La alianza musical: Dios los crea y Manolito Simonet los junta

De la mano del sello Bis Music, el fonograma La alianza musical. Al son del Caballero no solo compartió el Gran Premio en la edición 24 de la Feria Internacional Cubadisco, sino que, además, recibió los galardones en las categorías de Música Popular Bailable y Mejor Productor.

¿Nombres? Casi todos los que nos han "obligado" a tirar el mejor pasillo en los últimos tiempos están inscritos en este homenaje al Premio Nacional de la Música Adalberto Álvarez. Dios los crea (tanto talento tiene que ser divino) y los junta... Manolito Simonet.

Por eso, con mucha pena, si una se lo encuentra conversando con colegas, así, en modo relax, tiene que interrumpirlo y hablarle de trabajo, porque es el productor del año en Cuba y hay oportunidades que no se pueden dejar ir. Por supuesto, en estas circunstancias, la atención y la amabilidad se agradecen el doble.

—Tres premios Cubadisco; entre ellos, el Gran Premio. ¿Qué se siente?

—Realmente es un privilegio cuando se ha trabajado tanto, porque yo creo que ya el gran premio a lo que nosotros hacemos es la respuesta del público. Pero en un momento como este, que estamos en medio de una pandemia, que la gente no está bailando en una pista, en un concierto, que la gente está escuchando en su casa, el hecho de que puedan disfrutar de un CD de música bailable y que llegue con la fuerza que ha llegado toda esta música que se ha incluido en esta edición de Cubadisco, que ha sido especial porque resume dos años, 2020 y 2021... Es un privilegio para cualquier país reunir en un certamen tanta calidad y tanto nivel, y que dentro de eso yo haya tenido la posibilidad de recibir el Gran Premio es un privilegio mayor.

—A su juicio, ¿qué tiene de especial este disco?

—Lo primero es que está dedicado a la obra del gran Adalberto Álvarez, del gran compositor, del gran orquestador, productor, la gran persona, es decir, está dedicado a uno de los músicos que ha hecho que la música popular cubana esté en el lugar que está y para nosotros, todos los que participamos, es un honor, y para mí lo otro es la suerte que tuvimos de poder unir doce, trece orquestas importantes del país para homenajear esa obra, para que cada cual, a su manera de hacer la música, hiciera una obra a Adalberto Álvarez. Yo pienso que eso es algo sin precedentes.

—Usted logró, entonces, una verdadera Alianza musical.

—Yo pienso que sí, lo logramos, y por eso cuando pensamos en el título estábamos con el tema de la alianza, porque es la unión de varios proyectos cubanos para defender nuestra música popular, y creo que este disco ha sido algo importante para el desarrollo de la alianza de la música cubana.

—¿Hasta qué punto este trabajo ha significado también un crecimiento en su carrera como productor?

—Ya había tenido un premio Cubadisco en 1999 con mi disco Marcando la distancia, en el cual yo fui productor. Obtuve otro con el álbum Se rompieron los termómetros, es decir, ya había tenido una secuencia como productor, pero había sido con mi orquesta. Este es un trabajo completamente diferente, para mí es el primero de este tipo y pienso que ha sido una gran oportunidad y, como te decía, un privilegio.

—Entre las nominaciones también estuvo, en la categoría de Nuevas propuestas, el material No vale rendirse, de la orquesta Mulata Son, que además fue escogido por la iniciativa social Súmate para entregarle el Premio Súmate Cultural que, por primera vez, se inserta en la feria del disco cubano. ¿Qué significó esta producción para usted?

—El tema de Mulata Son no es precisamente haber hecho la producción del CD: es que yo creé esa orquesta, junto a Robin, trompetista de Havana D' Primera, cuando ella se graduó de la escuela de música, y en todo lo que ha ocurrido con esa orquesta he estado yo presente, así que para mí es un gran premio, es una gran satisfacción haber trabajado en este primer disco que fue nominado también a Cubadisco. Realmente, yo sabía desde el principio que ellas tenían mucha calidad, y han trabajado duro para alcanzar un mayor nivel cada día.