Colombia: Siguen las protestas, el caos y la muerte

Al menos cinco personas muertas, 23 heridos y tres edificaciones incineradas dejaron los enfrentamientos ocurridos en la víspera en Cali, en el marco de las protestas sociales, informaron hoy autoridades colombianas.

"Esto no aguanta más, es hora de parar", reclamó Carlos Alberto Rojas, secretario de Seguridad de Cali, principal ciudad del Pacífico colombiano y epicentro de la mayor violencia desatada durante el primer mes de las protestas.

"Diez personas (muertas, NDR) es el reporte que tenemos hoy en la mañana, por lo menos cinco de ellas específicamente en los hechos en diferentes sectores de la ciudad, hechos relacionados con la protesta y los bloqueos", precisó el funcionario.

Agregó que en la mañana de este sábado se buscará establecer si las otras cinco víctimas también fallecieron en el marco del estallido social.

El viernes se evidenciaron nuevamente en esa ciudad a civiles disparando contra manifestantes y ubicados junto a policías que contemplaban la escena sin un atisbo de horror y sin detenerlos, en un sector de personas adineradas conocido como Ciudad Jardín.

El general Jorge Luis Vargas, director de la Policía colombiana, aseguró que se investigará a los uniformados para establecer si hubo o no omisión frente a los ataques armados de los civiles, como quedaron registrados en videos divulgados en redes sociales.

Sin embargo, uno de los hechos más lamentables ocurridos en la víspera fue la muerte de tres personas en medio de las protestas.

Al parecer, un investigador del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI) disparó contra dos jóvenes en un bloqueo. La turba enardecida atacó y mató al funcionario, que según la Fiscalía estaba en día descanso.

La situación de Cali llevó al gobierno de Iván Duque a ordenar el despliegue de 7 mil militares en la ciudad y en el departamento del Valle del Cauca, con la intención de acabar con los bloqueos, que es la gran preocupación del Ejecutivo.

"Quiero dejar claro que este despliegue llevará a casi triplicar nuestra capacidad en menos de 24 horas en todo el departamento, asegurando una asistencia en puntos neurálgicos donde hemos visto actos de vandalismo, de violencia y de terrorismo urbano de baja intensidad", afirmó el mandatario.

Duque extendió en la madrugada de este sábado lo que ha llamado "asistencia militar", que no es otra cosa que la militarización de ciudades, a otros seis departamentos más.

"En una sociedad democrática no hay espacio para violencias, vandalismo ni abusos. Las diferencias se dirimen por el diálogo, la negociación y la búsqueda de consensos.

Cuanto más grandes los desacuerdos, más exigente la inversión en el diálogo, Colombia no puede poner más muertos", reclamó Patricia Llombart, embajadora de la Unión Europea, en un mensaje en Twitter.

Por su parte, el partido de gobierno, el derechista Centro Democrático, rechazó "cualquier negociación con el Comité del Paro, negociar con bloqueos y violencia es continuar la destrucción de la democracia", dijo en un comunicado.

El Comité Nacional de Paro (CNP) es la cara visible de las protestas sociales, que ayer cumplieron un mes, mantiene negociaciones con el gobierno, que en la actualidad están estacadas por el reclamo oficial a que se manifiesten en contra de los bloqueos, su gran obsesión.

El CNP se manifestó la noche del viernes en contra de toda manifestación de violencia, incluidos los cortes de vías que afecten el abastecimiento, sin embargo, Emilio Archila, consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación y vocero oficial en los negociaciones, pasó de pedir una declaración en tal sentido al levantamiento total de los bloqueos.

"Saludamos que se hayan condenado en este texto todas las firmas de violencia con ocasión del ejercicio a la protesta, pero los desbloqueos deben ser totales, absolutos. Los bloqueos prolongados no son legítimos, no corresponde al derecho a la protesta", advirtió Archila en un mensaje en video.

El domingo las partes volverían a la mesa de negociación.