OPINIÓN: Panamericanos juveniles dejan buen sabor
LA MARTILLISTA cubana Yaritza Martínez obtuvo oro en el atletismo de los recién concluidos I Juegos Panamericanos Júnior, al lanzar el implemento hasta los 67.47 metros en su segundo intento. Foto: Calixto N. Llanes, enviado especial
Muy buen sabor dejó la primera versión de los Juegos multideportivos Panamericanos para menores de 23 años que acaban de concluir en Colombia.
La hermosa zona del Valle del Cauca vistió sus mejores galas para recibir a los jóvenes del continente en lo que fue una verdadera fiesta de amistad y colorido, y un eslabón importante para la formación de estos más de tres mil 500 deportistas de más de 40 países.
Para todos ellos debe ser esta la mejor experiencia de sus vidas en el ámbito atlético, al poder confraternizar en un mismo sitio con colegas de varias latitudes y probarse ante los de su generación, defendiendo los colores de sus respectivas naciones.
En definitiva, Brasil logró remontar en las últimas fechas para dominar el medallero general con 59 medallas de oro, 11 más que el anfitrión Colombia, que estuvo al frente durante casi todo el evento.
Para Cuba fue otra muestra de la necesidad de ampliar al abanico de deportes de alto rendimiento. Si queremos recuperar el lugar que por tradición nos pertenece a nivel continental es imperioso destinar recursos humanos y materiales al desarrollo de nuevas disciplinas, porque seguimos dependiendo de las mismas. No puede ser que acudamos a un certamen como este sin competir en casi la mitad de las finales convocadas (41 por ciento)
Sigue preocupando la situación de los deportes colectivos. A pesar de alguna que otra clarinada, a la hora de la verdad nuestros conjuntos no supieron dar el golpe sobre la mesa, y ninguno pudo llegar a lo más alto del podio.
También fue pobre la labor del taekwondo, ya que los cuatro cubanos estuvieron bien lejos del podio, mientras se esperaba más también del ciclismo y el tiro con arco.
Como es tradicional en este tipo de lides, el atletismo llevó la voz cantante con nueve oros, seis platas y tres bronces, y cumplieron con sus pronósticos la lucha, el boxeo, el judo, el clavados, el canotaje y el tenis de mesa.
Eran esas las opciones a priori desde el punto de vista individual, porque sencillamente en el resto de los deportes ahora mismo no tenemos para más.
Individualmente sobresalió la clavadista Anisley García, que fue protagonista en dos títulos, pero en sentido general se vio muy buen somatotipo y buena preparación de nuestros representantes.
Además, es importante que Cuba ganó 30 plazas directas a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023, sin nombres en el caso de las nueve de la lucha y las cuatro del boxeo, que determinarán posteriormente quiénes competirían en esas divisiones.
Muchos se llevan enseñanzas para toda la vida, como el luchador Liober Betancourt, quien se manera increíble se puso a festejar cuando faltaban tres segundos en la final de los 97 kilogramos del estilo greco, y esto impidió que Cuba tuviera jornada perfecta en las finales de esta modalidad.
Serán golpes que enseñen, y mejor ahora que en un evento de mayor alcurnia. La inserción de talentos en lides foráneas es un camino que tiene que seguir abriéndose cada vez más, tanto en deportes individuales como colectivos, y para eso se necesita también creatividad y menos “peros”.
La materia prima la tenemos, salta a la vista, pero hay que pulirla para llegar al diamante.
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