Recuerdos de Graziella Pogolotti en el centenario de Cintio Vitier

La escritora Graziella Pogolotti afirmó que con Cintio Vitier comprendió que toda obra de creación se sostiene en la humilde, sistemática y rigurosa tarea de cada día.

En su artículo titulado En el centenario de Cintio Vitier, que hoy publica Juventud Rebelde, la intelectual cubana evocó que Cintio, desafiando la humedad y el calor extremos se sumergía en los polvorientos almacenes de la Biblioteca Nacional José Martí para rescatar documentos olvidados.

De Cintio expresó que formaba parte de los escritores y artistas que, por el alcance y la dimensión de su obra, ingresarían para siempre en la historia de la cultura cubana.

Allí estaban los pintores Mariano Rodríguez y René Portocarrero, reconocido el primero por la imagen de sus gallos y el segundo por el acercamiento esencial al entorno de la ciudad. Destacaban en esa generación escritores de la talla de Eliseo Diego, Fina García Marruz y Cintio Vitier.

Poeta siempre, Cintio desarrolló una importante obra como ensayista. Sistematizó el legado del grupo Orígenes y lo integró al proceso histórico de la cultura nacional en su imprescindible Lo cubano en la poesía, aseguró.

Años más tarde, en pleno batallar revolucionario, entregó otro referente clásico, Ese sol del mundo moral, narrativa que evoca la corriente de espiritualidad, impronta que define el devenir subyacente en lo que somos.

“La Revolución no te dice, cree, la Revolución te dice, lee”, había afirmado el Comandante. Emprender esa misión, cuando todavía estaba en marcha la Campaña de Alfabetización, requería el cotidiano fermento de ideas en el que participaban el historiador marxista Juan Pérez de la Riva y los poetas católicos Eliseo Diego, Fina García Marruz y Cintio Vitier. La erudición y la poesía iban de la mano en una acción social concreta, opinó Pogolotti.