El Club Antiglobalista: Cinco Ojos del Gran Hermano

El Club Antiglobalista: Cinco Ojos del Gran Hermano
Fecha de publicación: 
14 Agosto 2020
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Escena de la película Minority Report

Alan Turing murió misteriosamente en su apartamento, sin que el gobierno británico ni el pueblo reconocieran que, según analistas, la Segunda Guerra Mundial se acortó varios años gracias a los aportes de este hombre en materia de trabajo de inteligencia. Trasciende que Turing era un pacifista que deseaba un nuevo orden de armonía y tuvo fe, como muchos, en que luego de la conflagración los hombres fueran por fin hermanos unos de otros. Lejos de ello, ya en 1945 se hacían ver las apetencias imperiales de las tres potencias vencedoras y cómo el bando aliado, Inglaterra y Estados Unidos, constituía un dispositivo mucho mayor, con el objeto de un dominio sin precedentes sobre el planeta a partir del control de la inteligencia. 

El proyecto se llamó inicialmente BRUSA y luego UKUSA, y se trataba de la integración de los sistemas de criptografía y vigilancia electrónica de ingleses y norteamericanos, que a partir de 1948 incluyó al resto del antiguo imperio británico: Australia, Canadá y Nueva Zelanda. Este sistema ha impuesto las narrativas digitales que dominan internet y son el poder detrás de las compañías proveedoras de servicios, ya sea redes sociales o telefonía. Dicha red, que hoy se conoce con el nombre de ECHELON, o Cinco Ojos, es de carácter extralegal y pasa por encima de las entidades nacionales, sirviéndose de la dependencia tecnológica creciente de los países hacia las compañías privadas. De hecho, hasta los años noventa, no se conocía de su existencia, y fue entonces que la Unión Europea ordenó hacer una investigación, que tampoco arrojó mucho acerca de qué tipo de escuchas y de actividades se realizan a través de una estructura que, además del control de los proveedores de internet, maneja el cableado submarino y los satélites. 

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Alan Turing​ descifró el código Enigma de los submarinos nazis del Atlántico

La muerte de Turing, un joven en su mejor momento, jamás ha sido aclarada, pero teniendo en cuenta su carácter pacifista y por ende la oposición a que se usara la ciencia para espiar a ciudadanos indefensos; salta a la luz la teoría de la conspiración sobre el deceso de alguien que, además, por esos días enfrentaba a las autoridades en las cortes debido a una falsa denuncia de acoso a otro joven. Luego de derrotar a los nazis, descifrando el código Enigma de los submarinos del Atlántico, hay un dominio incontestable de más de 60 años, por parte de británicos y norteamericanos. La supuesta amenaza del comunismo garantizaba el marco legal para que se violaran las intimidades de la gente. En ese contexto en 1948, se publica una novela muy reveladora. 

Orwell acuña el término de Gran Hermano

En las selvas de la India, entre la población nativa y las enfermedades, el dominio y la hegemonía cultural británica, el autor George Orwell fue ganando conciencia de la naturaleza terrorífica del poder político. Él mismo un miembro de los cuerpos policiales del Imperio, notó que la manera en que mejor se controlaba a alguien era manejando su percepción acerca del poder. No hay que vigilarlos a todos, sino hacerles creer a todos que son vigilados. De ahí el origen de esa quimera literaria, de su novela 1984, llamada Gran Hermano. El personaje, omnipresente a lo largo de la obra, se transforma casi en un dios, una entidad metafísica que encarna el dominio de la clase elitista. De tal manera, en 1948 con la salida de este libro, se constituyó la primera denuncia del peligro de un Estado totalitario global, basado en la vigilancia y el manejo mental, así y como desde entonces se está tratando de establecer por los dueños de la red de los Cinco Ojos, que no en balde es una invención del MI6 británico. 

La quimera del Gran Hermano deviene en la metáfora perfecta del Estado cruel, en cuyas entrañas muere todo resquicio de pensamiento independiente y se coloca, en su lugar, un simulacro de vida y de libertades, en realidad bajo la égida de poderes bien establecidos e incontestables. Una vez más, el amo del mundo basa esa supremacía en el dominio tecnológico, lo cual se evidencia tanto en el conocimiento del lenguaje electrónico y su manejo, como en la propiedad del cableado y los servidores físicos. No es nada nuevo, la conquista de América fue posible para un puñado de europeos, gracias a la pólvora, el caballo y unas pocas artes más, que les dieron ventaja sobre los inmensos ejércitos de dos grandes imperios continentales. 

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George Orwell, autor de la novela 1984

El Estado del Gran Hermano, por su dimensión y su origen, no significa uno a la manera de las repúblicas italianas del renacimiento, sino que recoge la vieja aspiración global de la élite de integrar todos los poderes, barriendo con las identidades y los Estados naciones. ECHELON no sólo espía a enemigos políticos, sino que clasifica a los ciudadanos más comunes de sus propios países miembros del pacto de los Cinco Ojos e, incluso, a personas de otros países. Latinoamérica, por la cercanía con los Estados Unidos, se halla bajo la mirada total de la red anglosajona. En un artículo al respecto, el periodista Ignacio Ramonet decía que cada latino tiene un expediente abierto de al menos 40 páginas, que incluyen desde el número del celular, hasta detalles privados. 

Más allá de la Guerra Fría y el anticomunismo, el capital globalista ha aprovechado la ventaja tecnología para construir una fortaleza de vigilancia por encima de las leyes. Incluso a partir de 2001, con el aval de los tribunales, con la cruzada occidental contra el terrorismo islámico. 

Minority Report

El conocido film da la exacta magnitud del proyecto que surge anexo a ECHELON, llamado Total Information Awareness (TIA), que como su nombre lo indica es un dominio total sobre el planeta, persona a persona, de manera que los datos son cribados en una minuciosa ingeniería por súper ordenadores con base en los Estados Unidos, los cuales estarían supuestamente entrenados para, a partir del control de cada sujeto, predecir su conducta y detectar posibles asesinos, violadores, delincuentes en general. En la película Minority Report, un grupo de ciborgs a través de predicciones holográficas mostraban con tiempo de antelación el delito, dando pie a que la policía actuase. Eso, como sostiene el film, acabaría con el crimen, pero a la vez con la libertad. 

Este TIA fue una iniciativa del general John Pointdexter, famoso por estar involucrado en el caso Irán-contras. Si bien se dice que el proyecto se abandonó, las alarmas saltaron cuando Eduard Snowden hizo revelaciones acerca de la metodología totalitaria de los cribadores de datos en la Agencia de Seguridad Nacional, filtraciones que pusieron en entredicho el respeto al Estado de leyes por parte del gobierno norteamericano y sus organismos ejecutivos centrales de inteligencia. 
Con estas tecnologías, no solo nos espían, sino que suplantan nuestra identidad y comportamiento, que se convierten en algoritmos de inteligencia artificial, fácilmente manipulables mediante los trabajos en la red. El impacto emocional y conductual de las nuevas vías para la comunicación y los datos son parte de las variables que estas máquinas tienen en cuenta, tanto en su accionar diario como en su desarrollo exponencial por encima de las capacidades incluso de sus amos y diseñadores. No es fácil sustraerse al dominio, cuando este tiene en cuenta nuestra naturaleza y la avasalla como si fuese una ecuación matemática más. 

5G, la tercera guerra mundial silenciosa

Reino Unido quiere hacerse independiente tanto de la Unión Europea como de los Estados Unidos, sin perder las ventajosas alianzas que en la historia los ingleses han sostenido. Para ello, le compraron a China su tecnología Huawei 5G, la cual se dice que es el futuro de la humanidad, ya que sustituiría todo tipo de trabajo manual mediante la intervención de la inteligencia artificial. Sucede que, con esto, se ha producido por primera vez una fractura en el Cinco Ojos, ya que los Estados Unidos siguen presionando para que Huawei no entre en sus dominios, con lo cual, según los norteamericanos, quedarían a su vez vigilados por China. Además, el fin de ECHELON sería el de la hegemonía de Washington, ya que las narrativas de datos, el flujo de los mismos y el diseño de los servidores, pasaría a estar en territorio cultural chino. Y se espera que los viejos dominios británicos, el resto de los Cinco Ojos, pasen a manos de esa modalidad del 5G que pronto mostrará su valía en materias económicas primordiales. 

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Para que se entienda, es como si el idioma universal pasase del inglés al chino. El mundo se reconfigura a partir de la tecnología y con ello el poder y las finanzas. Se trata de una guerra mundial silenciosa entre dos potencias, en la cual los aliados cambian de bando según convenga, ya que no media la ideología sino la supervivencia de las élites en un universo inestable. 

No obstante, poco se conoce en verdad de ECHELON y sus planes para conservar el dominio del globo y quizás el presente capítulo del 5G sea solo una prueba más, en el largo camino de los globalistas por agenciarse los recursos, las vidas y el alma de cada uno de los habitantes de este planeta. En la novela 1984, las súper naciones que se dividen la Tierra están en paz y en guerra indistintamente, sin que se sepa por qué, y se disputan hegemonías extrañas e indescifrables. Este mundo, cada vez más distópico, ha alcanzado un nivel de caos semejante. Un pánico global que saca réditos para los que más poseen y coloca a la gente común en el abismo y la bruma. 

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