Chiquilín 3, un encargo del corazón (+ FOTOS)

Chiquilín 3, un encargo del corazón (+ FOTOS)
Fecha de publicación: 
1 Noviembre 2019
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Así asumió Kiki Corona la idea de la experimentada musicóloga Élsida González de re-crear temas antológicos de la música infantil y grabarlos con arreglos más contemporáneos y en las voces de artistas que no encontramos habitualmente cantándoles a los niños.  

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El tercer volumen de Chiquilín nace por estos días, en los Estudios 18 de la Egrem, de la misma vocación con que el autor de Tino el delfín alegró a varias generaciones de cubanos:

«Mis canciones, cuando yo comencé a hacer música infantil, fueron los mejores juguetes que supe darle a mi hijo; es decir, no fue por encargo, o fue por encargo, en todo caso, de mi corazón. Así es también cuando tú llamas a todas estas personas y acuden tan rápida, solícitamente. Hay que escuchar el disco para darse cuenta de lo que ha pasado aquí, que es una suerte de magia absoluta».

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Al decir de Élsida González, la intención de estos fonogramas permanece incólume desde el uno al tres: «que los padres, quienes siguen a estos artistas, les den a sus hijos la oportunidad de conocer esas canciones infantiles y disfrutar la música que realmente les toca por su edad. Defendemos estos temas que fueron famosos, que fueron populares en otras épocas, pero llevados al mundo de hoy, a la sonoridad contemporánea, a nuevos timbres, para que a los niños les suene actual y los puedan disfrutar. Ese es el sentido de Chiquilín».

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Chiquilín a la una…

La madre de este niño sonoro que ya cuenta hasta tres es precisamente una de las más reconocidas musicólogas de este país, multipremiada en el Cubadisco de este año. Élsida ha dedicado años de trabajo a este proyecto para niños:

«Chiquilín es una serie que yo inicié hace ya más de dos años. El primer disco, que pensé que iba a ser solo uno, tuvo la producción musical de David Álvarez, el director de Juego de Manos. La idea siempre se mantiene, que es elegir artistas populares, de la música popular, conocidos por todo el mundo, que interpreten música infantil. Varios de ellos han tenido alguna experiencia, pero otros no, otros por primera vez se acercan a la música infantil.

«Cuando hicimos el primero, después logramos hacer un DVD con La Colmenita. Hicimos los dibujos animados, teníamos karaoke, tuvimos una súper producción audiovisual. Gustó tanto, que dijimos: bueno, vamos a hacer el dos».

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Chiquilín a las 2…

Cuando llegó la hora de la segunda entrega —nos cuenta Élsida—, estuvo David Álvarez complicado con otros compromisos, y entró entonces en la historia el cantautor, compositor, arreglista, Kiki Corona, quien trabajó en aquel fonograma junto a importantes voces de la música en la isla.

Claro que a nadie le resulta raro encontrar a Kiki Corona involucrado en un proyecto de música infantil, mucho menos a quienes tuvimos la suerte de ser niños con un hermoso Arcoíris Musical en la pequeña pantalla, pero transformar sin renunciar a la candidez, tampoco a la excelencia, temas pensados para los más pequeños y enamorar a intérpretes muy «de adultos», ¿es fácil?

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«No es difícil», afirma Corona, y argumenta: «porque Élsida hizo la selección del repertorio y también de los cantores, pero da la feliz casualidad de que prácticamente todos los del volumen dos y los del tres son amigos muy cercanos, de muchos años de relación musical, y entonces, al simple hecho de convocarlos, la respuesta fue inmediata, y como la tesis de Chiquilín trata de poner en voces de cantores que no se acercan habitualmente a la música infantil, estándares de canciones infantiles, pero con arreglos, con orquestaciones grosas, adultas, esa simbiosis, que puede parecer una dicotomía, no lo es realmente, porque todos esos cantores son padres, o son tíos, o son hijos, entonces su relación con el mundo infantil es tan cercana como la que puedo tener yo».

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Chiquilín a las tres…

«Años después, me dije: creo que podemos hacer un Chiquilín 3. Kiki estaba disponible, empezamos a trabajar y en nada lo hemos hecho», nos cuenta Élsida sobre el volumen que ya está en camino.

Si bien en las dos últimas entregas se extrañan los videos animados que aportaron tanto a la visibilidad del primer disco, ahora, al menos, podremos ver un poco el Chiquilín por dentro, a través del making off que se ha estado filmando durante las grabaciones, para que el público pueda ver el ambiente, las energías, y conocer las motivaciones con que participó cada uno de los músicos en este material.

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Sobre otras particularidades de esta edición, conversamos también con la reconocida musicóloga y creadora del proyecto:

«El Chiquilín 3 se va a diferenciar siempre porque han pasado casi siete años del anterior, o sea, que los artistas de hoy son algunos muy jóvenes y otros ya consagrados como Vania, Ricardo Leyva, Raúl Torres... pero los hay muy jóvenes como Leo Garrido, Roxana... son personas que empiezan a trabajar hoy en la escena cubana y temas que hemos elegido que son clásicos: de Teresita Fernández; del mexicano Gavilondo Soler; de Ileana Vázquez, que tanta música hizo para la televisión... Así que armamos una amalgama de épocas y estilos que yo creo que puede funcionar muy bien».

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Kiki Corona se muestra una y otra vez satisfecho con la respuesta de los cantores que asisten a este tercer volumen del Chiquilín: «El proceso ha sido tan riguroso como cualquier disco de música para adultos. Ellos han sentido esa misma pasión, ese compromiso, esa empatía, y han aportado lo que yo les pedí, que es la sustancia de cada uno, es decir, su experiencia de vida en la música, transportada a una canción infantil que, por supuesto, todos ellos escucharon en algún momento de su vida; de modo que ha sido un trabajo maravilloso, nos hemos divertido muchísimo y ha sido algo muy empático.

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«Hay una cosa muy importante y es que cada uno de estos cantores, de alguna manera, participa en los coros de otros. Eso se va a ver en el documental y es un ejercicio muy generoso que hace cada uno de ellos, que son gente ya con un protagonismo importante y con una popularidad vasta muchos de ellos, grande. Sin embargo, han tenido ese ejercicio de humildad y de generosidad de participar en los coros de otros cantores que, además, defienden géneros tan distantes como la trova de la timba o del son. Eso le ha dado un valor agregado al disco, que yo pienso que va a ser muy bonito. Es un acto de solidaridad y es la experiencia que deben tener todos los artistas cubanos: sumarnos a un bien común de camaradería, de respaldo, de abrigo y de ser generosos, porque si la Revolución ha sido tan generosa con nosotros, ¿por qué nosotros no podemos serlo también con la música infantil y con el momento histórico que nos ha tocado vivir?».

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