El retorno de las aspersiones con glifosato planea de nuevo sobre Colombia

Pobladores de municipios del Pacífico de Colombia se manifestaron ante el posible retorno de las fumigaciones con glifosato en el país. La medida, que dice pretender erradicar los cultivos ilícitos de coca, inquieta a los residentes de la zona.

Hacia mediados del año 2015, el Consejo Nacional de Estupefacientes, la instancia que maneja la política pública antidrogas, ordenó la suspensión del uso del glifosato en el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante la Aspersión Aérea con el Herbicida Glifosato, recuerda DW.

El glifosato es un herbicida no selectivo de contacto que mata a las plantas sobre las cuales dicho herbicida se aplica. Se quiere volver a hacer de manera masiva, con aviones Air Tractor 802, acompañados de una flotilla de helicópteros y en medio de dispositivos bélicos.

En el 2001, el Ministerio del Medio Ambiente impuso un Plan de Manejo Ambiental como instrumento de control ambiental que establecía que los aviones debían fumigar a no más de 10 metros de altura y de manera focalizada, lo cual no se cumplió.

Los daños y el contexto

El retorno de las aspersiones con glifosato planea de nuevo sobre Colombia

El cofundador de Corporación Viso Mutop explica que además de perjudicar los bosques, se dañan estanques piscícolas, fuentes de agua, cultivos de alimentos, pastos para ganado y animales de corral, entre otras afectaciones.

Si bien se fumigó en zonas de cultivos de coca hasta 2015, nunca se preparó a la red de salud pública en esas zonas.

En 2017, la Corte Constitucional Colombiana, reiteró la orden de suspensión del Programa de erradicación y sujetó su reanudación al cumplimiento de una serie de condiciones, científico técnicas y jurídicas.

Colombia fumiga cultivos ilícitos con glifosato desde 1984 y a pesar de esto la presencia de coca ha sido constante.

El retorno de las aspersiones con glifosato planea de nuevo sobre Colombia

La aspersión aérea con este herbicida se mantuvo hasta finales de 2015 cuando el gobierno de Juan Manuel Santos la interrumpió como respuesta a un fallo de la Corte Constitucional que apela al principio de precaución y ante las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que califican el glifosato como potencialmente cancerígeno.

El debate sobre el uso de este agroquímico abarca el análisis de aspectos como: la salud, el medio ambiente y su efectividad para reducir los cultivos ilícitos, esta última puesta en duda por varios expertos.

Para el Gobierno, la aspersión es la vía más rápida de derrotar la siembra de coca, pero las cifras indican que no existe una correlación de efectividad. Por ejemplo, el 2007 fue uno de los años de mayor fumigación, y a pesar de esto, las hectáreas llegaron a 150 mil.

Jerry McDermott, cofundador del centro de investigación de crimen organizado, InSight Crime, dice que las fumigaciones podrían atomizar los cultivos; pero no tendrían un impacto a largo plazo y sí alimentarían, incluso, el conflicto armado.