Mijaín López: el invencible

Mijaín López: el invencible
Fecha de publicación: 
8 Agosto 2019
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Ganador de tres cetros olímpicos y cinco mundiales, el antillano cerró por lo grande las acciones de la jornada en los colchones del Coliseo Miguel Grau, con un triunfo en la final de los 130 kilogramos ante el venezolano Moisés Pérez por superioridad técnica de 9-0.

El gigante de ébano, como se le conoce, alcanzó así su quinta medalla de oro panamericano, después de las alcanzadas en las justas de Santo Domingo 2003, Río de Janeiro 2007, Guadalajara 2011 y Toronto 2015, un hecho sin precedentes en la historia de la disciplina.

Referente obligado de excelencia, integridad, innovación e inclusión, el antillano, de 36 años y abanderado de la delegación cubana, fue seleccionado como uno de los embajadores de la lid peruana, que cerrará sus puertas el domingo.

Según el titular de Panam Sports, el chileno Neven Ilic, el caribeño es toda una inspiración para las naciones por su humildad, determinación y perseverancia, y poseer también una historia de impacto en el deporte, en su país, en los aficionados y en la juventud de toda América.

Natural de la localidad de Consolación del Sur, en la occidental provincia cubana de Pinar del Río, López dio sus primeros pasos en la lucha a los 10 años y desde bien temprano demostró sus cualidades innatas para este deporte, al coronarse en los Juegos Nacionales Escolares y en varios eventos en la categoría juvenil.

Por sus progresos, ingresó en la preselección nacional de mayores, y en 2002 tomó parte en su primer Campeonato Mundial, con sede en Moscú, donde compitió en la división de los 120 kilogramos y finalizó en el puesto 13 del estilo clásico.

Un año después, tuvo su segunda experiencia en una cita universal para mayores, en Créteil, Francia, pero no pudo pasar de la posición 16.

En 2003 irrumpió con fuerza en citas panamericanas, al coronarse en Santo Domingo, y ya con 22 años recién cumplidos, tuvo la oportunidad de participar en sus primeros Juegos Olímpicos, organizados por Atenas, en 2004.

López llegó a la capital helénica con grandes pretensiones, pero tuvo que conformarse con el quinto lugar, al caer en cuartos de finales ante el ruso Khasan Baroev; a la postre, el ganador de la corona y quien con el tiempo se convirtiera en su principal adversario.

Los títulos olímpicos llegarían en Beijing-2008, Londres-2012 y Río de Janeiro-2016, y aspira a su cuarta corona en Tokio-2020. De lograrlo, superará el récord del mítico luchador ruso Alexander Karelin, quien conquistó tres cetros y una medalla de plata de Barcelona-1992 a Sidney-2000.

En el camino hacia la capital japonesa, el extraclase gladiador cubano, titular universal en Budapest 2005, Bakú 2007, Herming 2009, Moscú 2010 y Tashkent 2013, hará escala en el Campeonato Mundial de Astaná, del 14 al 22 de septiembre próximo, donde no competirá y solo irá como invitado, antes de intentar su boleto hacia Tokio 2020.

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