libertad para crear y considera que los caracteres positivos escritos para la televisión, generalmente no contienen las contradicciones entre virtudes y defectos de los seres humanos.

En el personaje protagónico que interpreta en Vuelve a mirar, ha sabido sacar partido a los matices. Sobre este tema, manifiesta: “Luis Manuel fue diseñado desde la escritura con una evolución en la trama, pero por mi parte, traté de enfatizar esos contrastes para interpretarlo de una manera más interesante y atractiva”.

Rubén Breña disfruta explorar las emociones y sensaciones que acompañan a los personajes y transitar por ellas, unas surgen basadas en vivencias propias y otras incorporadas a su vida, gracias a las exigencias de las caracterizaciones. Ahora no cuenta con materiales para pintar y completar de esa manera sus necesidades artísticas, pero sus inquietudes se mantienen vivas por ser, ante todo, un creador.