Con Tabaré Vázquez, los pueblos Artigas y Martí estrecharon lazos para siempre

Múltiples voces se han alzado en Latinoamérica y en otras partes del mundo para rendir tributo al ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez, quien falleció en su país hace unas semanas, a la edad de 80 años. A propósito, el diario “El Popular” de esa nación sureña dedicó un material a recordar la relación del ex mandatario con el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, a quien le profesaba una gran admiración y con Cuba.

El diario uruguayo recordó que luego de la asunción presidencial de Vázquez, el primero de marzo de 2005 y luego de firmar su cargo, su primer acto de gobierno fue reestablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, interrumpidas por el gobierno de Jorge Batlle en 2002, ceremonia realizada en la Sala del Consejo de Ministros del edificio Independencia con la presencia de los cancilleres de ambos países.

Ya como presidente, viene a La Habana en 2008, su tercer viaje oficial pues había estado ya en la Mayor de las Antillas en 1991 como alcalde de Montevideo y en 2003 como presidente del Frente Amplio. En esta ocasión dijo sentirse honrado de estar en una tierra que admiraba y quería y a la que los uruguayos le debían mucho.

En ese primer viaje, rinde homenaje a Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana y tiene varios intercambios importantes pero su visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) lo marcaria de forma especial. Allí se reunió con estudiantes de su país y agradeció la posibilidad de encontrarse con jóvenes de familias humildes que gracias Cuba podían cumplir su sueño de estudiar medicina y ser útiles a sus pueblos, entre ellos 500 uruguayos; otros 200 ya se habían graduado y estaban de vuelta en su nación.

“El Popular” resaltó también el reconocimiento de Tabaré Vázquez a la formación práctica de los estudiantes en la ELAM y “el concepto de humanismo y solidaridad” en que se formaban, su agradecimiento a Cuba por la ayuda en el campo de la salud y también al presidente Hugo Chávez, quien unido a las autoridades cubanas permitieron el establecimiento de un “hospital de ojos” dotado de alta tecnología para impulsar la Operación Milagros en Uruguay. Hasta ese momento 26 especialistas cubanos de la salud ya habían realizado más de 5 mil intervenciones quirúrgicas oftalmológicas, cifra que asciende en estos momentos a más de 10 mil.

Cuentan los que en esa ocasión estuvieron junto a Tabaré en la ELAM que se fue muy emocionado al regalársele el libro “Cien Horas con Fidel” y una bata blanca de médico que se puso en ese instante.

El diario uruguayo refleja en esta remembranza la relación del primer presidente de izquierda de ese país con la Mayor de las Antillas, que más de dos horas pasaron volando en el ansiado encuentro con Fidel, en el que la situación de América Latina y el Caribe, la crisis alimentaria mundial y el papel de Uruguay en ese contexto, los precios del petróleo y los adelantos científico tecnológicos centraron el dialogo.

De Fidel se llevó Tabaré la recomendación a visitar el Centro Inmunología Molecular (CIM) a donde fue inmediatamente, para después encontrarse de forma oficial con el General de Ejército Raúl Castro con quien firmó acuerdos en ámbitos como el azúcar, la industria energética, el turismo, la formación de técnicos agropecuarios y la salud, concretados en el posterior gobierno de Pepe Mujica. Surgió también de esos momentos la colaboración que dio la luz de la enseñanza a hijos e hijas de esa tierra sureña, con la aplicación del Programa educativo “Yo Sí Puedo”.

La Universidad de La Habana acogió al líder uruguayo, tras lo cual se abrió las puertas a la investigación y el aprendizaje sobre la vida y obra del prócer de esa nación, con la creación de la Cátedra Artigas.

Tabaré agradeció a Fidel el recibimiento de hermano en la tierra cubana y al cerrar sus palabras en el Aula Magna de la UH, definió el camino a seguir: “Los pueblos de Artigas y Martí estrechan sus lazos para siempre”.