Liliana Sosa: «La historia de Lía muestra la importancia de un hogar seguro»

Liliana Sosa: «La historia de Lía muestra la importancia de un hogar seguro»
Fecha de publicación: 
28 Agosto 2020
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Cuando logré localizarla para conversar sobre su complejo personaje en El rostro de los días, la jovencita Liliana Sosa estaba recogiendo lo imprescindible, pues esperaba dispuesta el llamado para incorporarse como voluntaria a un centro de aislamiento para el enfrentamiento a la COVID-19.

«Va a ser en el ISA, mi universidad», me cuenta, y expone sus razones: «yo creo que ahora mismo lo necesitamos todos, lo necesita La Habana. Se necesitan manos de más, para ver si salimos de esto lo antes posible, además de que estoy totalmente segura de que va a ser una experiencia inolvidable y que me va a llenar muchísimo como ser humano».

Sin embargo, accedió con toda amabilidad a responder algunas preguntas, aun en medio del ajetreo.

¿Cómo llegaste al personaje de Lía?

—Llegué al casting de El rostro de los días. Yo me estaba preparando para las pruebas del ISA con Masiel Dueñas y el grupo Abril y entonces llegó un día Yoanky Despaigne, que es la asistente de casting de la novela, a hacer un casting de fotos, y bueno, yo no quería hacer las fotos porque estaba bien cansada, había mucha gente y estaba loca por irme para mi casa, pero Rodrigo Gil Echenique, que es el muchacho que hace de Saúl, me aguantó de la mano y nos hicimos las fotos. Tres meses después nos llaman para ir a hacer el casting de actuación, fueron tres o cuatro rondas, y más tarde me informaron que había conseguido el papel.

¿Cuánto hay de Liliana en Lía?

—Yo traté de ponerle todo lo que pude de Liliana a Lía. Era mi primera vez en un proyecto así de grande y yo creo que eso, ponerle muchas características propias mías, maneras de decir y de comportarme a Lía me ayudó muchísimo a la hora de la interpretación. Yo estaba en primer año del ISA y allí nos estaban enseñando que para actuar lo primero es partir de uno mismo para convertirte en otra persona, y eso fue lo que hice con Lía. Yo partí de Liliana, porque al final tenían rasgos similares: somos cariñosas, fuertecitas de carácter, y como el personaje escrito se parecía a mí, fue más sencillo. De Liliana en Lía hay muchas cosas, tengo familiares y amigos que se sientan a ver la novela y dicen que nos parecemos bastante.

Tu primera experiencia en una gran producción televisiva ha sido en un personaje bastante complejo. ¿Cuáles fueron los principales retos que te impuso?

—Yo creo que los principales retos que me impuso grabar El rostro de los días... el problema es que lo grabé en una etapa bien complicada de mi vida: estaba saliendo de 12 grado, estaba estudiando para las pruebas de ingreso (Español, Matemática e Historia), estaba preparándome para entrar en el ISA; se me unió todo y yo creo que el estrés me jugó en contra, hasta me enfermé de una dermatitis horrible que me salió en las manos. Yo creo que faltaba el tiempo para poder hacerlo todo, fue un reto grandísimo. Aparte del mismo problema que cuenta Lía, la misma situación que narra, lo complicado de las escenas después de la violación, el embarazo, sí se me hizo un poco complejo desde el punto de vista actoral, una situación lejana a mí, porque yo nunca he tenido una experiencia como esa, ni he tenido personas cercanas que hayan experimentado lo que Lía, entonces eso fue un poco difícil.

¿Y las mayores satisfacciones?

—La respuesta del público. La respuesta del público ha sido la mejor, no paran de decirme cosas lindas por todos lados, y yo creo que la historia ha llegado muy hondo hasta las casas de Cuba, ha sensibilizado al pueblo cubano, y eso me hace pensar que lo hice bien. Las personas me creen, y no hay nada más gratificante para un actor que tu trabajo sensibilice a tantas personas y que tantas personas a la vez se vean tan identificadas con tu personaje. A mí, por la calle, aparte de elogios, también han venido personas a contarme, personas víctimas de acoso, personas que les ha sucedido lo que le sucedió a Lía o personas que les sucedió lo que a la mamá de Lía, y yo creo que lograr hacer que las personas desconocidas se te acerquen en la calle y se abran contigo de esa forma es una gratificación de que mi personaje ha funcionado. Para mí no hay nada más satisfactorio que eso.

A ti, que la conoces mejor que nadie, ¿cuál te parece que sea el mensaje que Lía quiere darnos? ¿Qué deberíamos aprender de un personaje tan fuerte como este?

—Yo creo que no solo Lía; la situación en general, todos los personajes que están dentro de ella: Irma, René, Saúl, Aurora, todos estamos dando un mensaje bien claro, un llamado de alerta, un llamado de atención a la población cubana. Están mostrando una situación bien desagradable, pero que, tristemente, pasa. Yo creo que la historia de Lía muestra la importancia de un hogar seguro; denuncia la venda que muchas madres se ponen a veces en los ojos; realza la importancia de la amistad, pero también la importancia de la confianza, de la comunicación con la familia.

¿Cómo fue la experiencia con el resto de los actores, especialmente con Roberto Espinosa?

—Con los actores hicimos una química muy bonita, porque ya yo conocía a Rodrigo antes de llegar a El rostro de los días, teníamos una confianza infinita, nos queríamos mucho y, bueno, a lo mejor por eso también se ve tan real ese amor entre Lía y Saúl, porque en realidad es un amor, aunque no de pareja, sino de amistad, el que existe entre Rodrigo y yo. Y nada, Leslie también, Leslie fue como una madre dentro del set, igual que Aurora (Tamara Morales) me ayudó mucho, sobre todo cuando me enfermé, y Roberto, que es un alma de Dios, Roberto es un ser humano bellísimo y con él me divertía mucho, me reía mucho. Verdaderamente, la pasamos muy bien durante todo ese año que estuvimos juntos trabajando.

En La Colmenita te veíamos tocando la batería. Cuéntanos sobre tu relación con la música.

—Yo aprendí a tocar percusión porque mi papá es profesor de percusión y mi hermano es percusionista, toca en la orquesta de Alain Daniel. Desde pequeñita los veía ahí estudiando, ensayando, y terminé aprendiendo. La música fue mi primer acercamiento a las artes y también me llevó hacia La Colmenita. Es algo que voy a llevar siempre conmigo y que ojalá lo pueda volver a ejercer profesionalmente. Sigo practicando, pero por ahora estoy concentrada en la actuación, que, en definitiva, es lo que estoy estudiando.

¿Nuevos proyectos?

—Tengo una película con Fernando Pérez próximamente y estoy muy contenta y muy emocionada, loca por empezar a filmar.

 

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Comentarios

Muchas felicidades Liliana. Por ser esta tu primera gran experiencia en la televisión, lo estás haciendo fabuloso. Se que vas a ser una gran actriz, como también una gran percusionista. Eres, simplemente, el fruto de la gran escuela que es La Colmenita. Felicidades.
creagh3105@nauta.cu
La novela esta hecha en tiempo real el director cubre todas las expertativa y cotidianiedad de lo que se vive hoy en nuestra cuba bella, es una enseñansa y una experiencia para los jovenes y el despertar de los mas viejos que aun estan dormido.
Creo que la situación de lía ya pasa de llamativo al televidente.ademas la mayoría de los padrastros son buenos no sé cuál es la intención del director en remarcar esa situación que va por cuatro capítulos .no le veo el chiste
Esta novela es una enseñanza, para las madres que tienen hijas y le ponen padrastos jovenes que con quien hacen pareja es con la hija y además son más mujeres que madres al no darle importancia a los reclamos de las hijas para proteger al hombre y mantenerlo a su lado.
laude.tamari@esar.azcuba.cu
Trabajando y cuidandonos del virus
Betancouert Leiva

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