Fútbol: Entre bloqueo, injusticias, semifinales y otros demonios

El fútbol es el deporte más universal, eso es incuestionable. Millones de hincghas tienen sus miradas depositadas en Europa y Brasil, escenarios de la Eurocopa y la Copa América, dos de las competiciones balompédicas más importantes a nivel de selecciones.

Yo, cubano al fin, no podía permitirme comenzar estas líneas por otro suceso que no fuera la negativa de las visas para el once cubano varado hace una semana entre Guatemala y Nicaragua para poder asistir a la Copa de Oro.

Otro golpe sucio de la administración estadounidense, uno más a su cuenta inagotable de desmanes y afectaciones directas a nuestro movimiento deportivo. Desde los topes de béisbol en Millington, la incitación al éxodo… hasta recientemente la negativa de visado para nuestra selección de baloncesto masculina para ir a la ventana mundialista de Puerto Rico, se cuentan disímiles las fechorías de esta índole.

Como si disputar un certamen, bajo los preceptos de juego limpio para alguien que represente a Cuba, encerrara la tenencia de otros requisitos adicionales. Pero no, ha sido ese, y a juzgar por el proceder de diversas administraciones estadounidenses, seguirá siendo un estigma, una limitante de poder tener un escenario justo y de calidad en materia de confreontación deportiva…

Respecto al último incidente, la Confederación de Fútbol del Caribe (Concacaf) alegó:

  “Concacaf ha estado en comunicación constante con la Asociación Cubana de Fútbol con respecto a su viaje a la ronda preliminar de la Copa Oro 2021. Desafortunadamente, debido a problemas en su viaje relacionados con Covid-19 y sus visas, y el régimen de pruebas de Covid-19 requerido, el partido de esta noche contra Guayana Francesa no se llevará a cabo”, dijo este organismo en un comunicado.

“Dada la situación actual de salud pública y la necesidad constante de cumplir con los protocolos, la salud y seguridad de los equipos participantes no se puede comprometer”, agregó. Nada más alejado de la realidad, o distorsionado diría yo. Clarificadora entonces, la respuesta de la Asociación Cubana de fútbol:

“La selección cubana de fútbol no pudo viajar a Florida para participar en la Copa de Oro de la Concacaf porque el Gobierno de los Estados Unidos no otorgó las visas correspondientes.

Otra vez, cuestiones ajenas al deporte impiden a nuestro país competir en suelo estadounidense en igualdad de condiciones con sus rivales, con lo cual se echan por tierra los preceptos del juego limpio y los derechos legítimos de toda delegación deportiva.

El Gobierno de Estados Unidos no tiene ninguna justificación para negarnos la entrada a su país, y por ende para impedirnos competir en una lid de la que hemos sido parte en muchas oportunidades.

Tamaño irrespeto merece no solo nuestro más enérgico rechazo, sino la urgente atención de las instituciones deportivas internacionales. Los atletas cubanos, de hecho ningún atleta del mundo, debiera enfrentar un ultraje de esta naturaleza”.

La Habana, 3 de julio de 2021

Asociación Cubana de Fútbol

Al respecto, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla señaló en su cuenta de Twitter la pérdida de esta oportunidad para la selección cubana como una de las afectaciones sufridas en el deporte a causa de las políticas hostiles del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba.

“El gobierno de EE.UU. no puede justificar demora del visado al equipo cubano de fútbol, el cual se disponía a participar en la Copa Oro y tramitó su solicitud con antelación en un tercer país. El bloqueo daña al pueblo cubano, a la @Concacaf y frustra los sueños deportivos”, escribió el diplomático en la red social.

Un proyecto en ciernes edificado por Pablo Elier Sánchez y al que se le trunca una oportunidad dorada de fogueo, sueños de cubanos con presencia en clubes de disímiles latitudes desvanecidos, gritos ahogados en la negativa de una afición deseosa de otro bálsamo… Siete letras que una vez más pesan y desgarran… Cuando política y deporte, no debieran compartir azucarera.

Se cierra el cerco en Europa y América

Entran en fases semifinales la Eurocopa y la Copa América, con el cerco cerrado y los grandes contendientes, entr los que quedaron con vida, diciendo presente. Cánticos ahogados, 360 minutos del deporte más hermoso del mundo viernes y sábado… una sobredosis placentera, de la cual merece la pena bajar un tín las revoluciones y dejar algunos apuntes.

Euro:

En la Euro se citan por séptima ocasión España-Italia, el duelo más repetido de la competición más allá de otras rivalidades antagónicas, y cuarta edición consecutiva de este pulso.

Los ibéricos con un Unai Simón por el que solo Luis Enrique y unos cuantos apostaban vestido de Súper Héroe, en una tanda de penales que vio corroer uñas y nervios de 9.7 millones de hinchas.

Con todo y esa marea Roja los de Luis Enrique, siendo los más goleadores de la justa hasta el momento con 12 tantos y cinco perforaciones ante Eslovaquia y Croacia, no tuvieron necesidad, ni por fútbol ni por historia, de sufrir tanto ante Suiza.

Empate a uno ante una maquinaria organizada hasta la médula, al más puro estilo de la exactitud de un Omega o Tag Heuer… que casi les cuesta una transfusión de despedida a los ibéricos.

Italia, una azurra temerosa, a la cual no se le puede dejar salir con ventaja en el partido, que no, que no. Con toque, prestancia en su juego, profundidad en las líneas y una sangre fría vestida de efectividad cuando la situación lo amerita. Cualquier interrogante al respecto, baste preguntarle a esa generación de puro talento belga, que por enésima ocasión ve ahogado su sueño y declinar las opciones de materializarlo ante el paso implacable del tiempo.

Esta Italia es fresca, atrevida, resolutiva, y todo eso sin renunciar a su virtud perenne, el catenaccio endemoniado cuando son sabedores de ventaja en el pizarrón. Una maquinaria de ataque y defensa, con total sutileza en las transiciones, y los galones de luchadores siempre llenos…

A tal punto que han sido capaces los de Mancini de eslabonar 13 victorias en línea y 32 partidos sin perder. ¡Menuda Faena!

Inglaterra-Dinamarca: dos formas diferentes para un mismo destino. Los daneses con una sed endemoniada, como si se debieran el darle de beber de ese Santo Grial a Erikssen. Despacharon 2-1 a Republica checa con un primer tiempo en el que quemaron todas sus naves al 200%.

El resultado, dos goles que serían irreversibles en el veredicto, pese al apretón en el segundo periodo de Patrick Shick y compañía, insuficiente en definitiva. Tienen la estrella de su título en 1992 posada sobre sus hombros, pero enfrente tendrán…

Unos Leones Rosa que se erigen como serios candidatos al cetro en voz de muchos entendidos. Le endosaron a Ucrania su segunda mayor goleada en competiciones importantes 4-0, luego del 6-1 propinado a Panamá en Rusia 2018. Por si eso no bastara, tienen a su capitán Harry Kane y al antes cuestionado Raheem Sterling, en estado de total efervescencia. Anotan, asisten, gritan, festejan.

Es esta Inglaterra un rodillo, que incluseo me hace pensar en aquella generación de Lampard, Gerard, Beckham, Cole, Owen, y compañía, pero sin notorios dividendos.

Confiemos en que este no sea el caso. Los de Southgate están en semis, con puerta cero en cinco desafíos, y lanza unas señales de campeón que golpean con contundencia al resto de los contendientes. Ya el terreno dirá.

Copa América

Perú pasó sobre Paraguay en penales, tras un encuentro de vaivenes y en el que casi deja esacapar el triunfo de sus manos, cuando los paraguayos, batalladores hasta después de irse a los vestgidores, les igualaron a tres en el mismísimo minuto 90. Los de Ricardo Gareca vuelven a citarse en semis, dando fe de que es un DT ganador, pero con fantasmas en su nivel de juego.

Por momentos lucen brillantez, y por otros una selección sub-20. Inconcebible si de tener aspiraciones reales a ganar se trata, máxime cuando se las verán con un Brasil que, además de ser anfitrión, los supera a todas luces en el papel, la historia… y el juego.

Sufrieron los auriverdes para imponerse a Chile, otra generación dorada que prácticamente se despide, pero con la huella de dos Copas en línea. Se extrañó por la Roja de América a un Alexis Sánchez siempre salvador.

Del otro lado, Brasil, con un Neymar multiplicado en cancha y en energías, involucrado en todas las jugadas, el perfecto mariscal al más puro estilo de Tom Brady o Michael Jordan, supo resolver el partido, esta vez encomendado al gol de Paquetá, en una jugada colectiva de esas que llevan el santo y seña de la Canarinha.

Brasil avanza, con solidez y agonía, pero también con pinta de campeona.

Si de agonía se trata hay que mencionar a Colombia, con un Ospina vestido de salvador, un meta experimentado, con olfato y osadía, con kilómetros acumulados al máximo nivel de clubes y con manos enguantadas que este sábado hicieron sus deberes para rescatar a los suyos, luego de un abrazo con gafas en extremo rocoso frente a una Uruguay con más garra que fútbol en este minuto.

El fútbol fue justo, los dioses de los penales también, y pasó el equipo que mejor disputó esos 90 minutos.

Podrá Messi no tener club ahora mismo, pero tiene un respaldo de sus diez coequiperos que pocas veces antes había visto en un elenco de argentina en su era. Asociados, alegres, participativos, sin esos muros o rupturas que se le han achacado en la última década.

El desenlace ante Ecuador no podía hacerse esperar: 3-0, con genialidad de tiro libre incluida y par de asistencias. Contra ché, ¿acaso todavía no te convences de que la pulga biónica es un futbolista de otro mundo?

Así llegamos al hasta luego de estas líneas, entre indignación, horas frente al Televisor, y goles que siempre… son amores.