Lázaro Martínez: Rendir Madrid con los pinchos a 17.12 metros

Reaparición, ambiciones, consistencia. Todo eso y más debe estar pasando por la cabeza del triplista cubano Lázaro Martínez, quien en su segunda competencia del Indoor World Tour nuevamente sacó las garras para imponerse con salto de 17.12 metros en Madrid.

Dicho estirón en su segundo salto de una secuencia que además le vio brincar 16.86-17.12-X-15.71-16.65 y 14.53 le mereció además encabezar el circuito con 20 puntos, producto de su triunfo en la capital española, y los 17.21 igualmente dorados en Lievin el pasado 17 de febrero.

Varias lecturas deja el triunfo de Lázaro (3 de noviembre de 1997) en tierras ibéricas. El primero el hecho de que físicamente se encuentra bien, como así lo atestiguan sus seis saltos completados sin asomo de molestia. El segundo se asocia a que, luego de tres temporadas grisis experimenta un resurgir que pudiera hallar su colofón en el mundial de Belgrado.

Hablamos de un triplista que si bien no posee ese registro excelso de marca personal (17.28), fue doble titular del orbe entre juveniles en 2014 y 2016, época por la que le consideraron entre los mayores talentos del deporte Rey a nivel global. Varios factores incidieron en que se diluyeran sus potencialidades por un tiempo, pero pocos dudan del talento por explotar y el margen de crecimiento que aún posee el guantanamero.

Quien en esta oportunidad relegó a los puestos dos y tres respectivamente al alemán Max Hess (16.85) y al francés Jean-Marc Pontvianne (16.67); y además mantuvo su segundo escaño en el listado anual de la especialidad, el cual comanda el también antillano nacionalizado español Jordan Díaz (17.27).

Señal de que la escuela cubana de triple salto mantiene su prestigio y palmarés de forma incuestionable, al punto de que con 18 años Martínez fue finalista en los olímpicos de río de Janeiro.

El solo de Yulimar, al Rojas vivo

Pero si de triple salto y pinchos onfire hablamos hay que detenerse en el solo ofrecido en la madridista Gallur por la venezolana Yulimar Rojas, quien se estiró hasta los 15.41 metros, para quedarse a dos centímetros de su propio récord para el mitin madrileño y que de paso se erige como plusmarca sobre pista cubierta. Rojas tuvo tres de seis saltos válidos, pero todos de otra galaxia, a razón de 15.35-15.41 y cierre de 14.90.

De esa forma la venezolana se ratifica como la voladora imbatible en ese evento; a lo que añade también el éxito en Lievin con 6.81 metros en su primera cruzada internacional en el salto de longitud.

Ahora en Gallur escoltaron a la fenomenal discípula del legendario Iván Pedroso la cubana Liadagmis Povea (14.08), registro que devino momentáneamente como tope personal sobre pista cubierta en la actual campaña; en la que la también hija de la Mayor de las Antillas, Leyanis Pérez, ha clavado sus pinchos a las distancias de 14.47 y 14.15 metros, merecedores de oro y plata en ese orden en las reuniones atléticas de Miramas y Mondeville, Francia.

Otros vencedores en Gallur resultaron ser el campeón olímpico de los 3.000 metros Selemon Barega con 7:34.03 minutos y récord para el mitin; el estadounidense Elijah Hall (6.57 segundos) en los 60 lisos; y el británico Elliot Giles (1:45.43 minutos) en los 800 metros. Además del polaco Konrad Bukowiecki con respetables 21.91 metros en la impulsión de la bala.

Entre las damas, la curtida polaca Justyna Święty-Ersetic reinó en la vuelta al óvalo con 51.21 segundos; la etíope gudaf Tsegay hizo los deberes en los 1.500 con 3:57.38 minutos; la australiana Eleanor Patterson dominó la altura con 1.96 metros, lo mismo que la británica Lorraine Ugen en la longitud (6.67).

Voces

Respecto a sus respectivos triunfos Rojas y Barega ofrecieron declaraciones a World Athletics:

Rojas: “Ha sido muy bueno, y para ser mi primera competición ha ido muy bien. Hay pequeños detalles en los que tenemos que trabajar, pero me he sentido muy bien y era lo que queríamos. Siempre es bonito competir en Madrid, con tanta gente en las gradas y un ambiente tan agradable.

Ahora nos recuperaremos y nos prepararemos para Belgrado. Lo más importante allí es hacer una mejor marca. Quiero ser campeón del mundo, pero también quiero disfrutar de los campeonatos. Hace más de dos años que no tenemos un campeonato normal como éste".

Mientras, Barega expresó que “después de haber sido segundo en dos ocasiones sin haber realizado ningún entrenamiento de velocidad de élite, esta semana me propuse dar un empujón a partir de los 150 metros. La altitud (657m) es difícil aquí, así que decidí que quizá no era el momento de correr rápido. Después de los Juegos Olímpicos fue un entrenamiento más fácil y suave, pero este último mes de preparación ha sido duro, con el objetivo fijo de ser campeón del mundo".