Amigos sin fronteras, pero con respeto

La amistad es de los lazos humanos más fuertes y necesitados en estos momentos difíciles de pandemia, donde deberían primar sentimientos y posturas de solidaridad, paz y hermandad por encima de cualquiera de los intereses políticos, económicos y sociales.

Durante estos últimos meses, caracterizados por los contagios con el SARS-CoV-2 que no toca a alguien en específico, sino que afecta a todos por igual, ese gesto desinteresado entre personas y pueblos no siempre se ha manifestado como debería ser por un bien común.

Es así que han ocurrido conflictos de poder e intereses por mascarillas y vacunas, lo cual ha dado como resultado países ricos con mayor cantidad de vacunados, en cambio, los más pobres sufren la escasez de estos y por tanto una situación epidemiológica dura de enfrentar.

No obstante, son miles de científicos, médicos, enfermeros, y todo el personal que atiende directamente a los positivos al Covid-19, quienes sin descanso y algún vínculo familiar o amistoso, se han esforzado por salvar cuantiosas vidas, incluso poniendo en riesgo su propia salud.

También entre nosotros mismos, de cubano a cubano, hemos demostrado esa esencia solidaria que nos caracteriza con la ayuda y donativos que se han hecho desinteresadamente para la provincia de Matanzas, la cual se encuentra en un pico alto de infectados.

A la par, países hermanos han tendido la mano a Cuba, en medio de este complejo rebrote a nivel nacional. Desde la propia América, como Europa y naciones más lejanas como Rusia, han arribado a la Mayor de las Antillas insumos médicos para combatir la enfermedad.

Cada 30 de julio se celebra el Día Internacional de la Amistad, ese lazo humano y espiritual que es capaz de unir personas distintas por género, religión, política, pero que a su vez por tantos puntos en desacuerdo puede prender de un hilo bien fino.

Bien se han comprobado que la amistad realmente es cuando dos o más individuos la manifiestan bajo los principios de comprensión, entendimiento, respeto y armonía, pero, cuando se quiebra uno de estos, la amistad de años va en strike hacia el piso.

Tristemente, por segundo año consecutivo, no será posible disfrutar la ocasión como se debería en presencia de amigos compartiendo un rato, aunque, por suerte el internet y las nuevas tecnologías brindan la opción de hacerlo a distancia, pero sin el calor humano.

Asimismo, es en estos períodos en que nos damos cuenta en que la vida como realmente se vive, y es más profunda y colorida cuando la vivimos en persona, pues no son pocos quienes tienden a asumirla más de modo virtual, y lazos como la amistad tienden a ser más fríos.