Mundial de voly (m): hasta aquí llegamos

Se sabía que era muy difícil pasar por encima de Italia para mantenerse en competencia en el Campeonato Mundial de voleibol, y solamente si mejoraban varios aspectos era posible conseguirlo.

No obstante, logramos ganar un set, el único cedido por los italianos hasta ahora en el certamen, y se jugó de tú a tú durante buena parte del choque.

Índices aceptables en el recibo y el pase durante los tres primeros parciales permitieron que la diferencia entre ambos planteles no se notara tanto, pero en el cuarto fue una verdadera debacle.

Es imposible que con cuatro puntos de ventaja casi seguidamente estés cuatro por debajo. Eso significa ocho puntos prácticamente seguidos,  un bache que no se puede permitir ningún equipo con aspiraciones de estar en la elite del mundo.

Italia no lo hizo de manera perfecta, pero sus errores fueron más o menos los de cualquier conjunto, pues es muy difícil lograr la excelencia y mantenerla todo el tiempo. Se trata de un equipo joven, pero cuyos integrantes han jugado toda su vida al máximo nivel, y eso se nota.

Los nuestros, ya lo habíamos dicho antes, ya mejoraban su posición con respecto a la anterior cita del orbe, pero de todas maneras se soñaba con un poco más, al menos con un partido como el que le dimos a Brasil el primer día.

De nuevo faltó el aporte de Miguel Ángel López, y Cuba no puede darse el lujo de prescindir de su calidad. El cubano volador no se encontró durante todo el torneo, y sus compañeros lo pagaron caro, porque la ofensiva se inclinó más de la cuenta hacia Jesús Herrera, nuestro máximo anotador, pero cuya efectividad hubiese sido mucho mejor de no haber recibido tantos pases.

En el propio encuentro ante Italia se vio que los bloqueadores lo esperaban porque sabían que era prácticamente la única variante al ataque, y eso obedecía a la poca efectividad del resto, salvo los centrales.

En este sentido, las palmas para Nicolás Vives, que llevó a López a la banca en más de una ocasión a pesar de ser considerado la estrella del sexteto caribeño. Muchas veces y en todos los deportes hemos visto que los entrenadores no se atreven a prescindir de sus mejores jugadores aunque estén en mal momento, y este no fue el caso. Claro, ojalá no hubiese sido necesario, pero era lo que tocaba.

En este choque fueron 44 errores los de los cubanos, ante 28 de los europeos. La mayoría fueron en saque, pero prefiero siempre que se pierda el servicio intentando hacer daño que regalarlo al rival. Por supuesto, hay que mejorar la efectividad, y ya sobre eso hablamos bastante antes del encuentro. Lo que es inconcebible a este nivel es que nadie ataque una bola por mala coordinación atacante-pasador, eso no se ve en estas instancias.

Como habíamos dicho antes de iniciarse la lid planetaria, allí sabríamos exactamente dónde se encuentra nuestro voly masculino, y esa ubicación del lugar nueve al 16 es la que nos corresponde. ¿Tenemos para más? Indudablemente, pero eso requiere más tiempo. De momento todos los pasos que se han dado son válidos; ese es el camino a seguir.