Quizás muchos asocian las siestas solo con los niños más pequeños y las personas de la tercera edad, sin embargo, especialistas del Instituto Tecnológico de Massachusetts han determinado que dormir esos pocos minutos durante el día reponen mejor al organismo humano que incorporar más horas al sueño nocturno.

De acuerdo con estos científicos, según publicó Infomed, el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, el permanecer más tiempo en la cama no provee que por el día las personas experimenten una mayor productividad laboral, como tampoco, disminuya la presión arterial, teorías que anteriormente se planteaban.

Así sean 25 o 40 minutos, “los científicos probaron que las siestas suelen ser más beneficiosas, pues contribuyen a mejorar el proceso de cognición, eficiencia, toma de decisiones y el bienestar en sentido general”. Para lograr una mejor calidad de la siesta recomiendan hacerlo en un espacio tranquilo y lo más oscuro posible.

También aconsejan tener en cuenta y disminuir la cantidad de líquido que se consume antes de ir a la cama para no hacer visitas recurrentes al baño. De igual forma, advierten se deben revisar los suplementos y medicamentos que toman las personas y que pudieran interferir en la calidad del sueño en ese momento del día.

Como mismo lo alertan para garantizar una buena noche, pues para tener una provechosa siesta se debe evitar antes de partir hacia la cama la ingesta de productos con cafeína o alcohol y las luces que emiten los televisores, computadoras o dispositivos móviles como celulares o tabletas, ya que “la luz altera el ritmo natural que tiene el cuerpo al momento de dormir”.

Las noches de desvelos son algunos de los efectos que está dejando la pandemia de la Covid-19 en los enfermos, familiares y convalecientes que luchan contra la enfermedad bien de cerca. La calidad del sueño para algunos decrece de tal forma que requieren de meses para poder superar el insomnio, una secuela de la pandemia que debilita la calidad de la salud de las personas.