Juventudes en diálogo, un Congreso necesario…

Este sábado, cerraron los debates del V Congreso Internacional de Investigadores sobre Juventudes que sesionó desde el pasado 25 de septiembre en el Centro de Convenciones Plaza América, en Varadero, convocado por la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba y el Centro de Estudios de la Juventud (CESJ).

“Hay en el país muchas instituciones, universidades, que investigan los temas de Juventud, pero este Centro, que además tiene 52 años, es el máximo responsable, a nivel de ciencia, de estas líneas de investigación y de ejercer la producción de conocimiento sobre el grupo etario infanto - juvenil, por lo tanto, desarrollar, propiciar la oportunidad de que académicos, investigadores, actores sociales, decisores, intercambien en un mismo espacio sobre las problemáticas, inquietudes, desafíos que tiene la juventud, es un tema que nos invita a encontrarnos cada dos años y debatir sobre esta temática”, afirmó a la prensa Keyla Estévez García, Directora del CESJ. 

“El futuro es hoy”, fue la divisa que reunió en el cónclave a “quienes hacen la academia, quienes son beneficiarios o tienen los problemas de las juventudes y, al mismo tiempo, quienes deciden sobre ese futuro, yo creo que es esencial y es de los objetivos más importantes”, valoró Keyla.

Para poner en contexto el evento, señaló que, en días anteriores al inicio del Congreso, se estuvo desarrollando en el alto nivel del sistema de Naciones Unidas la Cumbre del Futuro: “Una cumbre en la que los gobernantes y otras personalidades discuten sobre el futuro de la juventud. Los gobernantes en Naciones Unidas juegan a las cifras y hablan de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Yo creo que Cuba puede ofrecer cifras, el estado de políticas que se han construido y, sobre todo, la experiencia de cómo se involucran y participan los jóvenes en la construcción de estas políticas”.

El Congreso reunió a un grupo importante de investigadores cubanos, más de 200 delegados nacionales que participaron de manera presencial o virtual, pàra cumplir el objetivo de llegar “a cada una de las universidades, de los centros de investigación, y que las personas pudieran, a pesar de no estar en el Centro de Convenciones, participar, opinar e intercambiar”.

Ministros de Juventudes de Honduras, Guatemala, Zimbabue, Angola, Brasil y la República Popular China, coincidieron en el balneario de Varadero con otros líderes e investigadores de alrededor de 15 países y representantes de agencias y fondos de las Naciones Unidas acreditadas en Cuba.  

Entre los más de 17 temas de discusión, la Directora del CESJ, ponderó “la inserción educativa de los jóvenes, su inserción laboral, qué está pasando hoy en la apropiación de contenidos en cuanto a reproducir identidades, desarrollar temas culturales en el país, la participación juvenil, la racialidad, las migraciones en el país y en el exterior, procesos complejos como la pobreza, la marginación, la conexión de los jóvenes con las nuevas tecnologías, esos imaginarios sociales que hoy se crean y se tejen a través de las redes sociales, el desarrollo de los jóvenes al interior de comunidades vulnerables, de lugares de difícil acceso, qué pasa con jóvenes rurales en el país y en las áreas que atendemos…”

Como espacio para el diálogo sobre políticas para las juventudes y las infancias, el Congreso llegó justo a tiempo en el ámbito nacional, pues permitió dialogar a la luz del nuevo Código de Niñez y Juventud. Además, sirvió para reflexionar, a 35 años de la Convención de los Derechos del Niño, sobre cómo se cumple la Convención y cuáles son los hitos y desafíos en relación a ella que tenemos en Cuba.

Fue un pedido de varios países, aprovechar también el Congreso para visibilizar cuál es el impacto de las medidas coercitivas unilaterales que hoy se imponen contra varias naciones, en el caso de Cuba, cómo afecta el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a nuestras juventudes en su proyecto personal y profesional. 

En declaraciones a la radio local, Meyvis Estévez Echevarría, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, consideró la cita como “una oportunidad única por la inmensa responsabilidad de lograr desde la diversidad que hoy nos acompaña en el Congreso, la urgente unidad que permite el beneficio de las nuevas generaciones, tanto para Latinoamérica como para el mundo”.