FBI recolecta datos personales de usuarios de mensajerías

El FBI es capaz de acceder en tiempo real a los datos personales de los usuarios de servicios de mensajería, indica un documento filtrado de la misma institución.

Según el documento del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), divulgado el lunes, esta agencia estadounidense puede acceder a los datos personales que es capaz de recolectar de populares aplicaciones de mensajería como iMessage de Apple y WhatsApp, valiéndose de una orden judicial o una citación.

Asimismo, el informe revela los diferentes medios de los que dispone el FBI para extraer datos confidenciales de los usuarios de nueve plataformas de mensajería.

WhatsApp puede proporcionar información prácticamente en tiempo real sobre un usuario y sus actividades gracias a los metadatos que genera, pero el FBI no puede acceder directamente a los mensajes, aunque tiene a su disposición otros valiosos datos del usuario espiado, como sus contactos y registro de comunicaciones.

En cuanto a Apple, el gigante tecnológico tiene la obligación de entregar información básica de sus usuarios, así como los registros de 25 días de la actividad en iMessage. Además, con una orden judicial, la agencia estadounidense tiene derecho a acceder a los mensajes reales enviados y recibidos que pueden estar almacenados en iCloud.

Esta fuga de datos se produce aun cuando tanto WhatsApp como iMessage prometen a sus clientes máxima seguridad y protección de sus datos. Sin embargo, según indica el propio documento del FBI ambas aplicaciones son las más permisivas que existen.

Expertos y organizaciones que velan por los derechos de los usuarios de plataformas de mensajería denuncian la accesibilidad de los datos personales de los usuarios por parte de estas empresas e insisten que violan la privacidad algo esencial para la democracia.

En los últimos dos años han surgido más informes de agencias estadounidenses que poseen tecnología de espionaje avanzada para hackear los móviles de civiles. Algunos de los aparatos más conocidos de espionaje, actúan como un simulador de antena de telefonía móvil, obligando a dispositivos móviles a enviar ubicaciones y otra información personal.

Una red de filtraciones del exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden, en junio de 2013, sobre los programas de espionaje masivo de EE.UU. contra sus propios ciudadanos (también contra muchos líderes mundiales), dañó la confianza pública en los sistemas de comunicaciones dentro del país norteamericano.