No al sacrificio social

No al sacrificio social
Fecha de publicación: 
30 Septiembre 2019
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Hoy sigue recogiendo los frutos del buen quehacer gubernamental de una coalición que desde el 2015 encabeza el Partido Socialista, con el apoyo del Comunista y otras agrupaciones progresistas –a pesar de ser minoría en el Congreso-, echando a un lado augurios malintencionados de una derecha que domina en la UE, pero que ha tenido que reconocer el buen trabajo del primer ministro Antonio Costa.

El amigo de Cuba, politólogo, escritor y periodista Ignacio Ramonet destacó en la Mesa Redonda del lunes que se asombraba de que los logros del gobierno portugués no tuvieran más divulgación.

Cierto, y más cuando hay tanto regímenes de la UE que, en igual situación, han sufrido estruendosos fracasos, desalentando a su pueblo, con Grecia como mayor ejemplo.

Es decir, Costa nunca pensó en una salida de la UE al estilo de Gran Bretaña, pero tampoco aceptó las imposiciones de un Banco Central Europeo, controlado principalmente por Alemania y algo por Francia.

La coalición de centroizquierda, con giro mayor hacia lo que llaman “mano equivocada”, supo cumplir sus compromisos con poderosos entes capitalistas, sin que aumentara la brecha entre ricos y pobres, y, por el contrario, disminuyó el desempleo, con un destaque en la atención a la juventud.

Al reducir la pobreza, desaparecieron las áreas de hambre, sin personas abandonadas a la intemperie, sin mendigos.

No será la panacea, pero por ahí anda cuando se habla de una nación europea que se mantiene en la impopular UE, que siempre fue para los poderosos y nunca para la clase menos privilegiada, de lo cual se han aprovechado diferentes movimientos ultraderechistas, algunos émulos del nazi-fascismo.

Recuperación

La economía del país se recuperó después de haber revertido los recortes del gasto recomendados por los acreedores. En toda Europa, los partidos de centroizquierda se preguntaron si esa nación desarrolló un modelo que combina responsabilidad con justicia social.

O sea salió de la crisis, sin tener que apelar a la austeridad recomendada por los “sesudos” del Banco Central Europeo.

Especialistas dicen que Europa todavía no encontró una palabra para denominar la nueva marca de socialismo que mejoró la suerte de Portugal en los últimos tres años y medio. En los medios portugueses, la llaman jeringona, que significa "viejo artilugio". El político laborista Peter Anderson sugirió "cuarta vía". Antonio Costa, el primer ministro que obtuvo el cargo tras sellar una sorprendente alianza entre la izquierda moderada y la izquierda dura, simplemente le dice "dar vuelta la página a la austeridad".

Costa, que es uno de los políticos de centroizquierda más exitosos de Europa, presidió una recuperación económica que recuperó la confianza en Portugal, país que quedó de rodillas a raíz de la crisis de la deuda europea. El desempleo se redujo a la mitad, a 6,7%, y el déficit presupuestario podría desaparecer por primera vez en más de 40 años.

En todo el continente, las políticas de austeridad aplastaron a los partidos gobernantes de supuesta centroizquierda. Francia e Italia no pudieron reactivar sus débiles economías, porque debían mantenerse dentro de los severos límites de déficit público fijados por la UE. El partido político Syriza, de extrema izquierda en Grecia, llegó al poder despotricando contra las medidas de austeridad exigidas por sus programas de rescate otorgados por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero cuando fue gobierno tuvo que implementar muchas de ellas.

El gobierno de centroizquierda de Portugal tomó un camino diferente. Inicialmente se enfrentó con Bruselas cuando revirtió los recortes del gasto y permitió que el déficit aumentara muy por encima de los objetivos acordados. Pero al final demostró a los funcionarios de la UE que poniéndoles más dinero en los bolsillos de la gente se puede elevar el crecimiento, y es más fácil cumplir con las metas presupuestarias.

En una entrevista ofrecida a Financial Times, Costa expresó que "había gran escepticismo sobre nuestras políticas económicas, pero hemos demostrado que es posible subir los ingresos, elevar la inversión privada, reducir el desempleo y aun así tener finanzas públicas sólidas".

Mientras se acerca la elección general en octubre entrante y las encuestas muestran que Costa lleva la delantera, algunos políticos europeos ahora lo ven como un modelo para los atormentados socialdemócratas de Europa.

Costa también es un buen comunicador: recalcó la idea de que "el sacrificio terminó" y logró mantener unida su coalición izquierdista, que se apresta a una casi segura victoria con un futuro que se espera mucho mejor.

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