Medicamentos: Recetas para una emergencia

Provoca indignación y hasta vergüenza ajena, vergüenza por pertenecer a la misma especie humana de aquellos que pretenden enriquecerse, lucrar, con la salvación de la vida de otras personas.

Eso es lo que ha estado ocurriendo de un tiempo a esta parte en esta Isla con la venta de medicamentos por parte de particulares. Más de mil pesos se ha pagado por unas tabletas u otro tipo de medicina que alguien necesitaba con urgencia de vida o muerte.

Nunca entre cubanos, que tan solidarios hemos sido siempre -con el prójimo y con los que alientan en otras geografías-, se había visto semejante cosa.

Claro, tampoco nunca antes habíamos atravesado una situación sanitaria y económica como la de ahora. Pero, es que precisamente en condiciones extremas es cuando en realidad puede apreciarse la calidad de un ser humano, cuando afloran sus mejores y peores sentimientos.

Tristemente, han emergido sentimientos de los más mezquinos y ruines aprovechándose de las carencias, y es por eso que el pasado sábado, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llamaba a ponerle un freno a esas penosas transacciones de vida por dinero: “Se acabó la contemplación en los territorios con la venta ilegal de medicamentos, eso no se puede permitir y tenemos todas las maneras operativas para hacerlo”, sentenció el también primer secretario del Comité Central del Partido Comunista.

Los polvos que trajeron ciertos lodos

Es sabido que la pandemia ha tensado al extremo las cuerdas de la realidad cubana, y de buena parte del mundo.

Pero, junto a ello, también la economía cubana se ha visto duramente castigada por el bloqueo y el cruel arreciamiento de las medidas adoptadas por el gobierno de EE.UU., lo cual, obviamente, ha impactado también en la producción nacional e importación de medicamentos.

La carencia de fármacos se hace más que evidente en la red de farmacias y la hospitalaria. En ambos casos, es muy difícil, a veces imposible, localizar antibióticos, antihipertensivos, analgésicos, anticonceptivos y vitaminas, entre otros.

El llamado “cuadro básico de medicamentos” incluye en Cuba un total de 619 medicinas, de ellas, 365 son producidas por BioCubaFarma, con materias primas que deben adquirirse en el exterior, y un total de 254 fármacos son totalmente importados.

                                                      Foto: ACN

La situación actual de desabastecimiento está condicionada por la escasez de divisas, pero esa no es la única razón.

“Esa baja disponibilidad de medicamentos no solo tiene que ver con la falta de financiamiento, en ocasiones proveedores de muchos años no han tenido disponibilidad de materias primas debido a la creciente demanda en el mundo por la situación de la covid-19”, sentenció el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz.

Además, “tenemos proveedores que, por las presiones y las nuevas medidas del gobierno de Estado Unidos, se ven imposibilitados de garantizar los envíos”, agregó. “Todo el asunto del bloqueo ha significado para nosotros –detalló Marrero Cruz- un incremento en los costos de adquisición y de insumos de entre un 30 y 50% de muchos productos”.

A las serias limitaciones mencionadas arriba se añaden otras condicionantes que “le ponen la tapa al pomo”: el relajamiento o descontrol en lo relacionado con el expendio de medicinas.

Porque ¿de dónde salen los fármacos que hoy se comercializan a precios de infamia? Además de los que pudieran conservarse en las casas, resultado de una compra legal en farmacias –y que a estas alturas no pocos están ya vencidos-, habría que indagar cómo y dónde los obtienen los revendedores.

También por eso Díaz-Canel indicó a todas las autoridades locales meterse de lleno en ese problema, coordinar con el Ministerio del Interior en cada territorio y decomisar todos los medicamentos que se están vendiendo de manera ilegal, “que vayan hacia los hospitales y los lugares donde se está enfrentando la COVID-19”. Hay mucha gente pasiva frente a ese fenómeno y eso no lo podemos permitir, subrayó.

Claro, las indicaciones ahora dadas en cuanto a la situación del comercio ilegal de medicamentos, que  no es muy reciente, no implican, como también se acotara en esa oportunidad, arremeter con tabla rasa contra todo el que, ocasionalmente, anunció su necesidad de intercambiar una medicina por otra o incluso venderla a un precio módico. 

Pero no es lo mismo publicar en Telegram que cambias un blíster de Metronidazol o que lo vendes a un precio no abusivo, que anunciar “me quedan cinco cajitas de Azitromicina, por privado”. Y cuando le preguntas al privado, son a mil pesos las tres pastillas. ¿Los médicos le indican a alguien consumir decenas de esas pastillas de un golpe?

Pastillas contra la mezquindad

Por suerte, junto a los que lucran de manera despiadada, aprovechándose de las urgencias de otros, también han emergido en estos tiempos muchos, muchísimos ejemplos, dignos del aplauso.

Si sobre todo las redes sociales han sido vehículo para la promoción y coordinación de esas vergonzosas transacciones, también han servido de espacio para canalizar la solidaridad humana.

Así, han surgido en el ámbito digital grupos, canales, muros, perfiles… donde muchos cubanos anuncian los medicamentos que les han sobrado de un tratamiento para donarlos a quien los necesite. 

Y en ese sentido se han visto cosas hermosas, como formar una cadena de voluntarios, casi de un extremo a otro de la Isla, para que llegara a manos de un necesitado la medicina salvadora. 

Junto a aquellos que en espacios virtuales para la compra-venta de medicinas claman desesperados “pago lo que me pidan”, en los habilitados para el intercambio o donación se han leído agradecimientos conmovedores y se han creado allí amistades que serán para siempre, porque nunca se olvida a quien ayudó en un momento extremo, al que salvó la vida a un ser querido o a uno mismo.

También para paliar el grave desabastecimiento de medicamentos, que ha generado muchas angustias e inconformidades, recientemente fueron flexibilizadas las regulaciones para su importación.

                                             Foto: Abel Padrón Padilla

Según dispone la Resolución 309 “A partir del 19 y hasta el 31 de diciembre, los productos pertenecientes a las categorías de alimentos, medicamentos y aseo que se establecen en esa resolución no estarán sujetos a límites para su entrada al país ni se les cobrará el importe arancelario”, señaló en reciente Mesa Redonda Nelson Cordovés Reyes, jefe de la Aduana General de la República.

A raíz de la flexibilidad establecida por el Ministerio de Finanzas y Precios en la mencionada resolución, publicada en la Gaceta Oficial, el Jefe de la Aduana acotaba que la facilidad que está brinda queda condicionada por lo que permita la aerolínea en que se viaje. Asimismo, recordaba que Cuba no es el único país que normalmente limita la entrada de determinados artículos a través de las fronteras.

Para paliar la carencia de medicamentos e insumos médicos, se añaden las numerosas donaciones solidarias que el país continúa recibiendo, y también la buena noticia de que Cuba, a pesar de las adversidades, ya ha logrado adquirir algunos recursos para incrementar la producción de medicamentos.

                                                                               Foto: Ariel Ley Royero

“Hoy tenemos disponible en el país un nivel importante de materias primas y se está desarrollando un proceso de producción de medicamentos con niveles importantes. Muchos de los medicamentos de enfermedades más complejas y críticas se producen en Cuba y ya estamos en condiciones de avanzar con las materias primas”.

Así señaló el primer ministro, Marrero Cruz, durante la comparecencia en vivo, el pasado 14 de julio, del Presidente cubano junto a otros dirigentes del gobierno.

En esa oportunidad  destacó también que es una prioridad la producción de medicamentos para el enfrentamiento a la COVID-19 y la red hospitalaria, para hemodiálisis, hipertensos, antibióticos, diabéticos y pacientes de oncología, así como para los centros de aislamiento y la red de farmacias. “Las medidas que se tomaron van a ayudar a minimizar el impacto, pero todavía no podemos decir que habrá una estabilidad en el suministro de medicamentos”, precisó.

Ni la sensatez ni la información son por receta

Es verdad que en situaciones extremas la gente hace cosas también extremas. Alguien extraviado en medio de un árido paraje ha bebido agua contaminada y hasta otros líquidos no potables con tal de no perecer.

Y también es esta encrucijada de falta de medicinas, algunos han echado mano a medicamentos vencidos o a otros “que se le parecen”, sin contar con el criterio médico.

Por eso, tal vez sería conveniente dar a conocer orientaciones de expertos del Minsap en cuanto a estos procederes. ¿Hasta cuándo puede servir un medicamento cuya fecha de validez ha expirado?, ¿Es lo mismo para todo tipo de fármacos?, ¿Cómo sopesar riesgos y beneficios?

                                                       Foto: Internet

También quizás resulte conveniente que esos mismos entendidos abunden sobre nombres comerciales de los medicamentos, formas de consumirlos –posologías-, peligros de automedicarse, y otros detalles de este tipo, considerando también la nueva flexibilidad temporal para entrar medicamentos al país.

Igual sería bueno en estos momentos, emplear los medios de comunicación,  así como las redes sociales, para dotar a la población de información actualizada sobre la medicina verde, esa a la que tanto se ha echado mano últimamente. Qué es bueno usar para determinado padecimiento y qué no, cómo prepararlo o consumirlo, y dónde encontrarlo en caso que se trate de productos elaborados institucionalmente.

De todos modos, quedará siempre pendiente el reportaje, la entrevista, a aquellos cubanos que, desinteresadamente, y en contraste con aquellos que lucran con lo más preciado, ayudaron al enfermo haciéndole llegar una medicina, dando lo que tienen y no lo que les sobra.