Recordando: La Venus dorada

Recordando: La Venus dorada
Fecha de publicación: 
3 Diciembre 2022
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Cuando en 1956 la cantante francesa Edith Piaf visitó México y le preguntaron a quién le interesaba conocer, respondió sin vacilación: ¡A Ninón Sevilla! Genuina como pocas. Importantes críticos alabaron a la cubana, y el realizador Françoise Truffaut, en Cahiers du Cinema la comparó con Marlene Dietrich por la “fascinación de sus piernas perfectas, su mirada expresiva, sus gestos y bailes desafiantes, de enorme contenido erótico…”

En su juventud, Ninón Sevilla soñaba con ser monja misionera; luego enrumbó su camino hacia la danza y transcendió como una de las más célebres rumberas del cine mexicano en su Época de Oro. Personificó uno de los grandes mitos de esa cinematografía para la cual rodó numerosos filmes a las órdenes de diferentes directores como Alberto Gout, Emilio El Indio Fernández, Julio Bracho, Gilberto Martínez Solares, Fernando Rivero, entre otros.

Ella protagonizó películas muy controvertidas por sus tramas; a veces, de corte sensiblero, pero que forman parte de la historia del cine. En esa etapa, el cabaret fue uno de los escenarios preferentes. Hay que señalar que como saldo positivo estaba el despliegue de nuestros ritmos como el bolero, la rumba, el mambo y el chachachá principalmente. La notoriedad de Ninón llegó a muchos países e incluso en Hollywood intentaron contratarla, aunque siguió prefiriendo su trabajo en México, que había adoptado como su segunda patria.

FELIZ TRAYECTORIA

Nacida en la calle Merced, en La Habana, desde pequeña lo artístico vivía en ella de tal manera que con unas sábanas improvisaba un telón y actuaba para sus amiguitos del barrio, que según contara le pagaban con brillantes botones; los había de todos colores y formas, prefería unos dorados que con celo atesoraba en una caja de zapatos, su gran tesoro.

Por esa época, cada vez que podía se escapaba de la casa si había un toque de cajón en un solar cercano. Aprendió lo que es la verdadera rumba, la más auténtica sin estilizaciones. No era de extrañar que en los carnavales arrollara tras las congas en su desfile por el paseo del Prado. Fueron muchos los regaños, de la madre a quien intentaba  obedecer, pero le era imposible porque tras aquel repiqueteo de tambores los pies se le iban.

Ganó un premio en un concurso de baile y otro en un certamen radial donde interpretó El limpiabotas. Luego, debutó en el coro del cómico Trespatines en el Teatro Martí y formó pareja con el rumbero Horacio. Se presentó en los cabarets Edén Concert, Zombie Club y Sevilla. Había cambiado su nombre poco atractivo de Emelia Olimpia Pérez Castellanos por el más llamativo de Ninón como el de la cortesana y escritora francesa Ninon de Lenclos.

Contratada por el Teatro Lírico arribó a México en 1946. Hubo buena propaganda y hasta la bautizaron como La Reina del Trópico. Actuó en el Teatro Degollado, de Guadalajara, en la compañía de Libertad Lamarque al formar parte de un espectáculo que la cantante de tangos centralizaba. Con su traje de guarachera, hizo suyo el escenario al interpretar con mucha gracia los pregones de su Isla. La argentina en esa ocasión quedó en segundo plano.

Probaría sus armas en el cine y la primera película que filmó Ninón fue Carita de Cielo junto a Benny Moré. A partir de esa cinta creció su filmografía en el llamado cine de rumberas, del que fue una de las máximas exponentes. Aventurera, de 1950, dirigida por Alberto Gout, y donde compartió con Agustín Lara, es estimada como la obra cumbre de ese género y el primer filme de ese país en el que se cantó a la liberación femenina; figura entre las 100 mejores obras de la cinematografía azteca.
 
En Cuba, actuó en Mulata, 1954, y Yambaó, 1956, esta última con música de su compatriota el compositor y director de orquesta Obdulio Morales. Cuando llegó el mambo, Ninón vibró a su compás; sería ella la que le propuso a Dámaso Pérez Prado que viajara a México a probar fortuna. Lo logró en grande. La actriz y bailarina fue la que coreografió los pasos de ese contagioso ritmo y Pérez Prado compuso especialmente para ella el mambo Maravillosa.

La artista trabajó con Enrique Jorrín quien conquistó al público con La Engañadora y su chachachá que además asumió la orquesta América de Ninón Mondéjar.

En el 2009 como premio a su trayectoria, Ninón recibió la Diosa de Plata “Dolores del Río”. Además, fue homenajeada en el 2014 por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y la Cinemateca de dicha nación. Su última cinta se tituló Rumbera caliente, 1989. De sus filmes tenía una especial predilección por el titulado Víctimas del pecado, que dirigió el Indio Fernández y tuvo la fotografía de Gabriel Figueroa, quien le entregó a la rumbera el Ariel conquistado por Noche de Carnaval.

Ninón realizó una estimable labor como actriz en varias telenovelas: Juicio de almas, 1964; Tú eres mi destino, 1984; María, la del barrio, 1995; La usurpadora, 1997, Rosalinda, 1999; Tres mujeres, 1999; El precio de un amor, 2002; Entre el amor y el odio, 2002; Amarte es mi pecado, 2004, Qué bonito amor, 2012. Actuó en las series para la TV: Mi generación, 1997; Central del abasto, 2008 y Como dice el dicho, 2011.

Aunque vivió la mayor parte de su vida en México nunca se desvinculó de su patria, y le tendió la mano a cuanto coterráneo solicitaba su ayuda. En uno de sus últimos viajes a Cuba, fue homenajeada por la UNEAC. La Venus Dorada, falleció a los 85 años, en Ciudad México, el primero de enero de 2015.

FILMOGRAFÍA

Superestrella de Producciones Calderón rodó las películas:

Carita de cielo, 1946; Pecadora, 1947; La feria de Jalisco, 1947, Señora Tentación, 1948; Revancha, 1948; Coqueta, 1949; Perdida, 1950; Aventurera, 1950; La piel desnuda, 1950; Sensualidad, 1950; Víctimas del pecado, 1951; No niego mi pasado, 1951; Mujeres sacrificadas (El recuerdo del otro), 1952; Aventura en Río, 1952; Llévame en tus brazos, 1953; Mulata, 1954; Amor y pecado, 1955; Club de señoritas, 1955; Yambaó, 1956; Mujeres de fuego (Lina, la mujer de fuego), 1958; Zarzuela 1900 (Música de ayer) 1959; Noche de carnaval, 1981; Las noches del Blanquita, 1981; El mexicano feo, 1982; Viva el chubasco (Pero, hombre, amigo),1983; Hoy como ayer, 1989; Jóvenes delincuentes, 1989; Rumbera caliente, 1982.

Comentarios

QUE ORGULLO DE MI CUBA, UNA ESTRELLA QUE BRILLA EN EL CIELO, CUBA ES MUSICA PARA EL ALMA, MI TIERRA QUE ADORO, Y SIEMPRE VOY A ESTAR CON MIS HERMANOS CUBANOS, FELIZ 2023 PARA TODOS, A GOZAR LAS FIESTAS. VIVA CUBA MI PATRIA QUERIDA.
bobadillaxiomara@yahoo.com

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