Cuba en el corazón de Rosemari Mealy (I)

Cuba en el corazón de Rosemari Mealy (I)
Fecha de publicación: 
25 Mayo 2021
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La de la periodista, escritora y activista estadounidense Rosemari Mealy con Cuba es una larga historia de amor y solidaridad, de esas que serán eternas, porque son profundas y en las cuales no hace mella el odio ni la manipulación. Es la historia posible que soñamos para dos pueblos con muchas razones para ir por la vida como hermanos.

Quizás por eso, cuando una desconocida la contactó por whatasapp, respondió con aquella familiaridad y la llamó, enseguida, hermana. La palabra mágica, mucho más que el nombre de la amiga común que nos contactó, fue el nombre de un país, pequeño, vecino, entrañable: Cuba.

¿Qué la trajo a La Habana y por cuánto tiempo?

Mi historia con Cuba se remonta a la primavera del año 1972 cuando llegué por primera vez al aeropuerto José Martí tarde en la noche en un vuelo desde Ciudad de México. Viajaba junto a otros 150 integrantes del 5to contingente de la Brigada Venceremos. La legendaria organización de solidaridad EE.UU.-Cuba que fue fundada en el año 1969 y se oponía al bloqueo estadounidense, con el objetivo específico de desafiar las restricciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos. Fuimos recibidos en el aeropuerto por dirigentes y personal del ICAP (Instituto de Amistad con los Pueblos). 

El largo y tortuoso recorrido hacia Cuba desafiaba abiertamente la ley estadounidense porque viajamos sin la licencia emitida por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Quería ver y aprender de primera mano qué era la Revolución Cubana. Yo no creía ni me identificaba con la hostilidad dominante que ejercía el gobierno de Estados Unidos hacia Cuba o con la narrativa anticubana avivada por la comunidad de exiliados cubanos radicada en Miami y Nueva Jersey.

Por cinco semanas, el ICAP facilitó nuestro trabajo voluntario con los más de 150 brigadistas estadounidenses. Vivíamos y trabajábamos codo a codo con nuestros hermanos y hermanas cubanos al participar en la construcción de una nueva comunidad en el pueblo Los Naranjos. El complejo fue pensado para ofrecer a las familias nuevas viviendas e incluía escuelas, un centro comunitario, un policlínico y la restauración de una vaquería. Fue una experiencia maravillosa para conocer y aprender de los cubanos de todas las clases sociales: estudiantes de secundaria básica, preuniversitario, politécnicos y universitarios, trabajadores de la construcción, doctores, intelectuales, maestros, artistas, músicos y poetas. Mientras trabajábamos juntos los días laborables, en el almuerzo, las meriendas, la cena, o luego del trabajo en los vibrantes eventos sociales y culturales, todos —sin excepción— nos hablaban voluntariamente y con interés sobre los logros de la “Revolución de Fidel” y todas las cosas que había hecho por ellos y sus familias.

Luego de concluir la fase del trabajo voluntario de nuestra visita, viajamos por ómnibus por toda la isla, visitando provincia por provincia, llegando incluso a algunas de las comunidades más remotas del país. Nos dieron la bienvenida los CDR (Comité de Defensa de la Revolución), estudiantes en representación de la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas). Fuimos recibidos por centros escolares, sindicatos y la Federación de Mujeres (FMC). Visitamos museos, instituciones culturales, restaurantes, fábricas y granjas comunitarias. Fui testigo con mis propios ojos y escuché testimonios de vida sobre los cambios positivos, donde los cubanos comparaban el nivel de vida antes de la Revolución, cuando había poca comida, desempleo, no había escuelas, ni hospitales, ni doctores, y eso lo comparaban con lo que había logrado la Revolución. Las personas abiertamente destacaban logros personales y que se reflejaban luego en el empoderamiento de su comunidad. Amistades perdurables se forjaron hasta el último día de nuestra estancia.  

Si le piden que cuente cómo es la vida de la mujer cubana ¿Cuál sería su historia sobre nosotras?

Lo primero que diría es que la mujer cubana es resistente a pesar de la carga que representan 60 años de bloqueo económico estadounidense. Las mujeres han logrado avances en la fijación de objetivos y en la equidad de género, así como el empoderamiento de la mujer. Sus logros están ahora estandarizados como normas establecidas dentro del Plan Estratégico de las Naciones Unidas para la Mujer. El plan apoya el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, donde la mayoría de las naciones, incluso las capitalistas, están suscritas.

En segundo lugar, tendría que resaltar la historia de las mujeres cubanas que tuvieron participación directa en los primeros años del proceso revolucionario. Por ejemplo, las mujeres que sirvieron de maestras en la Campaña de Alfabetización y se convirtieron en heroínas y vanguardias patrióticas de la Revolución. Las experiencias de las mujeres cubanas que reflejan el orgullo de una nación entera cuando representan al país en misiones internacionalistas. Igual de importantes son las mujeres combatientes que bajo el nombre de Operación Carlota, lucharon contra el Apartheid en defensa de los Movimientos de Liberación del África cuando fue necesario, y Cuba respondió. Esas madres e hijas que sacrificaron y dejaron a sus familias en casa para contribuir de muchas maneras a la solidaridad internacional cubana durante los desastres naturales recientes en todas partes del mundo, en brigadas médicas, y como educadoras y técnicas. (1)

Tendría, por necesidad, que hablar sobre cómo las mujeres cubanas integran hoy varias organizaciones sociales y de masas como evidencia del rol primordial que tienen en la economía nacional. Su amplia presencia y representatividad como líderes sindicales, lo que les permite tener una influencia marcada en la toma de decisiones, que incluyen aquellas que afectan los intereses de la mujer trabajadora. 

Explicaría lo esencial de su liderazgo en la producción de alimentos en las áreas de organopónicos y las alianzas que están haciendo. En particular, esas mujeres cubanas que se identifican como afrodescendientes, quienes lideran el debate que conlleva al logro de alianzas estratégicas que fortalecen las conquistas de la Revolución, al tiempo que reclaman el impacto del activismo social y descubren las herramientas teóricas necesarias para la construcción de espacios más inclusivos y acogedores que involucren a negros, gays, lesbianas y miembros de las comunidades transgénero (Las Doctoras Gisela Arrandia y Norma Guillard, en comunicación personal y entrevistas donde ellas, como sociólogas, han trabajado con los temas de raza, género, orientación sexual y temas sobre diversidad e identidad en el contexto cubano y caribeño, contribuyendo muchísimo en los intensos debates sobre raza y racismo en Cuba).

Finalmente, para ilustrar las complejas tareas que la mujer cubana enfrenta en su vida cotidiana como resultado del bloqueo, se requiere hacer referencia a observaciones muy importantes hechas por Dr. Arrandia-Cuvarrubia:

El impacto cultural del bloqueo, en el espacio que transciende más allá del daño económico y político, como la falta de medicamentos y equipos médicos…La angustia provocada por las carencias sostenidas en la vida diaria, donde las generaciones más jóvenes no ha conocido otra realidad que esa de carencias, una infancia con lo mínimo para su disfrute provocada por la ausencia de cosas sencillas, como juguetes modernos que estimulen sus habilidades…la incertidumbre de las amas de casa a la hora de preparar la cena por la escasez de productos básicos pero indispensables en la dieta…y la tristeza de las familias que no pueden disfrutar de las mismas relaciones que tienen otras personas, pues la emigración es un fenómeno cotidiano… (2)

Referencias

[1] Carlota fue una luchadora Lucumí-Yoruba de la resistencia que lideró una rebelión de esclavos en Cuba a mediados del siglo 19..

[2] Arrandia -Covarrubias, G. (April 4, 2021). Lectores: A propósito de la Solidaridad con Cuba, apuntes de una crónica. Moncada. Recuperado 5 de abril de 2021, desde http://moncadalectores.blogspot.com/2021/04/a-proposito-de-la-solidarida...

Traducción al español: Sergio Alejandro Paneque / Equipo de Traducción de CubaSí
 

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