Matrimonio infantil en el mundo: A la espera de un necesario cero

Matrimonio infantil en el mundo: A la espera de un necesario cero
Fecha de publicación: 
21 Octubre 2022
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Foto: Getty Images

La doctora Natalia Kamen, secretaria general adjunta de la ONU y directora ejecutiva del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), se refería hace solo días, en La Habana, al trabajo conjunto del Fondo que dirige, de la ONU y de varios países, con vistas a alcanzar para 2030 los llamados «tres ceros».

La IV Convención Internacional Cuba-Salud 2022, realizada en el capitalino Palacio de las Convenciones, fue el contexto para esta mención como parte de la conferencia magistral impartida por la alta funcionaria, y donde precisó que esos tres ceros son:

-Cero necesidades insatisfechas de anticoncepción

-Cero muertes maternas prevenibles 

-Cero violencias de género y prácticas nocivas, incluido el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.

Ella no se quería casar

CubaSí se propone hoy un acercamiento al tema del matrimonio infantil en el mundo, que va de la mano del embarazo en la adolescencia.


Foto: Alimohsenzadeh

Sucede que en el presente, según datos de UNFPA, más de 650 millones de mujeres y niñas de todo el mundo han sido casadas o se encuentran en uniones informales antes de los 18 años.

Aun cuando el matrimonio infantil está prohibido casi de manera universal, cada año contraen matrimonio cerca de 12 millones de niñas.

Son cifras escalofriantes, y aun más si se multiplican por las veces en que esas menores —la mayoría de las veces casadas o unidas sin haber sido su decisión— sufren abusos por parte de sus parejas. Se estima que las niñas casadas antes de los 15 años tienen un 41 por ciento más de probabilidades de padecer violencia de pareja que las mujeres casadas después de los 18.


Negar a alguien el derecho a decidir con quién y cuándo casarse trae consigo graves consecuencias para su bienestar. Foto: tomada de culturacolectiva.com

Padecen física y mentalmente sin saber a dónde acudir a pedir ayuda, a lo que se agrega el abandono de los estudios y, por supuesto, el embarazo en la adolescencia, con todos los riesgos que entraña para ellas y su posible descendencia. 

El matrimonio infantil es una violación a los derechos humanos de las niñas, y las estadísticas hablan por sí solas de la magnitud de ese fenómeno a escala planetaria.

¿Por qué las casan?

Un entretejido de factores culturales, sociales, religiosos y económicos conlleva a esas uniones que no debieron ser, promovidas, sobre todo, por la pobreza y la desigualdad de género.

El informe de UNFPA «Evaluación del costo de los tres resultados transformadores» subraya que las condicionantes que inciden en esos matrimonios son las normas de géneros, sociales y culturales, que predominan en determinados ámbitos, así como la pobreza y, en consecuencia, las transacciones financieras asociadas con el matrimonio, como la dote o el precio de la novia.

Las familias pobres, en ocasiones, ven en matrimoniar a la niña una vía para aliviar sus grandes dificultades financieras y de otros órdenes. Por eso, en oportunidades, la unión es una especie de contrato que incluye la entrega de ganado, granos u otros alimentos, o dinero a cambio de «la prometida».

Carecer de alternativas para una educación de calidad y para acceder a un trabajo realmente digno, acompañan tales opciones de matrimonio.


A veces es incalculable el trauma psicosocial que acarrea el matrimonio infantil. Foto: Unicef

Se da el caso de madres y padres, o de otros parientes cercanos a la menor, que la entregan en matrimonio porque esa es la única forma que encuentran para encomendar su cuidado a otra familia que sí la puede mantener y atender. 

Las menores en mayor riesgo de matrimonio precoz provienen usualmente de familias pobres, grupos marginados o áreas rurales, subraya el informe «Estado Mundial de la Población 2022», emitido por UNFPA. Y precisamente a Ellas es a quienes con más dificultades alcanzan los proyectos y acciones de las entidades empeñadas en variar ese panorama.

¿Ese es mi bebé?

En 54 países en desarrollo, con disponibilidad de datos, quienes dan a luz por primera vez antes de los 18 años lo hacen en el contexto de un matrimonio o unión no formal, de acuerdo con un análisis nuevo y que previamente no se había hecho público de la División de Población de las Naciones Unidas (DAES, 2022). 

Naciones de Asia Central y Meridional, África Septentrional y Asia Occidental acumulan no pocos de estos embarazos, que usualmente sorprenden a las menores sin ninguna o muy poca información al respecto, al punto de asombrarse de haber gestado en su interior al bebé que trajeron al mundo.


América Latina y el Caribe continúan con la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes, señala informe de OPS/OMS, Unicef y UNFPA.

El matrimonio precoz y el embarazo en adolescentes se relacionan sobre todo de dos maneras: por un lado, se espera de las recién casadas jóvenes que tengan rápido descendencia demostrando así su fertilidad. En consecuencia, muchas se embarazan casi de inmediato. Por otro, hay casos en que el embarazo es el motivo que impulsa al matrimonio infantil atendiendo a prejuicios asociados al sexo antes del matrimonio y también a la maternidad. La concepción premarital a menudo precede al matrimonio de las niñas, asegura UNFPA, y precisa que en muchos países y culturas, que una mujer o niña soltera quede embarazada conlleva a su estigmatización.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), fechados el mes pasado:

-Unos 16 millones de muchachas de entre 15 y 19 años, y cerca de 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.

-Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las muchachas de 15 a 19 años en todo el mundo.

-Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años.

- Cerca de un 11% de todos los nacimientos en el mundo se producen de madres que tienen de 15 a 19 años.


Foto: tomada de who.int

-Todos los días, en los países en desarrollo, 20 000 niñas menores de 18 años dan a luz, lo cual equivale a más de 7 millones de nacimientos al año.

-América Latina y el Caribe reúnen la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el mundo. Casi el 18% de todos los nacimientos son de mujeres menores de 20 años.

Considerando todas estas realidades fue que la doctora Natalia Kanem aseguró en La Habana que «sin salud sexual y reproductiva no es posible hablar de salud en general».


Foto: Cubadebate

En esa oportunidad, amplió argumentando que la mala salud sexual y reproductiva representa aproximadamente una quinta parte de la carga mundial de enfermedades, y subrayó lo necesario de que cada persona ejerza el control sobre su propio cuerpo y tenga acceso a servicios de salud de calidad, sin importar su edad, recursos financieros o dónde habite.

Y no resulta una casualidad que esta Isla haya sido el escenario para esas y otras consideraciones de la secretaria general adjunta de la ONU y directora ejecutiva del UNFPA, ante un auditorio de más de 2 mil participantes de 65 países, entre los que contaban una veintena de ministros, cerca de medio centenar de delegaciones oficiales y altos funcionarios del sector Salud.

En ese escenario, la doctora Kanem recordó que Cuba, en los momentos más difíciles de la pandemia de COVID-19, mantuvo funcionando los servicios de salud sexual y reproductiva, tratándolos como los servicios esenciales que son.


El presidente Miguel Díaz-Canel sostuvo un cordial encuentro el pasado miércoles 19 con la doctora Natalia Kanem. Foto: @PresidenciaCuba

Apuntó, asimismo, que a lo largo de casi 50 años, Cuba y UNFPA han forjado una estrecha relación, asociándose para garantizar que las mujeres, niñas y jóvenes cubanas puedan ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. Además, agregó, tanto Cuba como UNFPA reconocen el potencial de la cooperación Sur-Sur y triangular para promover la colaboración entre países y el intercambio de conocimientos y soluciones para enfrentar los desafíos presentes y futuros.

No por gusto la alta directiva de la ONU —invitada por el gobierno cubano y con quien el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez sostuvo un cordial encuentro el pasado miércoles 19— concluyó su conferencia magistral en la Convención Cuba Salud 2022 declarando su confianza en que la convención ofrecería muchas lecciones para avanzar en la salud y los derechos de las mujeres, adolescentes y jóvenes en la región y el mundo. 

«Démosles a las mujeres y los jóvenes —exhortó— el poder y las oportunidades para impulsar el cambio, determinar el curso de sus propias vidas y transformar sus comunidades, países y nuestro mundo».

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