¡Dios mío, Simone está volando!

especiales

¡Dios mío, Simone está volando!
Fecha de publicación: 
7 Agosto 2024
0
Imagen principal: 

En gimnasia artística: descuellan el japonés Daiki Hashimoto, la norteamericana Sunisa Lee. Muy bien la brasileña Rebeca Andrade... Pero no deseo seguir hablando de la estética contienda de una fría manera: por encima de las medallas vibra y estremece la mejor gimnasta y una de las más grandes deportistas de todos los tiempos: Simone Biles.

Estaba lacerada por una excesiva presión al ser un astro irradiante, cuando dolorosos problemas personales la maltrataban, sin sanar del todo aún de las heridas, proporcionadas a su alma y a un gran grupo de sus compañeras por el corrupto entrenador encarcelado para siempre. La Biles no estaba en su mejor momento. Recién ha demostrado en diversas justas que continúa siendo la uno del mundo en su deporte y que hasta ha crecido en su creatividad. Volverá en París 2024 para deleitar a los pueblos con su maravillosa labor.

Así me expresé en una parte del último capítulo de mi libro De Atenas a París, los Juegos Olímpicos, publicado recientemente por la editora Warriors. Ha ocurrido. No soy adivino, simplemente tengo fe en la calidad humana y la deportividad de esta mujer de 27 años que, desde los 16, ha realizado una faena victoriosa y, más importante aún, creadora. Y debió batallar contra un destino funesto que amenazaba con destrozarle la existencia.
 
Ella y sus tres hermanos surgieron de una familia disfuncional: abandonados, sin guía, progenitores drogadictos, las escupidas del racismo añadidas sutil o furiosamente. Recuerda: "...siempre tenía hambre y miedo". Los cuatro hacia un hogar de acogida. Jamás tan acogedor como el normal. Llega la dicha con el abuelo Ron Biles y su esposa segunda, Nellie Cayetano. La pareja adopta a Simone y a su hermana. Los restantes son protegidos por otro familiar.      

Empezaba la lucha contra la enajenación vivida. Deja huellas y suele salir cuando menos se espera. Simone no queda indemne. Ya verán. La llevan a un gimnasio de puertas abiertas. Al probarla, los profesores se dan cuenta que esa niña de seis años promete. Se esmeran en su misión. La alumna no les falla. Como en cualquier inicio, los pasos no adquieren la vía recta inmediatamente. Hasta algunas lesiones molestan. El feo rostro de la incertidumbre es derrotado. La conducción de Aimee Boorman a partir de cumplir ocho años su pupila, pesan en el adelanto.

Muestra su avance en lides infantiles y, luego, en juveniles de su país y el extranjero. Sin ser adulta impone sus zancadas en esa categoría. En la lid nacional de 2012, la muchacha nacida el 24 de marzo de 1997, en Columbus, Ohio, en una casa golpeada por la pobreza material y espiritual, se batía con las mejores de su disciplina en Estados Unidos. Las vencería un año después.

Por cierto, en junio de 2023, fue la mejor por novena ocasión consecutiva en una justa de este tipo. En medio de su retorno al combate, después que la presión por poseer la luz de lideresa, le desató en las remembranzas aquel dolor de los primeros años de vida, junto al de los abusos sexuales sufridos por ella y un gran grupo de las integrantes de los seleccionados femeninos de Estados Unidos de este deporte, por parte del médico Larry Nassar. Por fin fueron revelados por las víctimas: dicho esclarecimiento lo llevó a la cárcel por mucho más de cien años. Ese proceso judicial golpeó demasiado a Simone.

La vida es un combate. La de ella, tan indómita, ha disfrutado y disfruta de diversas acciones a su favor también. En primer lugar, las de sus abuelos paternos quienes la rescataron, siendo una niña, del abismo y le forjaron un verdadero hogar. Sin abandonar la atención cotidiana, inauguraron en 2014 en Springs, Texas, el nombrado Centro de los Campeones del Mundo. Vino la residencia en su país de maestros de la Escuela Rumana. Laurent Landi se hace cargo del equipo estadounidense. Existe el trabajo victorioso del psicólogo Robert Andrews.  En fin, hechos para mejorar a la mejor, han escrito. Muy merecidos. Como el arribo del amor de pareja: desde el noviazgo y luego del casamiento en el 2023 cuenta con el apoyo, basado en la pasión, la admiración y la comprensión, de Jonathan Owens, jugador profesional destacado de fútbol estilo estadounidense.
 
La favorece también su carisma, su sencillez, su entrega enamorada a su disciplina, cristalizada en el olimpismo, sobre todo con la conquista de la corona individual y otras tres doradas en Río de Janeiro 2016, y 30 de oro en los campeonatos mundiales. Jamás ha olvidado ofrecer el sustento espiritual y material a quienes pasan por los golpes parecidos a los que ella recibió. Todo esto la hacen dueña del cariño de la afición.

Cuando escribo estas líneas ya ha agregado dos nuevos cetros: máxima acumuladora y la de la selección, y va en busca de otros en las especialidades. Es la mayor creadora: cinco elementos llevan su nombre y ninguna de sus rivales los ejecutan como su autora. Posee a la altura de su técnica y su arte, el coraje. Esa arma indispensable para triunfar estremece en la lucha por el all around en la capital francesa: sobrepasa a Rebeca Andrade, la segunda del planeta en la actualidad, quien iba al frente. Prueba decisiva. La brasileña borda una magnífica presentación. El turno para la estadounidense... ¡Dios mío, Simone vuela! ¡Qué mortal tan inmortal!

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.