Jóvenes santiagueros rinden homenaje a los ocho estudiantes de Medicina

Desde la Universidad de Ciencias Médicas, la juventud santiaguera emprendió una marcha revolucionaria hasta la Ciudad Escolar 26 de Julio, para conmemorar el aniversario 150 del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina por la metrópoli española.

Una vez más, los miembros de la Federación Estudiantil Universitaria, estudiantes de la enseñanza media, jóvenes de diferentes sectores de la sociedad y el pueblo en general, protagonizaron la remembranza, porque nuestros héroes y mártires no están ni olvidados ni muertos.

Frente al otrora Cuartel Moncada, Josefina Prosper Bruff, presidenta de la FEU en la Universidad de Ciencias Médicas, expresó a los presentes la impronta de los ocho estudiantes de Medicina en los futuros galenos de hoy, quienes se preparan para prevenir enfermedades, salvar vidas en cualquier parte del mundo, como lo demostraron con la pandemia de Covid-19.

Constituye hoy un día para juntar las voces y el alma, para reafirmar nuestro compromiso con la Patria, su historia y el futuro de la Revolución Cubana, porque somos fieles continuadores de los que derramaron su sangre y ofrendaron su vida por nuestra soberanía, manifestó.

Rafael Torres, estudiante de la Universidad de Oriente, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que los universitarios son conscientes de la necesidad de aportar al desarrollo a la sociedad socialista cubana, que no es perfecta, pero no queremos que sea otra, la del sueño de José Martí y puesta en práctica por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Asistieron al acto los miembros del Comité Central José Ramón Monteagudo, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, y Beatriz Johnson Urrutia, gobernadora de Santiago de Cuba.

También homenajearon a quien fue defensor de los ocho estudiantes de Medicina, Federico Capdevila, con una ofrenda floral ante su busto, situado en el parque que lleva su nombre en la esquina de las calles San Francisco y Corona, de esta ciudad.

El 27 de noviembre de 1871 fueron injustamente fusilados ocho estudiantes de Medicina en Ciudad de La Habana, por una inocente travesura estudiantil, bárbaramente castigada por el gobierno español como respuesta a la lucha independentista de los cubanos, iniciada por Carlos Manuel de Céspedes en 1868.