Riesgos del equilibrista: una pausa para la poesía.

Entonces,
entre el oro del fuego, la caverna
de la gran boca. Un huracán susurra
“había una vez…”
Y nace todo
Eliseo Diego

Conversar con Enrique Carballea es siempre un placer (perdonen lo cliché de la frase). Recuerdo el día que lo conocí. Vino a Matanzas a presentar “Los amores del diablo ilustrado”, uno de los tantos discos que ha producido durante su carrera. Esa madrugada todos nos quedamos descargando en el malecón de Narváez. Todos menos él. Él se fue muy temprano. Pensé que seguro estaba cansado de tantas descargas trovadorescas en su vida.

Enrique Carballea, en sus cuarenta años como productor ha trabajado con importantes músicos cubanos como Santiago Feliú, Sergio Vitier, Emiliano Salvador, Donato Poveda, y Frank Delgado.

Ahora que he tenido la posibilidad de conversar con él más detenidamente, no ya desde la lejanía del público, encuentro que siempre tiene algo que contar. En buen cubano: “no tiene pa´ cuando parar”.

¿De dónde viene la idea de hacer un disco homenaje a Eliseo Diego?

La culpa la tiene Pedro Luis Ferrer. Cuando yo trabajé con él en los años 80 hicimos un concierto en el de teatro Hubert Blanck un 2 de enero del año 1984. Era lunes, y el concierto se tituló “La eternidad por fin comienza un lunes”, que es un poema de Eliseo.

Por esas maravillas que te pasan en la vida, quien abrió el concierto fue Eliseo leyendo poemas y después Pedro Luis Ferrer cantó la musicalización de “La eternidad...  

Ese día conocí a Eliseo. Yo era como Tamayo en el cosmos, mirándolo, mirándolo, y oyéndolo. Por primera vez en mi vida yo estaba ante una persona de tal estatura. Me pasé todo el tiempo en silencio.

En el año 1992, yo fui a su casa y me impresionó cuando llegué verlo en el pasillo de la calle E tirando tacos con su nieto Ismael. Ahí sí le hablé, de aquel concierto, de sus poemas…

Desde que entré ayer en el estudio pienso en esos dos momentos de mi vida: haberlo visto leyendo sus poemas, y haberlo visto jugando tacos. Entre la seriedad y el juego, y por ahí va la música.

Hace como dos años empecé otra vez a jugar con el tema en mi cabeza. Me sorprendió el 100 aniversario con un proyecto ya pensado. Entonces fui a la casa de mi amigo Fidelito Díaz Castro y me facilitó 40 tracks con su voz y ahí me di cuenta por donde iban los caminos.  

Si algo supe desde el primer momento es que no quería musicalizar todos los temas, sino que los músicos (a los cuales yo respeto mucho y que son unos virtuosos de Cuba), jugaran con la poesía y la vida me está sorprendiendo.

¿Qué músicos participan en Riesgos del equilibrista?

En el disco participan Carlo Fidel Taboada, Fidel Díaz Castro, Michel Portela y Leonardo García, que musicalizan uno de los textos. También Horacio “El Negro” Hernández, Javier Salva, Nolan González que es su primera composición, Yoandy Argudín, Hernán López Nussa.

¿Qué disquera representará el fonograma?

Yo le presenté el proyecto al Ministerio de Cultura, porque creo que es un proyecto para ellos. Las brújulas de las disqueras miran hacia otro lugar y en el ministerio lo acogieron con tremendo cariño, entre Alpidio Alonso y Fernando Jacomino. Se lo tomaron muy en serio y me respondieron muy rápido que era una alegría representarlo.

¿Cuándo saldría al mercado?

Yo pienso terminar el disco en unos 15 días, ahora pararé una semana porque el ingeniero estará de viaje. Me faltan tres temas por grabar.
La salida al mercado sí depende de la industria que está deprimida por la pandemia, pero, de todas formas, pienso que vale la pena que salga este año porque el del centenario y vamos a hacer todo lo posible porque esté a tiempo.

Paralelamente al disco va un audiovisual con la asesoría de Josefina Diego, que nos ha abierto amablemente los archivos de Eliseo.

Lo que más me impresiona es su caligrafía. Haber leído poemas escritos a mano por él,  en su casa y conocer en voz de Josefina como transformó su letra con el paso de los años hasta que él se sintió poeta y ya ahí la letra tiene la magia de su poesía. Estar ahí, ver sus archivos, sus fotos, su estudio, sus muebles, su biblioteca, todo eso me genera un entorno que me emociona cantidad.

En estos tiempos de tanto ruido, ¿qué importancia crees que tiene un disco como este?
 
Andamos como una película japonesa de Kurosawa que yo vi hace mucho tiempo que se llama Dodes'ka-den. Todo se desarrollaba en un amasijo de chatarra. Creo que la cabeza de nosotros está ahora mismo como un amasijo de chatarra con todo lo que está pasando últimamente y hay que hacer pausas de poesía.

Si esto te sirve en un momento determinado para reflexionar, pensar, o sencillamente para saber cuál es tu lugar en el mundo, aunque sea cinco minutos, creo que vale la pena.

Los diez poemas que se han escogido tienen un espectro muy amplio de pensamiento. Creo que está filosóficamente el pensamiento de Eliseo y es además muy contemporáneo. Me parece maravilloso.

Yo soy simplemente un portador de esas ideas. Te confieso que es el disco más humilde que he hecho en mi vida. ¿Tú sabes cómo se llama el disco? Se llama Riesgos del equilibrista porque es el riesgo total en el que estamos metidos todos. Musicalizarlo a él es un riesgo total, y estamos en ese equilibro maravilloso que es la duda tremenda del arte y eso es lo que yo siento desde que llegué a este estudio, como si yo nunca hubiese hecho un disco y me emociona mucho entrar en esa frecuencia de la duda. Me encantan todas las dudas que tengo ahora mismo.
Carballea se retira sonriendo. En el estudio graba ahora Carlo Fidel su musicalización del poema Mientras como este pan. Hay ajetreo y se trabaja, entre cámaras, micrófonos, luces, partituras. Carballea está ocupado, pero se nota que está feliz, porque sabe que con su trabajo abre un necesario espacio para la poesía.