CRÓNICA BIEN CORTA: ¡Gracias Raffaella!

Es rubia, debe estar rondando los cuarenta y se llama Rafaela. "Mi mamá me puso así por Raffaella Carrá, que es su cantante preferida. Ella se sabe todas sus canciones, en español y en italiano. ¿Tú sabes cómo está ella? ¡Cómo si se le hubiera muerto una hermana!"

Le hace el cuento a una amiga en una "gacela" de la ruta 15 y yo la escucho sin querer y queriendo. La muerte de Raffaella también me golpeó, nos golpeó a todos en casa. Hubo una época en que Raffaella Carrá era presencia recurrente en los hogares cubanos. Le rendimos homenaje viendo el programa que hizo hace veinte años en Moscú, descargado de YouTube. ¡Cuánta simpatía! ¡Cuánta musicalidad! ¡Cuánta belleza!

"Mi mamá quería que yo fuera cantante, una vedette, como decía ella. Como Raffaella o Rosita Fornés. Pero de ellas no saqué nada, solo el pelo rubio. Y ni siquiera sé bailar. Está feliz con que yo sea ingeniera, pero sé que hubiera preferido que fuera cantante. Cuando murió Rosita el año pasado, estuvo una semana deprimida. Menos mal que mi hermano es varón, sino le hubiera puesto Rosa. Y ahora, con Raffaella, anda lloriqueando por el pasillo y canturreando Rumore. Dice que siempre le voy a recordar a Raffaella, aunque yo sea más gorda".