Historias de Coronavirus: Kaliema y el ippón que truncó esfuerzos

Historias de Coronavirus: Kaliema y el ippón que truncó esfuerzos
Fecha de publicación: 
22 Abril 2020
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en sus últimas dos temporadas en la arena internacional Kaliema exhibe balance de 32 y 17. Foto: IJF

No todas las historias de Coronavirus buscan un halo de esperanza en el fondo del oscuro corredor. Para algunos, la variable tiempo se antoja de vida o muerte.

Día X de la cuarentena y pienso en aquellos que combaten al Coronavirus desde su condición de enfermos, personal de la salud, los que llevan su arte a las redes para amenizar las incontables horas de aislamiento o encierro, los que se trazan un plan de entrenamiento para no distanciarse mucho de la forma deportiva y aferrarse al sueño olímpico si en definitiva se suceden los Juegos Olímpicos de Tokio el verano de 2021.

Tiempo, ese que se detuvo justo cuando la judoca Kaliema Antomarchi (78 kg) atravesaba, dicho por ella misma, uno de los estados de gracia en su carrera deportiva.

Con ese panorama en el umbral de nuestra plática, la ubicada en el séptimo escaño del ranking olímpico de su división (4 242 puntos) con saldo internacional de seis sonrisas y tres fracasos en combates de máximo rigor este 2020 según el sitio especializado www.judoinside.com le propinó un ippón a mis interrogantes:

¿En qué distrito de Santiago de Cuba vives, Cuántos días llevas de cuarentena o aislamiento en casa?

“Jejejejeje. Buenos días Harold, estoy en La Habana, no en Santiago, y llevo aproximadamente poco más de un mes de cuarentena ya”.

Qué ejercicios estás haciendo, ¿tienes un plan para esta etapa de descanso obligatorio?

“Realmente no tengo un plan para entrenar. Hago un poquito de planchas, abdominales, ligas y cuclillas. Es difícil hacer algo más o trabajo específico porque la verdad no tengo ningún implemento en casa”.

¿Qué opinión tienes del hecho de suspender los Juegos Olímpicos por causa del CORONAVIRUS, incluso con riesgo de que no se puedan celebrar?

“Bueno para mí esa fue una decisión difícil porque me sentía en muy buenas condiciones para enfrentarme a los Juegos Olímpicos.

Estoy bien posicionada en el ranking y muy estable en cuanto a los resultados en las competencias.

Pero creo fue necesaria esa medida porque lo más importante es la salud de todos, y realmente estamos pasando por momentos difíciles en el mundo entero.

A mí personalmente sí me preocupa que exista alguna posibilidad de no celebrar los Juegos Olímpicos puesto que he entrenado toda mi vida para participar en una Olimpiada”, sentenció la judoca indómita que cumplirá 32 años el próximo 25 de abril.

¿En qué momento de la forma deportiva te encontrabas, siendo una judoca prácticamente clasificada?

“Cuando se tomó la decisión de suspender los entrenamientos estábamos entrenando con vista a los eventos de Georgia y Turquía y bueno estábamos enfocados en mejorar los puestos del ranking ya que la clasificación debía terminar en mayo”.

¿Cómo es la comunicación con los entrenadores, el profe Arencibia, el resto del colectivo técnico, y las muchachas por estos días?

“La comunicación de los entrenadores conmigo es muy buena, no solo el profe Arencibia todos en general. El profesor Ismael Borboña, el profesor Félix Portuondo siempre están al pendiente de lo que voy haciendo en casa.

 A veces está situación hace que uno se relaje por así decirlo de cierta forma. Pues yo tengo a una persona que me escribe día a día jajajja. El profesor Félix me exige como si estuviera en el gimnasio  y la verdad yo le agradezco mucho por eso”.

¿Cómo valoras tu gira o año competitivo hasta el momento del parón por la Covid-19?

“Tuve una gira Europea muy buena. Inicia en el abierto de Bélgica ganando todos mis combates por ippon para así alcanzar el primer lugar.

Luego llegó el Grand Slam de París una de las competencias más fuertes dentro del circuito mundial de judo. Había participado varios años y nunca había alcanzado una medalla, mi mejor resultado había sido un 5to puesto en el 2009.

Este año fui a disfrutar mi competencia porque realmente me sentía bien preparada. Perdí el pase a semifinales con Fanny Estelle Posvite (3ra del escalafón-4 950 unidades), y lamentable me hizo una llave de brazo que me impedía prácticamente seguir en competencia. Mis entrenadores tomaron la decisión de no ponerme a competir para evitar que me lastimara más porque apenas podía mover el brazo pero yo les dije que iba a seguir pelando.

Y bueno con la gran ayuda de mi doctor Edel decidimos inyectarme para lograr eliminar el dolor y salir al repechaje con la polaca Beata Pacut (20-2 218) que aunque en otras ocasiones le había ganado es una atleta bien difícil. Gracias a dios pude ganar mi combate para enfrentarme una vez más a Audrey Tcheumeo (13-3 147) por el bronce en un escenario extremadamente grande y donde las personas conocen de judo y apoyan muchísimo a sus atletas. Un combate fuerte donde pude ganar a pesar de tener mi brazo malo y realmente para mí fue un bronce que supo a oro.

Luego estuve unos días sin entrenar para recuperarme del golpe y tratar de competir lo mejor posible en Alemania. Bueno, allí termine quinta, también un buen resultado ya que le pude ganar a la Francesa Posvite que me había ganado en París. Un inicio de temporada en el que también tuve la posibilidad de derrotar a la británica Natalie Powell (4ta-4 583), casi tan difícil para mí como la brasileña Mayra Aguiar (5ta-4 460 rayas).

Esos rendimientos te dan la medida de que estás en excelente forma deportiva, además de la confianza para manejar los combates y el aumento del repertorio técnico de acciones”.

¿Qué le recomendarías al resto del movimiento deportivo cubano y a las personas en general?

“Lo primero que les diría es que esta es una batalla que se gana con paciencia, y sobre todo con mucha disciplina. Es importante mantenernos en casa. Es la mejor solución para enfrentar esta terrible Pandemia. El tiempo nos verá alzar los brazos en señal de victoria”.

Tiempo, una variable recurrente y a flor de piel para muchos en estos días.

Ya no importa si es lunes o jueves, viernes o domingo. Mi ordenador y yo continuamos en este pacto de contar historias en TIEMPOS de Coronavirus.

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