Cuando el arte cobra vida

Cuando el arte cobra vida
Fecha de publicación: 
18 Febrero 2021
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Homenaje a Claudio José Brindis de Sala Foto: Alejandro Basulto

¿Qué cubano no ha desandado La Habana sin tropezarse con algunas de sus estatuas vivientes? La Dama de la Buena Ventura, el Vendedor de Tabacos y el Marciano, entre otros, cobran vida para dar colorido a las calles del Centro Histórico de la ciudad. Desde el 2018 para el proyecto Viviente, el ambiente urbano se ha convertido en el escenario donde crean e interpretan sus personajes. Su método: concebir performance donde superponen la poética del clown con la técnica de estatuismo.

Sensibilizar al público espectador con las historias escenificadas a partir de una acertada búsqueda del personaje a interpretar, la recreación de épocas y propiciar un mayor acercamiento de los más jóvenes a dichas expresiones artísticas, son algunos de los objetivos que se plantea el grupo. De esta manera llaman la atención sobre la importancia del arte, no solo como divertimento sino también como reflexión y sabiduría.

Han colaborado con diferentes proyectos de la Oficina del Historiador como: Rutas y Andares, Somos Uno, este último dirigido a infantes, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Además, han participado en el Carnaval Habanero, Festival de la Cubanía, acciones por el Aniversario 500 de La Habana, entre otros eventos y conmemoraciones. Meritoria también ha sido la contribución con su arte a comunidades afectadas por el tornado ocurrido en la capital, en el 2019.

La dirección y producción del proyecto desde su surgimiento están a cargo de Alberto Sánchez Castellón y Arigneyis Cruz Fernández. respectivamente. "Neyi" como la conocen sus amigos, es Ingeniera Química, y nos cuenta cómo se interesó por este mundo: Solía encontrarme con los actores de los diferentes grupos de animación y arte callejero que existen en la Oficina del Historiador, conocí a Alberto, apasionada por el arte, fue entonces cuando comencé mi búsqueda y aprendizaje constante, participando en varios talleres. Así que, en el 2018 me comentó su idea de crear el proyecto Viviente y juntos avanzamos en este proceso.

Alberto, por su parte, trabajó durante más de una década realizando pasacalles y estatuas vivientes hasta que sintió la necesidad de crear su propio proyecto. Su propuesta de acción artística: "de la calle a la institución y de la institución a la calle", pretende revitalizar y retroalimentar cada uno de los contextos en los que interviene, logrando un estrecho diálogo entre las instituciones y el arte callejero.

El público es capaz de percibir la belleza y rareza del vestuario, lo extravagante del maquillaje, lo simpático o majestuoso del personaje, la capacidad de permanecer inmóvil durante largos períodos de tiempo, sin embargo, detrás de esta proyección, hay un fuerte trabajo de preparación.

Arigneyis asegura que cada personaje tiene su historia, nacen en contextos diferentes y con diferente inspiración, transmiten algo especial en cada puesta en escena. La interpretación requiere ejercicios de respiración, concentración, dilatación del cuerpo y técnicas del estatuismo. Además, insiste en que cada creación debe responder al lugar donde se exponga la pieza, la temática del evento, tipos de públicos y la investigación de personalidades históricas.

En la actualidad se ha complejizado el escenario de actuación de los artistas callejeros. A decir de Alberto, se siente un vacío muy grande; las plazas y las calles desoladas, cines, museos, teatros, restaurantes y bares. El impacto de la COVID-19 ha limitado su desempeño laboral y su principal fuente de ingresos. Ante tal situación han apelado al ingenio y la creatividad incorporando en sus disfraces nuevos elementos que los favorecen estéticamente y a la vez protege su salud. Por otra parte, e igualmente valioso resulta el empleo de plataformas digitales entre ellas Facebook y WhatsApp a partir de las cuales visibilizan su trabajo, se mantienen informados sobre la evolución de la pandemia, intercambian con colegas de otras nacionalidades, participan en foros y seminarios vía online, entre otras acciones. Además, se evidencia el compromiso con la comunidad más vulnerable, asistiendo a vecinos de alto riesgo. También ha sido un momento para la reflexión y reestructuración de personajes.

Si de algo están seguros los integrantes de Viviente, es de que se mantendrán trabajando y creando en beneficio de las personas, su público, porque el arte tiene la bondad de entrar y calarte hondo, y entonces ya no puedes prescindir de él.

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