JÓVENES Y ARTISTAS: Bailar, como si la danza fuera otra dimensión

JÓVENES Y ARTISTAS: Bailar, como si la danza fuera otra dimensión
Fecha de publicación: 
17 Noviembre 2020
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FOTOS: NÓRIDO Y VILA

Mario y Víctor Varela son hermanos y compañeros de trabajo. Desde hace algunos años integran el elenco de Danza Contemporánea de Cuba y en esa compañía, referente indiscutible de la danza moderna en el país, se distinguen por sus capacidades interpretativas. Los entrevistamos para nuestra serie de jóvenes creadores de las artes en Cuba.

CUBASÍ: ¿Cómo es que dos hermanos se dedican al arte, al mismo arte? ¿Había tradición en la familia?

VÍCTOR: Para nosotros desde niños el arte era algo cotidiano, natural. Es que nuestra madre es productora del Teatro Dramático de Cienfuegos, y el mundo de la escena nos es familiar desde siempre, desde que tenemos uso de razón.

MARIO: De hecho, crecimos correteando y jugando en los pasillos del Dramático… Yo creo que fue natural que nos inclináramos por el arte, por el teatro, por la danza… Y no fue nada pensado, todo fue fluyendo. Un día hice las pruebas para danza y las aprobé, me fui a estudiar. Después, a punto de hacer el pase de nivel para la enseñanza media, hice casi por embullo las pruebas de teatro, y las aprobé… y decidí estudiar teatro, me hice actor… aunque el bichito de la danza nunca me abandonó.

C: Víctor sí solo ha estudiado danza…

V: Yo sí, desde el principio, enseñanza elemental y pase de nivel para la enseñanza media, primero en Santa Clara y después en La Habana.

C: Pero antes, cuando eran muy niños, ¿soñaban con ser bailarines?

M: Para nada, lo de nosotros era jugar. Eso sí, nos encantaba ir a las descarguitas y a los cumpleaños a bailar. A los dos nos gustaba mucho bailar. Y parece que se nos daba bien. Por eso no pasamos mucho trabajo para aprobar los exámenes. Y de ahí a la escuela.

C: ¿Y cómo fueron a parar los dos en Danza Contemporánea de Cuba?

V: Yo vine a terminar mis estudios en La Habana. Hice mi servicio social en la compañía y me quedé… Mario llegó después, un año después.

M: Porque cuando él entró en Danza yo todavía era actor en Cienfuegos. No te voy a hacer el cuento porque es muy largo. Solo te diré que en una función hice un personaje que tenía que bailar, lo hice para sustituir a otro actor que tuvo que venir a La Habana con urgencia y con tal de no suspender asumí el reto. Solo te digo: ese día la danza me poseyó. Llamé a mi hermano y le dije: “lo mío es bailar”. Y esperé la oportunidad…

“Una madrugada mi hermano me llamó, estaban buscando un bailarín aquí en La Habana. Me fui para la casa, hice las maletas, le dejé un mensaje a mi mamá, y vine para acá. La propuesta no era para Danza Contemporánea de Cuba, yo ni pensaba que pudiera bailar ahí, era para Los hijos del director, el grupo de George Céspedes (que fue bailarín y es coreógrafo de Danza); pero las estrellas se alinearon y al poco tiempo ya estaba tomando clases en la compañía.

“Obvio, tuve que entrenar mucho, tuve que dejar atrás muchos proyectos en Cienfuegos, no fue una decisión fácil… Pero mírame ahora hablando contigo aquí”.

V: Lo de Mario no tiene nombre.

C: Esta pregunta seguro que la han tenido que responder más de una vez: ¿Qué es para ustedes bailar?

M: Bueno, creo que ya lo respondí: yo hice un cambio radical en mi vida con tal de bailar. Y no me arrepiento de haberlo hecho.

V: Mira, yo solo te diré que es lo que más me anima, lo que me sostiene. A veces estoy muy cansado, agotado por el ejercicio… pero el simple pensamiento de que ese esfuerzo es para poder bailar mejor, ya me reconcilia con todo. Cuando estoy en el escenario, bailando, soy tan feliz que se me quitan todas las dudas: yo nací para ser bailarín. Y estar en el salón, tomando clases o en los procesos de montaje, es para mí el mayor placer.

C: ¿Más que estar sobre el escenario?

V: Te juro que sí, aunque algunos crean que estoy loco. Yo prefiero el salón. En el escenario estoy demasiado pendiente del público, de hacerlo bien. En el salón bailo por mí y para mí. Me realizo más.

C: ¿Cómo llevan el hecho de ser hermanos y al mismo tiempo compañeros de trabajo?

M: Pues con mucha naturalidad. Fuera de la compañía somos hermanos. Dentro somos bailarines y compañeros de trabajo. Él hace lo que tiene que hacer y yo hago lo que me corresponde. Claro, si hay un problema, si se tuerce un tobillo, si se da un golpe… ahí sí que sale el gen de hermano mayor sobreprotector… pero mientras, cada uno por su camino, hasta el momento en que los caminos se entrecrucen por el trabajo. Pero somos bailarines diferentes. A mí regañan por cosas que a él le celebran…

V: Y viceversa… Es que hemos estado toda la vida juntos y eso nunca ha sido un conflicto.

C: Se parecen, algunos cuando los ven sobre el escenario han creído que son gemelos. Supongo que algunos coreógrafos hayan aprovechado eso…

V: Más de una vez han utilizado ese parecido en las obras…

M: De hecho, en la primera coreografía que yo bailé con danza hacíamos una escena en la que uno era el reflejo del otro en un espejo.

C: ¿Sienten alguna conexión especial cuando bailan juntos en el escenario?

V: Sí, siempre la hay. Yo no sabría explicarlo bien. Pero yo a veces sé exactamente cómo va a reaccionar él ante determinado estímulo, cómo va a resolver un problema repentino… es cuestión de solo mirarlo.

M: Yo te juro que cuando lo tengo al lado me siento muy seguro. Con él al lado estoy tranquilo.

C: ¿Cuál es el mejor momento para un bailarín? ¿Cuándo son más felices?

V: Algunos te dirán que cuando se cierra el telón y todo salió bien y se sienten los aplausos… pero para mí no: en el momento en que soy más feliz es cuando estoy tan metido en el canal de la danza que es como si no existiera nada más, o como si uno estuviera en otro mundo, la plena libertad…

M: Sí, eso no pasa todos los días, pero cuando pasa, es lo más grande. Y lo simpático es que la mayoría de las veces el público ni se entera.

 

Comentarios

Felicitaciones para estos jóvenes Cienfuegos,para sus padres y toda su familia.
Me gustó la entrevista y las fotos tienen buena calidad. Mucha suerte a estos chicos.
ajml@hotmail.com
Son excelentes artistas y bailarines, han crecido entre las tablas del teatro cienfueguero y heredaron el amor y el respeto q han visto en su mamá (excelente productora) y sus compañeros hacia este arte

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