LA FOTO: El camino incierto

Sobre las espaldas de sus madres, Marvin y Brando entraron en los Estados Unidos. Son dos niños guatemaltecos, hijos de mujeres que les han solicitado asilo en “el país de las oportunidades”. Una solicitud de asilo es un acertijo. Se otorga o no se otorga, depende de un tribunal. Hay muchas, muchísimas posibilidades de que el solicitante deba regresar a su país de origen. La madre y su niño. El sueño vuelto pesadilla. Asumiendo que la concreción de un sueño suele ser de hecho una pesadilla con los ojos abiertos.

Marvin y Brando son muy pequeños para entender lo que les está pasando. Aunque obviamente lo estén sufriendo. Sus rostros no denotan precisamente felicidad. Cansancio sí. Resignación. Y una tristeza que parece atávica. No se ven las caras de sus madres, pero uno puede imaginarlas. Están, en ese momento, frente a un camino incierto. Acaban de cruzar el río Grande, entraron en Texas. Y ahora sufrirán un tortuoso y muchas veces humillante proceso burocrático.

Lo único bueno es que ellos, los niños, si logran por fin el asilo, no recordarán estas peripecias. Si no lo logran tampoco. Sus madres sí. Sus madres ya están marcadas.