Cuba: Activas Tropas Guardafronteras en rescate y salvamento

Cuba: Activas Tropas Guardafronteras en rescate y salvamento
Fecha de publicación: 
24 Junio 2021
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Combatientes de las Tropas Guardafronteras (TGF) rescataron en 2019 en aguas territoriales aproximadamente a 300 personas en 90 solicitudes de auxilio, informó el Ministerio del Interior (MININT).

Las acciones de recuperación incluyeron los cuerpos sin vida de 10 ciudadanos en esos hechos, en los cuales predominaron embarcaciones particulares destinadas a la pesca deportiva y comercial privada y de recreo, que utilizan el mar territorial de Cuba, especificó el organismo en su sitio oficial.

Calificó de múltiples las historias cotidianas de los hombres y mujeres de las TGF, a bordo de los buques, que se exponen a los más diversos peligros y desafíos para salvar y rescatar a personas que solicitan ayuda.

Añadió que un ejemplo elocuente son los miembros de la tripulación del Guardacostas 060, de la Escuadrilla Naval del Destacamento Noroccidental, que asumen esa responsabilidad junto a la protección de la frontera, de la flora y la fauna, la lucha contra el narcotráfico internacional y las salidas ilegales del país.

Su joven comandante, el capitán Oranys Pérez Burgos, Licenciado en Ciencias Navales, en la Academia Naval Granma, se siente orgulloso de haber cumplido significativas misiones, en el lustro que lleva en estos menesteres, cuando apenas tenía 22 años y con un colectivo que no sobrepasa su edad, pero todos, con una alta preparación profesional y técnica y sentido de pertenencia.

Uno de los casos que el oficial no olvida, por las dificul­tades en sus operaciones, es el de los que viajaban a bordo de un yate extranjero que se incendió cuando se dirigía a Estados Unidos.

Tampoco el de los pescadores que por roturas permanecieron desaparecidos varios días en altamar y lograron salvarlos a muchas millas de las costas cubanas, así como el de otras cuatro personas al norte de Cojímar (La Habana), que se habían hecho a la mar en un velero tipo catamarán, sufrieron averías por el mal tiempo y solo pudieron salvar a dos.

Pérez Burgos asegura que prestan servicio en cualquier situación meteorológica, a cualquiera hora del día, en un amplísimo espacio marítimo, muchas veces muy lejos de las costas cubanas y con pésimas condiciones de navegación, bajo fuertes vientos, en medio de tormentas y el desafío de las olas.

Sin embargo, uno no piensa en esas condiciones, sino en el ser humano que vas a salvar, en la familia que no sufrirá, en el cubano que no restarás, en la Revolución que te dio este espacio en una trinchera tan importante y a la que no le fallaste al lograr uno de los objetivos por los que estamos aquí, precisó el oficial, posteriormente promovido a Jefe de Plana Mayor de la Escuadrilla Naval.

Por esos días, su tripulación estrenaba medios de rescate y salvamento recién adquiridos, muy costosos, aunque imprescindibles y que pese al criminal bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos contra Cuba las autoridades decidieron obtener.

En ese empeño, incorporaron nuevos dispositivos colectivos de salvamento, chalecos y aros salvavidas, camillas, linternas de señales, cabos flotantes, balizas de señales fumígenas y arnés de seguridad, entre otros.

Son recursos idóneos para la acción, aún más efectiva y profesional, comparable a la que brindan servicios homólogos del llamado primer mundo, en correspondencia con los requerimientos y compromisos internacionales y la voluntad política de garantizarlas.

La embarcación cuenta con las condiciones de navegación y de vida necesarias, su tripulación desarrolla un plan de lección y de preparación combativa, y los nuevos ingresos vencen un período de entrenamiento para adquirir el mando independiente con los conocimientos y habilidades requeridos.

Desde 1966 Cuba es miembro de la Organización Marítima Internacional, organismo especializado de la ONU y responsable de la seguridad y protección de la navegación y prevención de la contaminación del mar por los buques.

La Ley No. 115 sobre la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre, de seis de julio de 2013, faculta en su artículo seis al MININT, entre otras funciones, a implementar las medidas para la protección de los buques, embarcaciones y artefactos navales que hayan naufragad.

Igualmente a los que se encuentran surtos en puertos y aquellas que se requieren ante catástrofes naturales o cualquier otra contingencia en el mar.

Además, en coordinar las acciones para la búsqueda y salvamento de personas en peligro en el mar y a establecer la cooperación con organizaciones de los Estados ribereños.

Según estadísticas internacionales, en los últimos 10 años hubo un promedio anual de 113 barcos desaparecidos en el mundo y el error humano representa entre el 75 y el 96 % de los accidentes; muchas veces por la falta de percepción de riesgos y la violación de normas y procedimientos para la navegación segura.

 

 

 

 

 

 

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