Abel Prieto sobre el Foro de Sao Paulo: Los retos de la guerra cultural (I)

Abel Prieto sobre el Foro de Sao Paulo: Los retos de la guerra cultural (I)
Fecha de publicación: 
15 Septiembre 2020
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El Presidente de Casa de la Américas, Abel Prieto

Tras la caída del Muro de Berlín, en un escenario global adverso para las fuerzas de izquierda, surgió el Foro de Sao Paulo. Fundado en 1990 bajo el auspicio del brasileño Partido de los Trabajadores, en la actualidad es la principal agrupación de movimientos y partidos políticos de izquierda y progresistas en América Latina y el Caribe.  

En el año de su aniversario 30, el intelectual y político cubano, Abel Prieto Jiménez, Presidente de Casa de las Américas, reflexiona sobre algunos de sus desafíos.

¿Cuáles son los retos de las organizaciones que forman parte del Foro de Sao Paulo en cuanto a la guerra cultura?

La guerra cultural hoy -en un momento en que hay una contraofensiva muy violenta de la reacción, de la ultraderecha, del fascismo- sigue siendo esencial. Todavía se sigue dando la espantosa paradoja de gente pobre, gente humilde, gente de los sectores más explotados, que vota por un candidato que los medios venden como prometedor, esperanzador…

Eso tiene que ver con esta guerra cultural. No es solo un fenómeno de coyuntura política. No es solo un fenómeno de propaganda asociado a unas elecciones. Es un tema que tiene que ver con cómo la persona, el individuo, se relaciona consigo mismo, con su entorno, con su destino. La idea de prometerle mejoras a corto plazo en el plano material puede engañar a mucha gente.

Una de las cosas que verdaderamente tiene que ser un tema del Foro de Sao Paulo -supongo que mucha gente de los partidos y agrupaciones representados en el Foro están estudiando y debatiendo- es las enseñanzas que nos está dejando la pandemia.

La pandemia ha revelado la crisis profunda del modelo neoliberal; la gran farsa del modelo neoliberal; cómo realmente está diseñado para las élites; cómo las grandes masas están excluidas, cada vez son más acorraladas y cómo han sido las principales víctimas de esta pandemia.

Es decir, se ha sacudido la conciencia del mundo en torno, por ejemplo, al famoso tema de la privatización de la salud. En una época uno de los dogmas neoliberales fue que no había que hacer grandes gastos en la prevención. Sencillamente había que dejar a las clínicas privadas, a la industria farmacéutica -que es uno de los mecanismos más perversos que se ha visto actuar en estos tiempos-, la cura de enfermedades.  

Creo que es un momento en que la izquierda tiene que aprovechar para realmente movilizar, crear una trinchera anticapitalista. Lo decía Atilio Borón1. Las fuerzas anticapitalistas tienen que aprovechar este momento para ganar adeptos y aclarar a la gente que todavía está confundida.

En este aniversario del Foro de Sao Paulo, entre las tareas principales, tendría que estar esta guerra cultural, donde hay que añadir el componente antifascista. Otra de las cosas que se han visto muy claras en los últimos años ha sido la rearticulación de un neofascismo muy racista, tremendamente racista, tremendamente intolerante, que es despiadado, que no tiene ninguna intención de disimular su voluntad de imponerse a toda costa. Eso se está viendo en la administración Trump, en Bolsonaro, se está viendo en nuestra América y en Europa. En Europa hay partidos abiertamente neonazis que están en el Parlamento Europeo y tienen fuerza en los parlamentos nacionales.

Están dando una batalla por la memoria. Esto es importante también en cuanto a la guerra cultural: la idea de que la batalla no es solo en torno al presente y en torno al futuro, es también con respecto a la memoria, al pasado, a la historia.

La idea de lavar el franquismo, lavar la cara del franquismo; la idea de arrebatarle a la antigua Unión Soviética los extraordinarios méritos decisivos en la derrota de las fuerzas armadas hitlerianas. La derrota del fascismo se le debe a los pueblos de la antigua Unión Soviética y la industria cultural yanqui -y de Occidente en general- ha hecho lo imposible por engañar al mundo y que la gente piense que fue el famoso desembarco en Normandía, el Día D,  el momento decisivo para la derrota de Hitler. Quienes quebraron a las fuerzas hitlerianas fueron los soviéticos: el pueblo y las fuerzas militares soviéticas, con un sacrificio de 27 millones de vidas.

Es una gran estafa a la que ha sido sometida la humanidad en estos últimos años y que tiene mucho que ver con la guerra en torno a la memoria. Es decir, estamos también batallando por defender a nuestros mártires, nuestros héroes, la huella de la gente de izquierda que ha sido tergiversada, que ha sido distorsionada por el gran aparato cultural de la ultraderecha. Y no hemos creado el antídoto frente a esa maquinaria cultural.

Tenemos que ir creando una cultura afianzada, una cultura revolucionaria, una cultura emancipadora. La tesis aquella de Martí: solo alguien culto puede ser libre. Fidel decía: sin cultura no hay libertad posible. Y hemos visto en estos retrocesos de la izquierda de los últimos años personas que lograron incluso grandes ventajas en términos materiales de los procesos progresistas y de pronto, absolutamente engañados por la propaganda y por esa maquinaria informativa-cultural-mediática, le dieron su voto a sus enemigos de clase; le dieron su voto a los representantes de las fuerzas de la explotación.

El Foro en los últimos tiempos le ha venido dando cada vez más peso al tema de lo cultural. Es muy importante que las fuerzas representadas en el Foro se relacionen con los intelectuales, artistas y creadores progresistas. El papel del arte en la formación de valores, en la defensa de terminados símbolos, es muy trascendente. Realmente siembra. Siembra valores. Siembra ideas. Siembra principios.

1.    Atilio Borón (Buenos Aires, 1 de julio de 1943) es un politólogo y sociólogo argentino de izquierdas

 

Comentarios

Que bueno tenerlo Abel Prieto con sus comentarios, análisis profundo de la realidad que nos circunda en nuestro país y el mundo. Gracias
dtor.economia@aseguramiento.ausa.cu
..........¨Y hemos visto en estos retrocesos de la izquierda de los últimos años personas que lograron incluso grandes ventajas en términos materiales de los procesos progresistas y de pronto, absolutamente engañados por la propaganda y por esa maquinaria informativa-cultural-mediática, le dieron su voto a sus enemigos de clase; le dieron su voto a los representantes de las fuerzas de la explotación¨........ ¿engañados?,........no lo creo,..........lamentablemente los oportunistas son como el Covid-19,.........pueden estar en cualquier lugar,.........todo lo contaminan!!!!!!!
Muy importante su apreciación. El Foro me parece tiene ante si mucho que hacer. Sinceramente hubo un momento en que sentí, un renacimiento, al menos en América Latina de una izquierda que se vislumbraba fuerte y bien encaminada. Pienso, sin embargo que este hecho creo una noción un tanto triunfalista, por momentos tuve esa imagen. Lo cierto que de pronto hombres honestos que estuvieron a la vanguardia "cedieron", desgraciadamente y posiblemente ante traidores, que habían estado solapados y en algún momento se mostraron como portadores de ideas de vanguardia. Cierto rasgo de confianza ante determinadas éxitos, pero esas másas que eran favorecidas, no fueron educadas, no fueron entrenadas. Si fueron alfabetizadas, pero borrar el analfabetismo no quiere decir alcanzar una cultura política. Una ideología. Claro que la derecha no dormía, y ellos con el apoyo de las fuerzas más reaccionarias. La potencia que imprimen los medios de comunicación de los cuales eran sus dueños, se ampararon para en muchos casos engañar pueblos enteros. Un pueblo sin cultura y conocimiento de su historia difícilmente pueda alcanzar su independencia. Gracias
Elpez48@yahoo.com

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