PENSANDO Y PENSANDO: En defensa de un beso

PENSANDO Y PENSANDO: En defensa de un beso
Fecha de publicación: 
3 Agosto 2022
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Cierta polémica ha causado en las redes sociales el beso de dos personajes en la telenovela cubana Tan lejos y tan cerca. El beso de dos mujeres, que en esa historia se aman.

Si hubieran sido hombre y mujer, por supuesto que no hubiera pasado nada. «Porque es lo natural», según algunos internautas. «¿Cómo le explico yo a mi hijo pequeño ese beso? Él no entiende esas cosas de mujeres que están con mujeres. Es un mal ejemplo, porque ese no es el modelo que quiero para mi hijo», se pronuncia alguien.

Vamos por pasos. Lo único que habría que explicar es que se trató de un beso de amor (bastante contenido, por cierto), y que el amor no se circunscribe a un «modelo» único, preestablecido.

Pero de acuerdo, es posible que usted esté en contra de la expresión de ese amor. Puede incluso que lo condene. O quizás no se anime a tratar de comprender. O no quiera pasar el trabajo de explicarle a su hijo...

Pues lo más elemental es que no permita que su hijo vea programas que no fueron concebidos para un público infantil. Así de sencillo. La televisión no tiene que asumir la responsabilidad de los padres. Un televisor se puede apagar sin que eso signifique un trauma.

Segundo tema: esa no fue una escena aleccionadora. No tuvo intenciones moralizantes, ni siquiera una vocación educativa.

Esa idea de que todo lo que se ve en una telenovela es «un ejemplo a seguir» es, francamente, superficial y pedestre. El beso en cuestión fue el resultado lógico de una situación dramática. Escamotearlo no implica que la situación no exista. Y la socialización de esa situación es un derecho inalienable del creador, que asume, por supuesto, los códigos del género.

Por favor, un poco de sentido común. Un beso entre dos mujeres no es un llamado o una exhortación a que todas las mujeres se besen. Usted bese a quien quiera (y quiera ser besado por usted). O no bese. Es su derecho.

Hay un equívoco una y otra vez enarbolado: «el derecho de los homosexuales es contrario a mi derecho, pues yo creo que ser homosexual es incorrecto, amoral, enfermizo».

No entremos ahora en un debate que tiene muchas implicaciones sociológicas, más allá de su planteamiento individual, más allá incluso de una visión científica del asunto. No es cuestión de caprichos.

Digamos, sencillamente, que nadie tiene el derecho de imponer su particular concepción del amor y las relaciones humanas a una colectividad: nadie puede plantear un «modelo» único e inapelable. Ni la colectividad puede venir a establecerle al individuo la obligación de amar (de ser) de una determinada manera. Los únicos límites son los de la convivencia, la paz y el respeto a la libertad y la dignidad del otro.

Ningún homosexual puede ir a exigirle a un heterosexual que deje de serlo. Un heterosexual tampoco puede exigirle eso a un homosexual. Un derecho no anula otro derecho. Y todos somos sujetos del derecho; convendría leer sobre el tema.

Llama la atención que el debate sobre el beso se origine a partir de una telenovela cubana, cuando no es la primera vez que dos personas de un mismo género se besan (incluso, apasionadamente) en teleseries y películas extranjeras transmitidas por la Televisión Cubana. Habrá que seguir «naturalizando» lo que es natural, sin pretender convertir a la televisión en el espacio didáctico por excelencia.

Si usted cree que, porque habitualmente no aparezca en la televisión, dos mujeres no pueden besarse (aunque, de hecho, muchas mujeres se besan habitualmente en la cotidianidad), le convendría actualizarse.

Y si no comulga con ese beso, si no puede soportarlo, cambie el canal. Así de sencillo.

Comentarios

Bueno es un tema muy debatido y habrà quienes esten a favor o en contra ,ya se verà en el futuro como evolucionarà estas expresiones de amor que llegaron para quedarse habra que aprender a convivir con ellas .Bemdiiciones solo recuerden todos somos seres humanos.
De acuerdo totalmente con Yuris. Hay que respetar a este mundo diverso, hay que ser empático, desprejuiciado. No entiendo el miedo a aquel que piensa o siente distinto, la sexualidad es algo tan personal como el gusto por escuchar determinado tipo de música o saborear un tipo de comida, nos corresponde decidir que queremos degustar y no puede sentirse ofendido quién elija un plato distinto. No hay nada ofensivo en el amor si se hace desde él.
He leido mucho de los comentarios que han escrito, en algunos coincido y en otros no, pero en casi todos se habla del derecho de unos y otros, pero recordando los programas hacemos cuba, se explicaba que una persona tenía derecho hasta el momento que viole el derecho de los demás, y digo que tanto derecho tienen las personas homosexuales a ser respetado, como tanto derecho tienen las personas heterosexual a ser respetado. Me pregunto, cuántas de las personas que hayan.bien las escenas de homosexualidad en la televisión, estaría de.acuerdo que se transmitirán por la TV las misas de la iglesia católica, las protestante, u otras denominaciones religiosas, o las testigo geova les tocaran a sus puertas para tratar de que se unan a su religión o simplemente escuchar lo que ellos tienen que decirle. Estoy seguro que muchos dirían que ellos no tienen derecho hacerlo y mucho menos están obligados a aceptarlo. Por eso pienso que cada cosa debe tener su espacio y su momento, así todos estaríamos complacido. Y recordar como alguien ya dijo, la TV es para los televidentes, no para escritores, ni guionistas, ni directores de TV. Seria saludable analizar estos temas antes de mostrarlos.
En cualquier momento los pedrastra con el tiempo se tendrán que aceptar como una preferencia sexual normal,al paso que vamos todo el que tenga sexo con animales o cualquier otra cosa lo verán como algo normal,al fin y al cabo esa es su preferencia,es algo muy desconcertante
Periodista quisiera ver la cara de su hijo pequeño tratando de entender: que el amor no se circunscribe a un «modelo» único, preestablecido, da risa su argumentación. El problema de este artículo se resuelve fácil: EL HORARIO DE LA NOVELA NO ES PARA LOS NIÑOS! Que están imponiendo a fuerza de concientizacion el pensamiento LTGB es un problema que a pesar de que nuestra indosincracia no tiene que ver con eso, se ha convertido en una política estatal, así que muy poco podrán hacer los que están en contra. Por lo tanto si no quiere explicar tapele los ojos, porque la que se avecina con la aprobación del nuevo código de la familia es surrealismo caribeño.
jvpescorpion66@nauta.com.cu

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